El director general de la Organización Internacional de Ia Viña y el Vino (OIV), Pau Roca Blasco, ha fallecido el 7 de diciembre en Dijon (Francia) a los 65 años, tras una larga enfermedad. Desde el 1 de enero de 2019 era director general de esta entidad, siendo el primer español en alcanzar este hito en sus cien años de historia y cuyo mandato finalizaba en apenas unos días.

Nacido en Reus (Tarragona) en 1958, Roca, que era licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Barcelona y diplomado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, fue desde 1992 y durante 27 años secretario general de la Federación Española del Vino (FEV).

También fue el delegado español en la OIV (desde 1992), presidente del grupo de expertos ‘Derecho e Información del Consumidor’ entre 2010 y 2016, así como vicepresidente del grupo de expertos ‘Desarrollo Sostenible y Cambio Climático’ entre 2016 y 2018.

En un comunicado, la OIV ha destacado que Roca «ha impulsado el desarrollo de la digitalización en el sector vitivinícola, pero también para la OIV, promoviendo nuevas herramientas de comunicación interna dentro de un departamento que ha desarrollado en gran medida». Asimismo, ha desempeñado «un papel decisivo en el traslado de su sede a Dijon e inició la gestión del Año del Centenario de la entidad».

Comprometido en que la OIV, su papel y sus actividades fueran reconocidos en un mundo cada vez más globalizado, «estrechó durante su mandato lazos con otras instituciones mundiales como la Organización Mundial del Comercio, la Organización Mundial del Turismo, la OCDE, la FAO, el CIHEAM y el Codex Alimentarius». Al mismo tiempo, dio la bienvenida a 3 nuevos Estados miembros, el Reino Unido, Ucrania y Albania, llegando a los 50 Estados Miembro.

En una entrevista publicada en el número de julio–septiembre de este año en nuestra revista Enoviticultura, Roca comentaba que su mandato «ha sido un mandato fuera de lo previsto, debido a la pandemia, que ha interferido mucho, pero que al mismo tiempo nos ha llevado a una serie de replanteamientos dentro de la OIV. Más que una parálisis ha supuesto reinventar las formas de encuentro entre los expertos de los 50 Estados Miembro, creando una dinámica distinta en la organización». Para añadir que «la OIV es una fábrica de acuerdos».

Regina Vanderlinde y Luigi Moio, que presidieron la OIV durante el mandato de Pau Roca, han elogiado su convicción y compromiso con la industria vitivinícola mundial, que han permitido a la Organización entrar en un nuevo siglo.

La OIV, los Estados miembros, la comunidad científica de la Organización, los miembros de la Mesa y el personal de la OIV, así como el director general electo John Barker, y la FEV se han unido al dolor de su familia, su esposa Diana y sus tres hijos.