Soluciones de Arrigoni para proteger las viñas del cambio climático y mejorar la calidad del vino
Los efectos del cambio climático y los fenómenos extremos son cada vez más frecuentes y someten la viticultura a una dura prueba, incluso en zonas que normalmente brindaban un microclima ideal para este tipo de cultivo. Durante los últimos 30 años, la temperatura media ha aumentado 1,8 grados centígrados en la región mediterránea, según la Organización Meteorológica Mundial, y esto ha repercutido en la producción, la calidad organoléptica y el valor comercial de las empresas vitivinícolas afectadas.
Una maduración demasiado rápida, quemaduras solares en las uvas y un desequilibrio de los aromas hacia la sobremaduración: estas son algunas de las consecuencias del cambio climático que están afectando a muchas zonas vitivinícolas del mundo. Para hacer frente a estas amenazas, las empresas vitivinícolas están buscando soluciones. Arrigoni, gracias a su experiencia en el diseño y la realización de agrotextiles para el sector primario, ha estudiado protecciones específicas para las viñas, patentando Vigne Plus System®, un sistema de mallas y accesorios que aumenta el nivel de sombreado entre un 23 y un 25% y, al mismo tiempo, mejora el rendimiento productivo hasta un 30%.
Nuevas pruebas ‘in situ’ realizadas en la empresa agrícola Azienda Agricola G. Milazzo, en colaboración con el Consejo Nacional de Investigación italiano (CNR) y la Universidad de Palermo, confirman la eficacia derivada de emplear los agrotextiles de Arrigoni para controlar la temperatura y la radiación solar en el viñedo. Giuseppe Notarbartolo, enólogo de la empresa ha indicado que «a lo largo de la experimentación, probamos dos mallas de sombreado: ROBUXTA® blanca, una malla reflectante capaz de reducir la temperatura del dosel, y SCIROCCO® negra, una malla oscura que filtra la luz difusa, reduciéndola. En concreto, la malla negra permite retrasar la cosecha entre 10 y 12 días, comparada con la blanca; por otra parte, la malla blanca mantiene el dosel a una temperatura inferior».
Según Notarbartolo, «los primeros resultados son alentadores y demuestran las ventajas que aportan las mallas de sombreado, no solo para proteger las uvas de las quemaduras solares, sino también por la posibilidad de prolongar el periodo de maduración de forma que se pueda alcanzar el grado de madurez óptimo de las uvas, tanto para la producción de vinos espumosos como tranquilos blancos». Para añadir que «las soluciones propuestas por Arrigoni nos han abierto todo un abanico de posibilidades, tanto para la protección de las viñas como para el acondicionamiento del dosel en función de los objetivos enológicos que queremos alcanzar».
Por su parte, Davide Pacifico, investigador del Instituto de Biociencias y Biorrecursos del CNR de Palermo, ha comentado que «los primeros resultados observados en colaboración con los enólogos de la empresa agrícola Azienda Agricola G. Milazzo de Licata son muy alentadores, tanto en el uso de ROBUXTA® como de SCIROCCO®».
Los datos y las investigaciones efectuadas confirman, una vez más, «la validez de los sistemas de protección patentados por Arrigoni, que hoy más que nunca representa un aliado fiable para abordar con la empresa los problemas agronómicos del mundo vitivinícola».