Ponen en relieve el papel del sector vitivinícola en Castilla–La Mancha

Fruto de la extensa actividad vitivinícola desarrollada en Castilla–La Mancha, el sector del vino aporta más de un 4,6% al PIB de esta región, generando un Valor Añadido Bruto (VAB) total superior a los 1.740 millones de euros (M€) anuales, y presenta un saldo positivo en su balanza comercial, que se sitúa, de media, por encima de los 770 M€ anuales en los últimos cinco años.

Estas son las principales conclusiones del estudio ‘La relevancia económica del sector vitivinícola en Castilla–La Mancha’, elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) para la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) y la Fundación Tierra de Viñedos. El presidente de AFI, Emilio Ontiveros, ha sido el encargado de presentar el citado informe, en un acto celebrado en Tomelloso (Ciudad Real), en presencia del consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo; el presidente y la directora general de la OIVE, Ángel Villafranca y Susana García, respectivamente; la directora de la Fundación Tierra de Viñedos, Diana Granados; el director territorial de Agrobank en Castilla–La Mancha, Pedro Antonio Martínez, y la alcaldesa de Tomelloso, Inmaculada Jiménez, entre otros.

El consejero Francisco Martínez Arroyo ha resaltado la importancia de este estudio desde el punto de vista económico y social, un trabajo iniciado desde hace dos años. Martínez Arroyo ha apelado, a la necesidad de avanzar en el embotellado en el vino, porque es ahí donde «hay valor añadido para esta tierra». Para subrayar que «fideliza a los clientes más allá de la buena labor de los comerciales de las empresas del sector de la región». Y ha animado al sector «a dar un paso valiente, sin localismos, ni ambages para que haya empresas grandes que defiendan bien el producto de los 85.000 viticultores que hay en Castilla–La Mancha».

Por su parte, Ángel Villafranca, ha querido destacar que es importante «saber lo que somos como sector y estos datos nos permiten saber dónde estamos y los retos que demos afrontar. Por ello, este tipo de información sectorial es el primer paso para el desarrollo del plan estratégico que desde OIVE estamos trabajando».

 Durante su parlamento, Emilio Ontiveros, ha comentado que «el sector tiene ante sí la oportunidad de redoblar el esfuerzo en I+D+i e impulsar programas formativos para el desarrollo de habilidades comerciales ligadas al sector, que den soporte a las estrategias de comercialización y posicionamiento internacional de los vinos elaborados en la región».

Cabe resaltar que Castilla–La Mancha cuenta con más de 456.000 hectáreas de superficie de viñedo, que suponen cerca de la mitad de la existente en España y más del 6% de la mundial, además de ser la región con más ha destinadas al cultivo ecológico en España. En cuanto a la producción de uva para vinificación, esta supera los 3,4 millones de t anuales, llegándose a producir más de 20 millones de hectolitros de vino al año. Castilla–La Mancha cuenta con un nutrido tejido empresarial dedicado a la vitivinicultura, en el que destaca el modelo cooperativo con un 75%–80% de los hectolitros de vino y mosto producidos en la región.

El estudio sobre la importancia económica del sector vitivinícola en Castilla–La Mancha es el primero de los informes regionales en los que OIVE está trabajando. En los próximos meses, tiene previsto publicar el análisis de la importancia del sector en otras zonas del país.

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