La UAGR–COAG rechazará los presupuestos extraordinarios del Consejo Regulador de la D.O.Ca. Rioja
Las organizaciones dominantes en el Consejo Regulador y la Interprofesional del Rioja pretenden aprobar unos presupuestos de más de 15 millones de euros para 2025, de los que más de la mitad se dedican al presupuesto extraordinario de promoción, según ha indicado en un comunicado la Unión de Agricultores y Ganaderos de la Rioja (UAGR–COAG). Esta organización agraria considera que, tras 4 años sin rentabilidad, «los viticultores no pueden costear 8,6 millones de euros para el presupuesto extraordinario de promoción, dado el injusto reparto del valor que genera la venta de vino debido al abuso de posición dominante por parte de las bodegas. Y mucho menos si además incluye un millón de euros para conmemorar el centenario de la D.O.Ca. Rioja, en un momento en el que el sector productor no tiene nada que celebrar». Por este motivo, lamenta que «el sentir mayoritario de unidad del sector productor que existe en la calle no se traslade adecuadamente a las mesas de negociación».
La UAGR–COAG ha denunciado que las organizaciones que comandan la D.O.Ca. Rioja «pretenden obviar la grave situación que atraviesa gran parte del sector productor, continuando con la senda que ha llevado a la actual falta de rentabilidad, provocando con sus erróneas decisiones la insostenible agonía del sector productor».
La Unión ha explicado que no puede aprobar que los viticultores financien el presupuesto extraordinario para promoción de las bodegas, ya que «bastante tienen con contribuir a los presupuestos ordinarios para el funcionamiento del Consejo».
Roberto Salinas, vocal de la UAGR–COAG en la Interprofesional y el Consejo Regulador, ha apuntado que «cualquier cantidad que se pusiera fuera del presupuesto ordinario debería ir enfocada única y exclusivamente a medidas urgentes para solventar la agudísima crisis que atraviesa el sector productor». Todo lo demás «es dinero para una promoción que solo ha servido para financiar las campañas publicitarias de las grandes bodegas, sin que después se reparta justamente con los viticultores el valor generado por la venta de vino».
La Unión alega otras dos razones más para rechazar la propuesta de presupuestos para el Consejo Regulador: el incremento del coste de la tarjeta de viticultor, «mientras que para las bodegas el aumento es menor», y el porcentaje de financiación de los presupuestos asignado a cada sector, por el que se obliga a los viticultores a financiar al 50% el presupuesto extraordinario de promoción, mientras que para el ordinario su contribución es del 30%