La mejora vegetal, clave e imprescindible

La mejora vegetal ha contribuido a incrementar hasta un 90% los rendimientos agrarios.

 

En la agricultura actual, la mejora vegetal está desempeñando un papel decisivo. Al respecto, Elena Sáenz, directora de la Asociación de Obtentores Vegetales (ANOVE), ha manifestado que «las técnicas aplicadas a la obtención de nuevas variedades de semillas y plantas y los avanzados métodos biotecnológicos han contribuido a que los cultivos puedan resistir mejor plagas y enfermedades, a alcanzar mejores y más rápidos resultados y, en definitiva, a aumentar la productividad de las explotaciones».

Un informe del Institut Cerdà ha analizado las aportaciones de la mejora vegetal en España. Presentado en el Parlamento Europeo señala que el sector obtentor «es clave e imprescindible» no solo para la alimentación sino también para la economía, «ya que la competitividad y calidad de la actividad de los mejoradores vegetales transciende a todos los eslabones de la cadena, beneficiando a la sociedad, el medio ambiente y la economía»

Durante la segunda mitad del siglo XX, se produjo un incremento de la productividad agrícola a nivel mundial; según otro estudio, el denominado informe Noleppa, «el 67% de ese aumento se debe expresamente a la mejora de las variedades de semillas y plantas». Al mismo tiempo, «la mejora vegetal también ha permitido reducir el uso de fertilizantes y de fitosanitarios, y ha contribuido a reducir el consumo hídrico y energético».

Por su parte, según el citado informe, la mejora de las plantas y semillas ha ayudado a reducir las emisiones de CO2 en 262.000 toneladas al año tan solo en nuestro país y ha contenido los costes de las materias primas, «además de mejorar las propiedades y calidad de los alimentos, satisfacer las exigentes necesidades de los consumidores e incrementar la seguridad y la trazabilidad alimentaria». En los últimos cincuenta años, la colaboración en «mejora vegetal entre los sectores público y privado ha contribuido a incrementar un 90% los rendimientos agrarios de algunos cultivos, y ha hecho posible que se aumente la producción de alimentos con los que nutrir a una población en constante crecimiento»

Entre las conclusiones más destacadas del informe Cerdà destaca que la mejora de semillas y plantas «aportó a la economía española casi 1.000 millones de euros en 2019». De hecho, las empresas dedicadas a esta actividad invirtieron el año pasado en I+D aproximadamente un 20% de su facturación, superando proporcionalmente el porcentaje de inversión de otros sectores como el aeroespacial, el electrónico o el farmacéutico.

La investigación de los mejoradores vegetales ha permitido «adaptar variedades a lugares y climas donde antes no se cultivaban, mejorar la tolerancia a las condiciones climáticas extremas, aumentar la protección contra plagas y enfermedades y multiplicar el rendimiento de las explotaciones reduciendo los costes de explotación».

Las actuales técnicas de mejora genética permiten la obtención de nuevas variedades empleando menos tiempo y con mayor seguridad. «La mejora vegetal es una actividad altamente especializada que hace posible transferir al campo la tecnología de última generación empleada en los laboratorios», ha indicado el director general de ANOVE, Antonio Villarroel. Para añadir que «es necesario que las instituciones europeas sean más sensibles a los criterios de los científicos que a los mensajes demagógicos o a las presiones de algunos grupos alarmistas. Están en juego dos cuestiones decisivas: la calidad de la alimentación de los consumidores y la competitividad de la agricultura europea».

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