Joan Rubió, viticultor y enólogo de la Masía Cal Tiques

Joan RubióEntrevista
Joan Rubió, viticultor y enólogo de la Masía Cal Tiques, situada en Santa Margarida i els Monjos

‘No sabría cultivar de otra forma que no sea en agricultura ecológica y biodinámica. Lo he integrado en mí’

Después de unos años vendiéndoles uvas se incorporó en el 2001 al equipo de Recaredo, ya que conocía a Ton Mata (director general de esta empresa) desde la universidad. Hace tres años decidió centrarse en un proyecto personal en su finca familiar de 8 hectáreas.

 

¿Cuánta viña tiene plantada? ¿Qué vinos elabora?
Actualmente tengo 5 hectáreas y media de viña plantadas que cultivo siguiendo los principios de la agricultura ecológica y biodinámica. Todas las viñas están inscritas en el CCPAE desde el 2009. Es una finca pequeña diversificada donde básicamente cultivo xarel·lo, y una viña de macabeo en la que elaboro el vino Juanots. Pienso que el xarel·lo es una gran variedad, con la que he realizado tres vinos diferentes, el Essencial, el Tiques y el Obstinat. Todos son vinos blancos, macerados con la piel, ya que entiendo la piel como una parte importante del proceso. Las maceraciones son largas, de un mínimo de cinco días, no prenso, todo lo realizo por escurrido. La vendimia es manual, basada en la agricultura ecológica y la biodinámica, muy ligada al aprendizaje que llevé a cabo en Recaredo.

¿Su apuesta se trata de un regreso a los orígenes?
Sí, evidentemente. No sabría cultivar de otra forma que no sea en agricultura ecológica y biodinámica. Lo he integrado en mí, es mi manera de hacer, mi manera de entender la viña, los vinos y la tierra. De hecho, todo lo que aprendía en Recaredo lo extrapolaba a casa ya que siempre he seguido cultivando mis viñas. Cuando tomé la decisión de cambiar mi ritmo de vida era un momento de mucha carga de trabajo, mucha presión con la dirección técnica de Recaredo, porque además llevaba mi finca y tengo tres hijos pequeños, y vi que no podía ser y debía tomar una decisión.

¿Su filosofía es seguir siendo pequeño?
Sí. Mi objetivo es acabar de plantar las 8 hectáreas que tengo. Seguidamente, vinificarlas todas y vivir de este proyecto, pero sin crecer más. Este año planto sumoll negro y blanco, y el año pasado planté malvasía, pero de una manera testimonial.

¿El futuro del sector vitivinícola pasa por apostar por la agricultura ecológica y la biodinámica? ¿Cómo definiría la biodinámica?
La biodinámica es muy desconocida aquí, aunque es un tipo de agricultura que en otros países está muy reconocida y muy avanzada. De hecho nace antes que la agricultura ecológica, a principios del siglo pasado, en la década de los 20. No sé si todo el mundo acabará haciendo agricultura ecológica y biodinámica. Lo que sí que creo es que ha de haber una reflexión y una crítica a lo que se está haciendo y, si se puede, cultivar de otra manera, siendo más respetuosos y buscando alternativas. Se trata un poco de hacer evolucionar esta revolución verde de la que todos procedemos, realizar un paso adelante y adaptarnos. Y ya se verá hacia donde iremos.

Se habla mucho de sostenibilidad, ser respetuosos con el medio porque vende. ¿La gente cree realmente en esos conceptos?
Son conceptos un poco vacíos, que pesan poco, con escasa densidad. Pero sí que hace falta hacerlo, sentirlo y decirlo. Es muy importante creer y desarrollarlo. En mi caso lo siento, lo veo, lo aplico y lo comunico. Y decir biodinámico es muy desconocido, no vendemos más por ser biodinámicos, porque muchas veces te preguntan y dicen ¿bio… qué? Y lo tienes que explicar, ya que hay mucha confusión. No es un argumento de venta hoy en día, ecológico sí se conoce y entiende más, pero biodinámico no.
Isidre Font.

Publicado en Enoviticultura nº45

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