Cubiertas

Miembros del Grupo Operativo CoverOlive continúan las acciones desplegadas en este proyecto con el análisis de la evolución de las coberturas vegetales, el estudio de las aves presentes en el olivar con cubierta herbácea, el uso de que hacen estas aves de la misma y el análisis de los insectos presentes mediante la recolección de trampas de caída, que figuran como indicadores para examinar el sistema complejo de estos agroecosistemas.

Los ensayos realizados en una finca con olivar ecológico en Aguilar de la Frontera (Córdoba) «tratan de medir el grado de cobertura que han alcanzado las cubiertas vegetales en las distintas zonas y cada diez centímetros, se van tomando medidas del número de especies y especialmente, la altura que ha alcanzado respecto al suelo», ha explicado el investigador de la Universidad de Córdoba (UCO), José Miguel Mariscal.

Por su parte, el investigador de la Universidad de Jaén, Sergio Esparcia, ha indicado que «estamos realizando ensayos probando diferentes mezclas de especies de herbáceas autóctonas en el olivar andaluz para ver qué tipo de servicios ecosistémicos nos pueden aportar como cubierta vegetal en el olivar».

Asimismo, el técnico SEO/BirdLife, Paco Martín, ha afirmado que durante esta fase «estudiamos el uso que las especies de aves que hay en el olivar hacen de la cubierta herbácea que se ha implantado, con censos en los puntos de muestreo y estaciones de observación para determinar exactamente qué uso hacen las aves de esa cubierta». En esta iniciativa «se han colocado trampas de insectos cuyo análisis se llevará a cabo en la Universidad de Jaén, centrado en hormigas», y también desde SEO/BirdLife, «se está haciendo un estudio dedicado a los polinizadores que hacen uso de las distintas cubiertas que se ha instalado en el olivar».

Así, el G.O. CoverOlive contempla un estudio con aves e insectos que permitirá estimar «los beneficios que implica su presencia en el olivar». Entre las especies más comunes que están detectándose están el serín verdecillo, el pinzón vulgar o el jilguero y «en menor número, especies insectívoras como curruca cabecinegra o carbonero común», ha asegurado.

Además, «se comprueba que donde hay mayor cubierta herbácea, la erosión es mucho menor, por lo que resulta beneficiosa tanto para el suelo como para el agricultor. También, aporta otras ventajas como la fertilización a través de la materia orgánica y la capacidad que tiene el suelo de poder resistir mejor las plagas o enfermedades que puedan aparecer».

G.O. CoverOlive está compuesto por DCOOP Sociedad Cooperativa Andaluza, el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3), el consorcio junto con investigadores de las Universidades de Jaén a través del grupo ‘Geobotánica y palinología: Aplicaciones al medio natural | RNM-350’, la Universidad de Córdoba mediante el grupo ‘Mecanización y tecnología rural | AGR-126’; AGRESTA y la organización conservacionista SEO/BirdLife. Los miembros colaborares son Cantueso Natural Seeds y la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero.

https://coverolive.es/

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Investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han llevado a cabo un estudio exhaustivo evaluando los efectos contrastados de la gestión convencional y ecológica, así como las condiciones del suelo, en seis viñedos diferentes del Penedès, provincia de Barcelona. La evaluación se ha centrado en la diversidad y composición de las comunidades vegetales espontáneas, así como en la diversidad funcional de la capacidad de respuesta competitiva de las especies y la diversidad funcional de la provisión de servicios relacionados con la polinización.

Los resultados revelan que «las comunidades vegetales espontáneas y sus funciones responden más a las condiciones de gestión que a las condiciones del suelo». Los viñedos bajo gestión ecológica «muestran una mayor riqueza de especies vegetales con diversas estrategias de respuesta competitiva para adaptarse a diversas condiciones ambientales y prácticas agrícolas». Además, «albergan comunidades vegetales espontáneas más ricas, extensas y resistentes que mejoran la provisión de servicios de polinización».

En otras palabras, los sistemas ecológicos albergan comunidades vegetales con características florales más diversas y relacionadas con polinizadores específicos, lo que contribuye a una comunidad de polinizadores más diversa. Por el contrario, los sistemas agrícolas convencionales tienden a favorecer plantas espontáneas polinizadas por el viento o con atributos florales atractivos para una gama menos diversa de polinizadores.

Este estudio «subraya la importancia de la agricultura ecológica para mantener la diversidad vegetal local en los viñedos mediterráneos y mejorar la provisión de funciones y servicios ecosistémicos en estos paisajes agrícolas».

Como conclusión, la investigación «aboga por la agricultura ecológica como una alternativa prometedora a los métodos convencionales en los viñedos, ofreciendo un camino hacia una coexistencia más sostenible y armoniosa con la naturaleza».
www.uab.cat; www.creaf.cat

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La finca ‘La Plana del Vico’ en Arnedo (La Rioja) ha acogido la primera jornada del convenio firmado entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEACSV), que ha mostrado cómo la formación es clave para implantar los Ecorregímenes de la Política Agraria Común (PAC).

El éxito de la jornada, desarrollada bajo el título ‘La Agricultura de Conservación en la nueva PAC: Una gran oportunidad para los agricultores y el medio ambiente’, ha sido claro, no solo por los casi 100 viticultores que han acudido a la cita, sino porque se ha conseguido el objetivo principal de demostrar en campo, con estaciones temáticas específicas, cómo aplicar este tipo de técnicas y los beneficios económicos y medioambientales que tienen para el agricultor.

Así, tanto los responsables del MAPA como de la AEACSV, dejaron claro en la inauguración que este tipo de eventos tiene un doble beneficio: como formación básica para poder aplicar las técnicas de Agricultura de Conservación en el marco de los Ecorregímenes de la Nueva PAC, ya sea siembra directa o cubiertas vegetales, y como escaparate donde el viticultor puede comprobar, en una finca que ya trabaja en esta línea, que son técnicas sostenibles y rentables.

 

Estaciones temáticas sobre suelo y maquinaria

La jornada se ha desarrollado en base a cuatro estaciones temáticas, a través de las cuales han ido rotando los asistentes en grupos que iban cambiando de estación cada 30 minutos. La Estación 1 ha estado dedicada a los ‘Beneficios medioambientales: secuestro de carbono en cubiertas vegetales en viña’ y ha sido impartida por Fernando Peregrina, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentación y Biosistemas de la Universidad Politécnica de Madrid.

Peregrina ha mostrado sobre el terreno los tres beneficios clave que aportan las cubiertas vegetales al viñedo: la retención de agua sobre el terreno, evitando la erosión; la mejora de la estructura del suelo, que no crea una ‘costra’ en su superficie y aumenta enormemente la materia orgánica del mismo; así como la captación de CO2 de la atmósfera, que puede llegar a 1 tonelada por hectárea de viñedo, vital para la lucha contra el cambio climático. Así, si en las aproximadamente 47.000 hectáreas de viñedo de La Rioja se implantaran las cubiertas vegetales, «el beneficio sería enorme, más aún si hablamos de toda España».

La Estación Temática 2 ha versado sobre ‘Maquinaria específica para el control mecánico de la cubierta en viña’, y ha sido impartida por Francisco Javier García Ramos, profesor de la Escuela Politécnica Superior de Huesca de la Universidad de Zaragoza, y en ella se han explicado las maquinarias necesarias para trabajar las calles del cultivo (trituradoras, desbrozadoras, segadoras, barredoras o rulos) y para trabajar también la línea del cultivo, entre cada cepa.

Para García Ramos, a los viticultores que apuestan por las cubiertas vegetales les sale a cuenta, ya que ahorran en fitosanitarios al hacer un manejo mecánico del cultivo; ahorran fertilizantes al tener un suelo rico en nutrientes; cumplen además con los requisitos medioambientales cada vez más exigentes, y también pueden recibir la parte de la ayuda de la PAC destinada a aplicar uno de los Ecorregímenes reconocidos.

 

Experiencia positiva del agricultor

Un punto clave de la Jornada es conocer la experiencia del agricultor que ya aplica estas técnicas. Así, en la Estación 3 y bajo el título ‘Caso de éxito de cubierta vegetal en viña: experiencias de agricultores’, Francisco Javier Alfonso Rodríguez, viticultor gestor de la finca ‘La Plana de Vico’, contó su experiencia y los resultados que ve en su día a día.

Tras siete años con cubiertas vegetales en sus 2 hectáreas de viñedo destaca la retención de agua en el terreno sin erosión (hace poco cayeron 100 litros de agua y al día siguiente se podía entrar en la finca con el tractor sin problema); la cantidad de materia orgánica del suelo que hace que ya prácticamente no abone; el ahorro de costes al usar sus propios equipos que ya tenía y no usar fitosanitarios al ser una viña ecológica; y el buen aspecto de sus viñedos con una cubierta vegetal permanente. Este agricultor destacó que el principal problema que ha tenido es el desconocimiento de las técnicas, que le ha llevado a cometer pequeños errores, por lo que la formación sencilla y en campo es algo muy positivo y por lo que ha cedido su finca para estas jornadas. Por lo demás todo han sido beneficios, sin problemas de calidad ni de producción en sus viñas, con un manejo más sencillo y sostenible, y además adaptado a la línea que exigen desde Europa y que ya no va a tener vuelta atrás.

Por su parte, la Estación Temática 4 ha estado dedicada a las ‘Soluciones desde el sector privado para favorecer el desarrollo de los Ecorregímenes de cubiertas’, donde Luis Miranda, responsable de sostenibilidad de Syngenta Iberia, ha destacado el esfuerzo de la compañía para desarrollar productos fitosanitarios de última generación adaptados a las nuevas exigencias de sostenibilidad; el desarrollo de una mezcla específica para sembrar cubiertas vegetales en distintas zonas; o el desarrollo de tecnologías que facilitan los análisis de suelos, presión de plagas etc. El cuidado del suelo ya sea a través de la implantación de cubiertas vegetales o de la siembra directa, son parte de la búsqueda de una Agricultura Regenerativa que «responda a los importantes retos medioambientales y de sostenibilidad del sector».

Finalmente, cabe que recordar que el convenio ‘La Agricultura de Conservación en la nueva PAC: Una gran oportunidad para los agricultores y el medio ambiente’ incluye la realización de 4 webinars, 10 cursos presenciales, un curso online y 6 jornadas de campo entre finales de 2023 y hasta 2025, además de un repositorio en el que estará accesible documentos de todo tipo sobre este tipo de agricultura.
www.portalformativoac.es

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El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEACSV) acaban de firmar un convenio que, bajo el título ‘La Agricultura de Conservación en la nueva Política Agraria Común (PAC): una gran oportunidad para los agricultores y el medioambiente’ desarrollará una serie de acciones formativas desde finales de 2023 hasta 2025, entre las que se incluyen 3 webinars, 10 cursos presenciales, un curso online y 6 Jornadas de campo. Este mes de noviembre se ha programado ya el primer webinar online y la primera Jornada de campo que se van a centrar en el uso de las cubiertas vegetales y su encaje dentro de los Eco-Regímenes de la nueva PAC.

En concreto, el 21 de noviembre se ha programado el webinar titulado ‘Las cubiertas en el marco de los eco-regímenes de la PAC’, que es de inscripción gratuita y que ofrecerá los conceptos clave para entender qué es la Agricultura de Conservación y tener una visión general de qué son las cubiertas vegetales, qué implica su práctica, además de conocer de primera mano los requisitos a cumplir para poder acogerse a cualquiera de las medidas de cubiertas contempladas en los eco-regímenes. Solo se podrá acceder al webinar inscribiéndose en la página web habilitada para el desarrollo de este convenio: www.portalformativoac.es

Como ya se ha apuntado, este convenio formativo entre MAPA y AEACSV incluye también seis Jornadas de campo para aprender sobre el terreno las técnicas de agricultura de conservación y sus beneficios tanto agronómicos como medioambientales. Así, el 30 de noviembre se va a desarrollar la primera en la ‘Finca La Plana de Vico’, en la localidad riojana de Arnedo.

Los asistentes a la misma tendrán la oportunidad de ver ‘in situ’ «un exitoso caso de cubiertas vegetales en viñedo, ya que esta finca lleva siete años aplicando cubiertas vegetales en sus viñas y es una explotación referente tanto en el municipio de Arnedo, como en toda La Rioja». Se abordarán aspectos claves en el manejo de las cubiertas vegetales en viña, así como los beneficios medioambientales que este tipo de práctica supone para el ecosistema agrario, todo de la mano de expertos y agricultores referentes es este sistema de manejo.

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El investigador adscrito al Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3) Raúl Ochoa–Hueso, del grupo ‘Fuego, Ecología y Biodiversidad en Ecosistemas Mediterráneos | RNM–923’ de la Universidad de Cádiz (UCA), ha puesto en valor los beneficios de la introducción del ganado ovino en los viñedos. Esta práctica, «nos permite manejar la cubierta vegetal de forma gratuita sin utilizar combustibles fósiles» sin emplear maquinaria, ya que «la siega a diente nos permite eso».

Además, según el investigador «podemos ver al ganado ovino como una especie de compostadores portátiles que nos ayudan a procesar esa materia orgánica y devolverla al suelo en forma de abono de alta calidad, tanto a nivel nutricional como a nivel de enriquecimiento en comunidades microbianas que luego van a ser claves para mejorar la calidad del suelo». Incluir las ovejas en los viñedos, también, «permite la diversificación en la producción de forma que podamos producir vino y ovejas para distintos tipos de fines».

Ochoa–Hueso ha concluido que la introducción de estos animales en el viñedo es «contribuir a reacoplar dos aspectos de la agricultura que siempre han estado conectados: la producción de alimentos vegetales y ésta ligada al ganado».

El experto es el investigador principal del Grupo Operativo Suelos Vivos ‘Regenerando vida en suelos de viñedos gaditanos’, cuyo objetivo es acelerar la transición de los viñedos de esta zona a sistemas de producción sostenibles, mejorando la calidad del producto final, incrementando su biodiversidad y aportando valiosos servicios ecosistémicos.

Cabe señalar que este Grupo Operativo está compuesto por la Universidad de Cádiz y el ceiA3, ASAJA Cádiz, la Universidad Pablo de Olavide y Bodega Primitivo Collantes y como colaboradores, el Centro IFAPA–Rancho de la Merced, la Bodega Manuel Aragón y la Cooperativa Unión de Viticultores Chiclaneros.

Este proyecto está financiado con Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2020. 

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Los efectos positivos de la cubierta vegetal bajo la línea de cultivo de viñedos han quedado demostrados en un estudio que forma parte de la tesis doctoral del técnico de asesoramiento de INTIAF. Javier Abad, y que ha sido publicado en la revista científica Scientia Horticulturae. Esta investigación ha sido desarrollada desde la Universidad Pública de Navarra (UPNA), en colaboración con EVENA, Neiker e INCAVI-IRTA. El artículo hace referencia al impacto de una cubierta de trébol fresa bajo las cepas sobre parámetros de calidad del suelo en una parcela de clima mediterráneo, siendo este impacto beneficioso sobre parámetros de carbono de suelo, estructura, infiltración desde los 16 meses desde su implantación y en parámetros biológicos desde los 20 meses. 

Aunque en los últimos años el empleo de cubiertas vegetales en el viñedo ubicadas en la calle del cultivo ha experimentado un crecimiento importante, «aún sigue siendo bajo el nivel de implantación de este tipo de manejo, apenas un 5% de la superficie del viñedo»

Este tipo de cultivos de cobertura «son una buena opción desde el punto de vista ambiental, puesto que aumentan el carbono orgánico del suelo, mejorar la filtración de agua, reducen la erosión del suelo y las emisiones de gases invernadero, a la vez que aumentan la biodiversidad de los viñedos». A pesar de ello, al compartir el mismo espacio y competir por el mismo agua y nutrientes, «esta opción no se suele plantear para el espacio que queda bajo las cepas»

Esta investigación «recalca el efecto positivo que el uso de esta cubierta bajo las cepas tiene en la calidad del suelo y el comportamiento agronómico del viñedo». Según refleja el estudio, esta práctica novedosa «ha demostrado ser una herramienta factible y beneficiosa que puede incorporarse a la cartera de opciones de manejo del suelo para viñedos en áreas mediterráneas donde se dispone de riego de apoyo. En condiciones de secano, la idoneidad de esta técnica es probablemente más limitada y, por lo tanto, debe utilizarse con cautela»

Asimismo, «el estudio considera necesario evaluar las implicaciones a más largo plazo sobre las características edáficas, agronómicas y enológicas, y estudiar el potencial de otras especies de cultivos de cobertura que podrían adaptarse mejor al clima mediterráneo y otros suelos».

En un primer trabajo que se publicó en la revista OENOone se presentaron los primeros resultados de cómo una cubierta de trébol fresa bajo las cepas no afectaba a la producción del viñedo ni a la composición de la uva, «siendo una buena alternativa al empleo de maquinaria intercepas o al empleo de herbicida». En el publicado en Scientia Horticulturae, que se puede consultar de manera libre y gratuita hasta el 24 de febrero, se remarca como, además de lo anterior, la cubierta, en un breve periodo de tiempo, «ya tiene efectos positivos sobre parámetros de calidad del suelo como son el carbono orgánico, la agregación, la infiltración o la actividad y diversidad biológica del suelo».

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El Grupo Operativo (GO) Citrustech sigue trabajando en el desarrollo de avances tecnológicos para la modernización y la sostenibilidad en la producción de cítricos con el objetivo de mitigar los efectos del cambio climático. Entre las técnicas innovadoras, se aborda el manejo del suelo mediante cubiertas vegetales. Este tipo de gestión, además de reducir el uso de herbicidas, y su posible repercusión al medio ambiente, reduce el uso del conjunto tractor–apero cuya utilización emite gases de combustión a la atmósfera y contribuyen al cambio climático.

Pero en el proyecto también se impulsa la optimización de tratamientos fitosanitarios a través del uso de la herramienta de recomendación de volúmenes de caldo ‘CitrusVol’. Esta herramienta «puede reducir el volumen de caldo entre el 20 y el 40%, dependiendo de la plaga a tratar, el producto utilizado, el tamaño de los árboles y el marco de plantación», según fuentes del GO Citrustech. Para añadir que esta reducción «se debe a que el volumen recomendado por la herramienta se ajusta al tamaño y densidad real de la vegetación objetivo, adecuando el volumen de aplicación a la cantidad de vegetación que se pretende proteger, al tipo de plaga y al producto que se utiliza».

La utilización de esta herramienta supondrá, por lo tanto, «una reducción del uso de agua y producto fitosanitario lo que implicaría a su vez, una reducción del llenado de los depósitos y de los viajes para la carga de agua. Es por ello, que se produciría una reducción del gasto de gasoil y de emisiones de gases de combustión a la atmósfera, así como de fitosanitarios y sus derivados que pueden contribuir al cambio climático», han indicado las mismas fuentes. Asimismo, no hay que olvidar la labor como sumidero de carbono de las plantaciones citrícolas que mejorando la rentabilidad del cultivo no se abandonarán.

El GO Citrustech está compuesto como socios solicitantes por Anecoop, el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), la Universidad Politécnica de Valencia, García Carrión, la Universidad Politécnica de Cartagena, la Universidad de Córdoba y Cajamar. Y como socios colaboradores, con Asaja, Ailimpo, Revacitrus, Sunaran y Asociación de Citricultores de Huelva.

Este proyecto, que está cofinanciado a través de una ayuda del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) en un 80% y un 20% por fondos de la Administración General del Estado, cree necesario mejorar las técnicas de trabajo, para hacer un cultivo más sostenible, tanto económica como medioambientalmente y así asegurar su continuidad. El importe subvención para su ejecución es de 587.734,05 euros.

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El suelo es uno de los mayores reservorios de carbono en los ecosistemas terrestres, ya que en el proceso de secuestro de CO2 contribuye en gran medida a reducir los gases de efecto invernadero. En este enfoque, se ha basado la tesis doctoral del investigador del Departamento de Química Agrícola, Edafología y Microbiología de la Universidad de Córdoba (UCO), Manuel González Rosado, que trabaja dentro del proyecto europeo Diverfarming y que ha explicado que el suelo del olivar mediterráneo «tiene una enorme capacidad para secuestrar carbono ya que, durante muchos años, se han empleado malas prácticas que han conllevado la pérdida de CO2, como el laboreo convencional o el no laboreo a base de herbicidas».

De los suelos de las parcelas de Jaén donde se ha llevado a cabo el estudio, González Rosado ha comentado que «tienen un gran potencial, porque existe mucha disponibilidad de almacenamiento, lo cual da la oportunidad de secuestrar carbono y hacer que permanezca con las prácticas agrícolas adecuadas».

Entre los manejos estudiados que ayudan a la captación de carbono se encuentra la introducción de cubiertas vegetales entre las calles del olivar que, además, previenen la erosión del suelo, algo que se dibuja como uno de los principales problemas de los olivares andaluces. El investigador de la UCO ha señalado que, anualmente, «se pierden en estos cultivos cantidades por encima de las 10 toneladas desuelo por hectárea y año, especialmente altas cuando se aplican prácticas de no laboreo y suelo desnudo con herbicidas». Para añadir al respecto que «esto podría revertirse con la implementación de cubiertas, ya que la erosión podría llegar a reducirse enormemente». Por este motivo, considera casi «obligatorio» un cambio de manejo que «implique la inclusión de cubiertas vegetales y que aumentan también la productividad y propician la regeneración de las propiedades del suelo mejorándolas». En el lado opuesto, ha indicado que «las prácticas de laboreo convencional y no laboreo con suelo desnudo son insostenibles para conseguir objetivos como los de la iniciativa ‘4 por 1.000’, que propone un incremento de carbono en el suelo de un 0,4% en los primeros 40 cm del suelo».

En su tesis, Manuel González Rosado ha querido ir un paso más allá, estudiando no solo esta capa superior sino también los demás estratos del suelo. Así, considera relevante tener en cuenta el horizonte profundo en el almacenamiento de carbono pues los efectos varían. «Analizamos perfiles completos de hasta 120 cm de profundidad y vimos que se almacenaba casi el 50% de carbono en esas capas inferiores», mientras que si solo se hubieran quedado con los primeros 40 cm «los cambios no habrían sido significativos», ha apuntado.

De hecho, varía el resultado incluso dentro de la misma parcela, en cuestión de la profundidad a la que se haga referencia. Por eso, «es importante estudiar la manera en la que el carbono, no solo se almacena, sino también en la que se mantiene en profundidad, ya que dependiendo de la fracción del suelo en la que se encuentre el carbono tendrá una mayor o menor estabilidad».

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El grupo hortofrutícola ‘El Ciruelo’, que cuenta con dos centrales hortofrutícolas que superan los 10.000 metros cuadrados de superficie cubierta cada una de ellas, participa este 2020 en el proyecto internacional AgBio, impulsado por Syngenta, una iniciativa de investigación y desarrollo enmarcada en el plan de compromisos por una agricultura sostenible ‘The Good Growth Plan’ y su plan de inversión de 2.000 millones de dólares en los próximos cinco años en nuevas tecnologías que ayuden a mitigar el impacto del cambio climático. 

Marisa Ruiz, responsable de calidad en El Ciruelo, ha manifestado que «se trata de un proyecto pionero enfocado en la sostenibilidad agrícola que trata de demostrar como la mejora de la biodiversidad contribuye de manera fundamental a una agricultura sostenible y rentable, mejorando las producciones y la calidad de la fruta, además de ayudar a preservar recursos fundamentales como el suelo y el agua».

Por su parte, Javier Peris, responsable del proyecto en Syngenta, ha indicado que «el proyecto AgBio pretende demostrar como biodiversidad y un suelo vivo pueden incrementar la sostenibilidad y rentabilidad de un ecosistema agrario. Se trata de dar una visión de la importancia de un ecosistema como es el agrario en conjunto donde existen múltiples relaciones que apenas conocemos, como por ejemplo cómo se interrelaciona los organismos del suelo (microbiota) con el cultivo y su influencia sobre plagas y enfermedades».

Mediante la implantación en las calles de los frutales de cubiertas vegetales capaces de atraer y mantener una gran diversidad de invertebrados, formados principalmente por artrópodos (grupo en al que pertenecen insectos, arácnidos y miriápodos), anélidos (lombrices), y moluscos (caracoles), el proyecto AgBio estudia cómo estas cubiertas verdes influyen en el equilibrio plaga-depredador, sobre la polinización o la mejora de la calidad del suelo gracias a los procesos biológicos que se desarrollan en él, a la vez que se reduce la erosión y se minimizan las emisiones de carbono.

Durante el año 2020 se han podido catalogar dentro de las parcelas con frutales de El Ciruelo en Murcia  (dedicadas al cultivo de distintas variedades de uva de mesa con y sin semilla, melocotones, nectarinas, paraguayos, ciruelas y albaricoques), donde se desarrolla el ensayo, hasta 137 especies de insectos, de las cuales 22 están catalogadas como amenazadas por la UICN - Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Entre ellas, destacan 53 especies polinizadoras, como la abeja de la miel, abejorros o numerosas especies de abejas silvestres, como la abeja solitaria Colletes merceti, endemismo ibérico cuya presencia sólo se había detectado antes en la provincia de Almería.

La siembra de cubiertas vegetales ha generado igualmente la aparición de un gran número de enemigos naturales de las plagas de diversos cultivos como Alysia manducator, avispa parasitoide de dípteros-plaga como Delia o Drosophila. Entre las especies encontradas destaca especialmente el escarabajo Meloe cavensis, un raro endemismo del sur de la península incluido en la lista roja de la UICN (Unión internacional para la conservación de la naturaleza). Se trata de un escarabajo de gran valor como fauna auxiliar ya que las larvas se alimentan de las larvas de saltamontes y langostas, evitando de esta manera que puedan a llegar a convertirse en plagas.

www.syngenta.es

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Se trata de un trabajo de investigación llevado a cabo por investigadores del Grupo imaPing del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC-Córdoba)

 

La sanidad vegetal ha sido la temática protagonista de la 3ª edición del Premio del Artículo Agrario que organiza Fira de Lleida en el marco de la 64ª edición de la Feria Agraria de Sant Miquel y la 33ª edición del salón Eurofruit, que se celebrarán de 27 al 30 de septiembre. Así, el premio en esta categoría se lo ha llevado el trabajo titulado ‘Cartografía de Cynodon dactylon en viñedo mediante imágenes UAV y tecnología OBIA para uno uso sostenible y localizado de herbicida’, obra de varios autores. Por su parte, ‘Inmunidad lactogénica en la cerda: enfoque práctico’, de Lorenzo José Fraile, ha sido la obra ganadora del Premio del Libro Agrario.

El jurado de ambos galardones ha destacado, por un lado, que «se trata de dos temas de mucha actualidad y muy nuevos, concretamente la aplicación de los adelantos tecnológicos en inmunología en el sector porcino y de la aplicación de la agricultura de precisión (drones) en el control de malas hierbas» y, por el otro, «el excelente nivel de la mayoría de obras presentadas, en muchos casos trabajos de investigación».

Sobre ‘Cartografía de Cynodon dactylon en viñedo mediante imágenes UAV y tecnología OBIA para uno uso sostenible y localizado de herbicida’, se ha resaltado la progresiva importancia que va adquiriendo la agricultura de precisión, y en este caso el uso de drones para la detección y control de malas hierbas en cultivos de viña. Esta tecnología permite crear algoritmos que analizan la problemática de cada parcela y actuar con los tratamientos adecuados sobre la misma de forma individualizada, evitando el uso excesivo de herbicidas y otros productos, y optimizando costes.

El artículo es el resultado del trabajo conjunto de la ETSEA – Universidad de Lleida, el Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba y el Instituto de Ciencias Agrarias de Madrid. En el mismo se considera que el manejo adecuado de las cubiertas vegetales en viñas de regadío protege el suelo de la erosión y permite equilibrar el vigor y rendimiento de la viña, lo que redunda en una mejora de la calidad de la cosecha. Estas ventajas quedan menguadas con las infestaciones de grama (Cynodon dactylon) en las cubiertas, una especie de maleza o hierba invasiva perenne, altamente competitiva y difícilmente controlable.

El objetivo del trabajo consistió en la detección temprana y mapeo de esta maleza en viñas con cubierta vegetal mediante el uso de imágenes UAV (vehículos aéreos no tripulados) y técnicas de análisis de imágenes basadas en objetos (OBIA). El algoritmo desarrollado permitió la clasificación de los 4 usos principales presentes a la viña (viña, suelo desnudo, grama y cubierta vegetal) y la generación de mapas de grama para su control localizado, disminuyendo de este modo el coste económico y medioambiental del tratamiento.

En la ceremonia de clausura de la Feria Agraria de Sant Miquel, los premios fueron entregados por Ramón Farré, delegado del gobierno de la Generalitat de Cataluña en Lleida, y por Luis Planas, Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, quien remarcó en su discurso la importancia de la digitalización de la agricultura para la gestión de la PAC.

 

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