El proyecto AgRimate llevará la IA a la poda del olivar y el viñedo
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha reunido a agricultores, técnicos e investigadores de España, Italia, Alemania y Finlandia en la SCA San Vicente de Mogón (Jaén), que produce el aceite de oliva virgen extra Puerta de las Villas, para abordar en una intensa jornada los desafíos de la poda del olivar.
Esta visita ha supuesto el arranque del proyecto AgRimate, financiado por la Unión Europea, que comenzó a desarrollarse el pasado enero y durará cinco años. Con un presupuesto total de casi 5 millones de euros, está formado por un consorcio de 12 socios (4 universidades, 2 entidades de investigación, 4 empresas de investigación y 2 organizaciones de agricultores, entre las cuales UPA), y coordinado por la Fundación Tecnalia Research & Innovation.
AgRimate tiene como objetivo «transformar las tareas de poda en olivar y en viñedo para los pequeños agricultores mediante el uso de tecnologías de realidad aumentada (RA) y robótica, enriquecidas con inteligencia artificial (IA)».
Las soluciones tecnológicas se basan en un módulo de inteligencia artificial capaz de aprender del conocimiento humano experto para abordar los desafíos de la poda de árboles. En el caso del olivar, el proyecto busca desarrollar unas gafas de realidad virtual, como asistentes que ayuden al podador, y un exoesqueleto que avance en la mejora de las condiciones físicas del trabajo. El proyecto no sólo tiene como objetivo mejorar la productividad y la eficacia de los recursos, sino también la inclusión social y las condiciones de trabajo en el sector agrícola.
UPA ha explicado que el sector agrario se enfrenta a un «enorme desafío» en la búsqueda de mano de obra para la realización de trabajos «que son casi imposibles de mecanizar». De ahí que se haya involucrado en el proyecto AgRimate, que «pretende poner a disposición de los agricultores herramientas de última tecnología que faciliten, en la medida de lo posible, los trabajos agrícolas, con la idea de reducir el problema de disponibilidad de mano de obra».
El proyecto, que comenzó a andar el pasado mes de enero, avanza con la visita realizada a principios de marzo a la SCA San Vicente de Mogón, en la que las empresas tecnológicas participantes han podido conocer los trabajos de poda en el olivar tradicional. Este conocimiento «es fundamental para que estas empresas puedan planificar su trabajo en los próximos años, avanzando en el diseño futuro de las herramientas de inteligencia artificial».