Gonzaga Santesteban García, Coordinador de RedVitis
13/05/2016
Entrevista
Gonzaga Santesteban García. Coordinador de RedVitis
‘RedVitis fomenta la coordinación entre investigadores en viticultura’
Siete universidades y tres centros de I+D españoles, liderados por la Universidad Pública de Navarra (UPNA), han formado una red de investigación en viticultura, RedVitis. Este consorcio ha sido seleccionado por el Ministerio de Economía y Competitividad dentro de la última convocatoria del Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia, en el apartado de Redes de Excelencia. El coordinador de la red es Gonzaga Santesteban García, profesor del Departamento de Producción Agraria de la Universidad Pública de Navarra.
¿Qué es RedVitis?
Es una red que acaba de constituirse a través de una subvención que ha venido del Ministerio de Economía y Competitividad para investigadores. El Ministerio había detectado necesidades de coordinación, de puesta en común de métodos. Lo que se plantea es que se puedan crear redes que ayuden a coordinar, a trabajar mejor. La gente que trabajamos en investigación en viticultura al final nos conocemos todos, pero a veces es más fácil que te encuentres con un colega en el extranjero que en un evento en España. Ya hace tres años que reactivamos la sección de viticultura de la Sociedad Española de Ciencias Hortícolas. Todo viene del mismo déficit. El nivel de investigación yo creo que es bueno, lo que falta es coordinación y puntos de puesta en común. Muchas veces existen duplicidades, el sistema muchas veces está marcado por la estructura de las comunidades autónomas, igual en muchas se está trabajando en lo mismo. Ese es el germen. En esa línea surgió la oportunidad de solicitar una red en la que se integraban diez equipos de investigación. El objetivo es realizar actividades de coordinación y también algunas de transferencia al sector.
¿Qué entidades forman la red?
Además de la Universidad Pública de Navarra, participan las universidades de Illes Balears, La Rioja, Lleida, Navarra, Politécnica de Madrid y Politécnica de Valencia, el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias) de la Generalitat de Catalunya y dos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV), de Logroño; y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), de Murcia.
¿Qué pasos serán los primeros?
Lo que tenemos planteado después de la reunión inicial es organizar varias reuniones sectoriales en las que se busquen puntos de contacto con el sector privado pero centradas en unos aspectos candentes de investigación. De hecho asociado a este primer encuentro colaboramos en una jornada en Briones sobre enfermedades de la madera, sobre longevidad de los viñedos.
Otras cosas que haremos van dirigidas a fomentar la participación de jóvenes investigadores. Se plantea un seminario de jóvenes investigadores en viticultura para que se puedan conocer. La crisis se nota. En tiempos de bonanza era fácil que investigadores que estaban haciendo la tesis fueran a los congresos. Ahora justo da el dinero para que vaya el investigador principal del equipo y realmente falta que esos jóvenes se conozcan entre ellos y hablen en su idioma y monten las bases de la investigación de dentro de unos años. En ese sentido también queremos fomentar estancias breves entre investigadores de la red para que los jóvenes puedan estar una semana con un equipo distinto al suyo. La comunicación telemática ahorra muchas cosas, pero la presencial es imprescindible. Es necesario ese intercambio entre laboratorios. También está previsto escribir una o dos monografías sobre aspectos metodológicos en los que pensamos que puede haber interés. En concreto pensamos en una especie de guía de campo de medidas para el viñedo rigurosas que puedan servir a un viticultor o a una bodega mediana con medios limitados.
¿Qué tiene de singular esta red?
El centro de la red es la investigación, no tiene nada que ver, por ejemplo, con la plataforma tecnológica del vino, en la que se unen empresas y grupos de investigación, se intercambian impresiones, se plantean líneas maestras de trabajo, se ha hecho un plan estratégico y muchas cosas. El objetivo de RedVitis no es sacar novedades, pueden salir, pero no es el núcleo. El nuestro es la coordinación metodológica y el debate de temas candentes. Se trata de intercambiar impresiones para aprender. El día a día nos dificulta aprender, estamos centrados en un solo tema y esta es una buena excusa para ampliar la mente, poner cosas en común y comparar la manera de trabajar entre los grupos. Queremos que tenga un traslado al sector pero no es el centro de la red. Es totalmente nuevo, es la primera vez que se hace. No sé si hay otra en agricultura, es una convocatoria global a nivel de toda la ciencia. La palabra red es distinta de plataforma. El objetivo es hacer red. La relación entre los grupos es buena, nos vemos y nos queremos, hay que fomentarla. Hay que reservar un tiempo para debatir con investigadores sobre aspectos centrales del día a día de nuestro trabajo.
¿En qué trabaja usted ahora?
Nuestro grupo de Fruticultura y Viticultura avanzada que dirige Bernardo Royo, en el que estamos Carlos Miranda y yo es bastante variopinto, trabaja en técnicas de cultivo. Hemos trabajado muchísimo en riego –es un tema estrella por razones obvias en España–, ahora trabajamos en la mejora del cuajado de la variedad Garnacha a través de un contrato con una bodega, también en metodologías que puedan permitir sincronizar mejor la madurez fenólica con la sacarimétrica, en temas de manejo de vegetación, de tocar el riego para alargar el ciclo y también en técnicas que permitan tener hollejos, pieles un poco más duras, y en germoplasma estamos caracterizando nuestra colección de biotipos de garnacha, que tenemos una colección muy completa de casi 4.000 que se recopilaron por viñedos de Navarra, que casi todos están arrancados. Es un proyecto a muy largo plazo, pero tenemos bastante lío.
Rosa Matas, Lleida.
Publicado en Enoviticultura nº 38