Raimat se suma a la tendencia de vinos sin alcohol con el Zero blanco y rosado
La bodega Raimat (D.O. Costers del Segre, Lleida) ha anunciado el lanzamiento de sus primeros vinos sin alcohol, un blanco y un rosado, bajo la marca Raimat Zero. De esta forma, se suma a la tendencia creciente a ofrecer vinos desalcoholizados para aquellos consumidores que no quieren o no pueden tomar alcohol. Los Zero siguen el mismo proceso de elaboración de los vinos de Raimat y, al final, «se les somete a un proceso para extraer su alcohol sin perder las características organolépticas ni añadir aromas».
Raimat Zero, con un PVP recomendado de 8,95 euros por botella, es un vino desalcoholizado que se elabora al igual que el tradicional mediante fermentación y vinificación, y después se desalcoholiza. Tras la vinificación, «se somete a un innovador proceso de destilación que elimina solo el alcohol y preserva los componentes aromáticos originales del vino». Este proceso reduce el contenido de alcohol a menos del 0,5%, «lo que permite clasificarlo como no alcohólico sin sacrificar su textura, sabor o aroma y sin añadir ningún aditivo aromático».
El Zero Blanc es un vino elaborado con ‘Xarel·lo’ y ‘Chardonnay’, con intensos aromas a frutas como la manzana o la piña, cítricos y sutiles notas lácteas. Fresco, suave, de gran armonía, sutil persistencia y final muy agradable, marida muy bien con ensaladas, pescado y marisco y especialmente con sushi y arroz.
Por su parte, el Zero Rosat es un vino color rosa salmón elaborado con ‘Merlot’, ‘Cabernet sauvignon’ y ‘Garnacha’. En nariz, tiene atractivos aromas a frutas, destacando las fresas y también fruta de hueso, y con un fondo de matices florales. En boca es equilibrado, con una sensación final elegante y sutil y un retrogusto de fruta fresca. Además, es un buen acompañante para pescados y carnes blancas y cualquier plato que contenga verduras.
Con los viñedos certificados como 100% ecológicos, Raimat es un referente en sostenibilidad en el sector vitivinícola y aplica múltiples medidas para mitigar el impacto medioambiental de la bodega. En los viñedos se practica la viticultura regenerativa y se aplican medidas como el mulching, que consiste en depositar materia vegetal u otro material triturado (cáscaras de nueces o almendras) bajo las cepas para evitar la evaporación del agua en el suelo y ayudar a la oxigenación, actuando de sombrilla. También se utilizan cubiertos vegetales en el suelo para contribuir a regenerarlo, fijarlo, reducir la erosión y mejorar la infiltración del agua de lluvia.