Las inesperadas consecuencias tras el temporal ‘Filomena’

Muchos fruticultores han comprobado numerosos daños provocados por los conejos en frutales jóvenes a pesar de las protecciones, una vez desaparecida la nieve que dejó el temporal ‘Filomena’ tras su paso, que en muchas comarcas aragonesas llegó a espesores de 20 y 30 centímetros. El suelo cubierto hasta una altura más alta de lo habitual dejó los troncos expuestos a los conejos que, también por la nieve, vieron desaparecido su sustento habitual.

Apenas dos días han bastado para que cientos de árboles hayan visto sus cortezas raídas. Muchos de ellos morirán sin remedio. Algunos podrán salvarse si el daño no ha llegado a rodear por completo al árbol. «Los árboles en los que los conejos han conseguido dar la vuelta completa al tronco del árbol morirán sin remedio ya que la corteza tiene una parte interna, denominada floema, que es la encargada de actuar como línea de suministro de savia. Al haber desaparecido, no es posible que la savia ascienda», ha explicado, Agustín Sánchez, gerente de la Asociación de Empresarios Agrícolas de la Margen Derecha del Ebro (AEAMDE).

La agricultura lleva muchos años manifestando los numerosos daños de especies cinegéticas como el corzo o el conejo. Poblaciones que en muchos casos son muy complicadas de estabilizar y de impedir su crecimiento. Tras un 2020 conviviendo con la pandemia, un Estado de Alarma con un confinamiento de tres meses y una reducción significativa de movilidad el resto del año, las poblaciones han sufrido un numeroso incremento a ojos vista y los daños se hacen cada vez más cuantiosos. Un hándicap más para la fruticultura, que afrontará otra campaña en situación muy similar a la pasada.

Tras la declaración de zona catastrófica, muchos daños deben ser recogidos y auxiliados, el sector confía en que algunos de estos ‘inesperados daños’ tengan también un hueco.

 

Más de 46.000 ha de olivos afectadas en Cataluña
Por otro lado, la consellera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Catalunya, Teresa Jordà, ha fijado en más de 46.000 hectáreas las afectaciones en el cultivo de olivo en esta Comunidad Autónoma debido al temporal Filomena. Jordà, que ha visitado fincas de olivos de la comarca de las Garrigues para conocer de primera mano algunos de los daños originados en este cultivo, ha explicado que «la nevada se ha producido cuando se ha terminado la cosecha. La del año pasado está salvada, pero hemos de ver cuál será la afectación en la de este 2021».

En el marco de las visitas, Jordà se ha comprometido «a trabajar y buscar soluciones para recuperar el potencial productivo de las zonas afectadas por el temporal y encontrar de manera conjunta medidas estructurales a corto y medio plazo».

Técnicos del Departamento de Agricultura han realizado, una vez deshelada la nieve, la valoración de los daños que la nevada del 9 y 10 de enero ha dejado principalmente en el cultivo del olivo. El cálculo total es de 46.383 ha: 34.633 en la zona de Lleida, 8.750 en las Tierras del Ebro y 3.000 en el campo de Tarragona. Las comarcas más afectadas son las Garrigues, el Segrià, Urgell, la Terra Alta, la Ribera d’Ebre y el Priorat.

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