Agroalimentario

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha afirmado que el futuro del sector agroalimentario español pasa por el regadío sostenible. A su juicio, la agricultura de regadío es una de las herramientas esenciales en la consolidación de la actividad primaria del país, por su capacidad de generar valor añadido y empleo en el medio rural. «La alternativa no es regadío sí o regadío no, sino regadío eficiente y sostenible sí o sí», ha asegurado

Su importancia, ha subrayado, es de gran relevancia para mantener la seguridad alimentaria, concepto que está al orden del día debido a las repercusiones de la guerra en Ucrania, el cambio climático, la sequía y la menor pluviometría. Pero también, para mantener la seguridad alimentaria de las futuras generaciones y ser capaces de producir más, pero con menos recursos naturales. Y para ello, el ministro ha sostenido que el regadío eficiente y sostenible es el que aporta mayor estabilidad y garantía a la producción de alimentos, en un mundo en el que se prevé que la población aumente hasta los 10.000 millones de personas en el 2050.

Planas ha hecho estas manifestaciones durante la inauguración de la jornada ‘El regadío español, referente de sostenibilidad y modernidad’, celebrada en Palma del Río (Córdoba). Este encuentro se ha enmarcado en la Semana de la Administración Abierta 2023, con la que el Gobierno español quiere acercar las administraciones públicas a la ciudadanía.

Asimismo, el titular del MAPA ha puesto de relieve el papel de la agricultura de regadío al señalar que, aunque los 3,8 millones de hectáreas en regadío que hay en España tan solo suponen el 23 % de la superficie total cultivada, en ellas se genera el 65 % del valor de la producción vegetal. El regadío –ha continuado– «permite multiplicar por seis la productividad, aumentar hasta cuatro veces la renta de los agricultores y generar tres veces más empleo».
 

Mejora del regadío histórico

Para Planas, la actual política de regadíos debe responder a múltiples exigencias, como las derivadas de la normativa en materia de agua y medioambiente, el cambio climático, la disponibilidad de insumos o las estrategias comunitarias fijadas con el Pacto Verde Europeo. La reutilización de aguas, el uso de tecnologías renovables y la digitalización son algunos de los mejores instrumentos para hacer frente a la actual situación de escasez de aguas, ha comentado. Ante este contexto, ha resaltado que el Gobierno de España se ha marcado como prioridad la modernización y el aumento de la eficiencia de los sistemas de riego con las últimas tecnologías en cerca de 694.000 hectáreas durante el periodo 2021–27.

Para ello, ha puesto en marcha el Plan de Modernización y Transformación de Regadíos, un programa que el ministro ha calificado de histórico y de ser el más ambicioso en lo que va de siglo, ya que contará con una inversión total de más de 2.130 millones de euros.

De esa cantidad, la mayor partida procede de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Las actuaciones previstas y encomendadas a la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), van a posibilitar un ahorro de agua del 10 % respecto a la situación de partida, y a la vez un uso más eficiente de la energía.

Planas ha detallado que, gracias a este plan, se modernizarán más de 200.000 hectáreas de regadíos, una circunstancia de la que se beneficiarán más de 20.000 regantes en toda España. Además, otras 500.000 hectáreas que ya cuentan con sistemas modernos de riego se podrán dotar de las últimas tecnologías existentes para mejorar aún más su eficiencia. 

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El escritor y exministro, Manuel Pimentel, ha participado en la tercera edición de los ‘Encuentros BIA 3’, un proyecto que busca reflexionar sobre aquellos temas o cuestiones que acaecen al agro, con el fin de dotar a los profesionales del sector de nuevas herramientas para poder enfrentarse a la complejidad de la situación actual.

El exministro ha asegurado que «la venganza del campo ya ha llegado, lo que encierra una verdad bíblica inexorable de la historia, ya que el abandono del campo; los principios antiproductivistas; el desprecio hacia la profesión y la falta de ayudas e inversiones tecnológicas y de capital, solo pueden traer consigo una consecuencia: la escasez de alimento». Venganza que se materializa «en lineales vacíos y precios desmesurados, que han llegado para quedarse y cuya estabilización sólo será posible si la sociedad urbana empieza a tomar conciencia e incluir en su imaginario la importancia que reside en la producción de alimentos».

Pimentel ha asegurado que es necesario un debate político que «nos permita generar una estrategia alimentaria que posibilite el abastecimiento del país. Una realidad cuya trascendencia debería ser similar a la de la autosuficiencia energética, y que precisa una estrategia que garantice la soberanía alimentaria». Y ha añadido que el sector agroalimentario «no puede subsistir en una coyuntura en la que las medidas consisten en castigos, impuestos y limitaciones, sino que precisa de un giro, para que todo cobre sentido de nuevo».

Un ejemplo de la incoherencia, «reside en la guerra del agua y los trasvases, mientras que, por un lado, existe un castigo social y mediático en la ejecución de las tuberías por su consideración antiecológica, y por otro aceptamos la construcción de gasoductos, oleoductos o incluso un tubo de hidrógeno que atraviesa países, alabando las posibilidades que plantean el desarrollo de estos proyectos». Y esta controversia existe, según Pimentel, porque el campo «sigue siendo castigado, por lo que, si dejamos de desarrollar políticas en contra del sector agroalimentario y asumimos lo fundamental de la producción agraria, el cambio será posible». Por todo ello, se necesita «volver a una sociedad que valore la producción de alimentos, ya que si la situación se mantiene en el tiempo nuestro castigo será su venganza: escasez y precios desmesurados».

El encuentro ha contado con el patrocinio de Proexport, AgroBank, AgriTech y la colaboración de Bodegas Castaño.

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Las exportaciones agroalimentarias son un motor de crecimiento del sector exterior español y han generado un superávit exterior del 1,5% del PIB

 

En Alimentaria 2022 se ha presentado el Informe Sectorial Agroalimentario, elaborado por CaixaBank Research. Judit Montoriol, economista de esta entidad, ha sido la encargada de detallar el contenido del mismo, en el que se pone de relieve que:

– Aún es pronto para saber el alcance y la repercusión del conflicto de Ucrania sobre la economía española y el sector agroalimentario en particular, pero sin lugar a duda el principal canal de impacto es el aumento de los costes energéticos. El conflicto supone un nuevo shock energético y retrasará la normalización del funcionamiento de las cadenas de valor global.
– El sector agroalimentario sufrirá un notable impacto de forma directa por el fuerte encarecimiento de ciertos insumos procedentes del ‘granero de Europa’. En concreto, el 27% y el 62% de las importaciones de maíz y de aceite de girasol, respectivamente, proceden de Ucrania, y Rusia es un proveedor importante de abonos minerales. Además, la guerra en Ucrania está generando un fuerte aumento del precio de las materias primas agrícolas a nivel global que también afectará de forma muy destacable al sector agroalimentario.
– En 2022, el estallido del conflicto en Ucrania ha hecho aumentar los precios agrícolas en los mercados internacionales, y su trayectoria a corto plazo es muy incierta, condicionada a la evolución del precio de los insumos y, a más largo plazo, a las políticas de biocombustibles vinculadas a los esfuerzos para descarbonizar la economía global.
– El gasto de los españoles en supermercados sigue siendo elevado y el gasto en restauración ya supera el nivel precrisis. Por ello, preocupa que un incremento persistente de los precios de los alimentos acabe mermando el poder adquisitivo de los consumidores y el consumo real.
– Se espera que la recuperación del turismo internacional apoye el gasto en restauración de los extranjeros, segmento que todavía muestra un importante gap respecto a las cifras precrisis.
– El cambio climático requiere un esfuerzo para adaptar el regadío español a las nuevas circunstancias y, en este sentido, las inversiones de los fondos Next Generation Unión Europea (NGEU) serán un gran apoyo para modernizar los regadíos.
– La industria agroalimentaria, por su parte, evoluciona más positivamente a pesar del encarecimiento de la energía y, por el momento, no parece verse afectada en demasía por la falta de suministros global.
– Si se compara el nivel del 4º trimestre del 2021 respecto al mismo periodo del 2019, el VAB del sector primario es un 2,6% superior al nivel precrisis y su contribución al conjunto de la economía es similar a la de antes de la pandemia (2,7% del VAB en 2021 frente al 3,4% en 2020 y el 2,9% en 2019).
– Resulta evidente que la evolución de los costes de producción está condicionando en gran medida la producción del sector agrario, llegando incluso a poner en aprietos la viabilidad económica de las explotaciones en algunos casos.
– El aumento del coste de los fertilizantes que se ha producido a nivel global es especialmente preocupante para el campo español, importador neto de este insumo.
– La industria de la alimentación ha seguido una tendencia ascendente a lo largo de 2021, con un avance del 3,4% en la producción industrial.
– El gasto con tarjetas españolas en supermercados y grandes superficies de alimentación aumentó un 36% en 2020 y retrocedió solamente un 1,1% en 2021, manteniéndose en un nivel elevado. Esta tónica positiva se ha mantenido este 2022 (+5,5% interanual en febrero). Por otra parte, el gasto con tarjetas españolas en restaurantes se recuperó en 2021 y superó el nivel de 2019 (+13,5%).
– España es una gran potencia exportadora de productos agroalimentarios: con una cuota mundial del 3,9%, ocupa la cuarta posición en la UE (por detrás de Países Bajos, Alemania y Francia) y la séptima a nivel mundial. Durante la pandemia, las exportaciones agroalimentarias han acelerado el paso, creciendo un 4,0% en 2020 y un 11,2% en 2021.

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Más de 3.000 empresas expositoras procedentes de 52 países, cerca de 100.000 visitantes (un 23% internacionales, de 149 países), y un impacto económico estimado de 180 millones de euros, reflejan la fortaleza de esta edición de Alimentaria & Hostelco, que ha ocupado 85.000 m2 de superficie neta de exposición en el recinto Gran Vía de Fira de Barcelona.

De este modo, el certamen ha vuelto a consolidarse como un evento global estratégico para la internacionalización de sus empresas participantes. De las más de 3.000 firmas expositoras, 400 han sido internacionales y de estas, Brasil, Eslovaquia, Australia, Canadá, Emiratos Árabes Unidos y Puerto Rico han participado por primera vez.

Entre los asistentes se ha contado con la presencia de 1.400 grandes compradores invitados procedentes de mercados estratégicos para la exportación de alimentos y equipamiento hostelero, como la Unión Europea, EE. UU. y Latinoamérica, que han participado en unas 13.000 reuniones que se han llevado a cabo con empresas.

El director de Alimentaria, J. Antonio Valls, ha manifestado que «la intensa dinámica vivida durante esta edición refuerza el carácter del evento como partner estratégico del sector en su imparable proceso de internacionalización. Destaca la calidad de los compradores que nos han visitado, que contribuirá a impulsar las ventas de la industria alimentaria en el exterior».

Por su parte, el presidente de Hostelco y de la Federación Española de Asociaciones de Fabricantes de Maquinaria para Hostelería, Colectividades e Industrias Afines (Felac), Rafael Olmos, ha indicado que «estamos muy satisfechos con los resultados de esta edición que ha supuesto un reencuentro largamente esperado por el sector, cumpliendo con unas expectativas que esperamos culminen pronto con la completa recuperación del mercado».

La innovación, la gastronomía, la gestión vinculada a la sostenibilidad, los productos saludables y el auge de la proteína vegetal, así como las últimas tendencias en el ámbito hostelero han protagonizado el programa de actividades de ambos salones, en el que se han presentado más de 300 innovaciones, han participado 30 chefs de referencia con 36 estrellas Michelin y se ha podido visitar la recreación de un hotel con las últimas tecnologías. La próxima edición de la plataforma ferial organizada por Fira de Barcelona se celebrará en marzo de 2024. www.firabarcelona.com/es/

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The Alimentaria Hub será el centro neurálgico de la próxima edición de Alimentaria, que se celebrará del 4 al 7 de abril de 2022, y donde se anticiparán tendencias, se presentarán más de 300 novedades y será el foro en el que 200 expertos en marketing, consumo, distribución y nutrición avanzarán hacia dónde se dirige la industria de la alimentación del futuro.

Esta área de innovación y negocio centrará su programa de congresos, ponencias y actividades en dos grandes ejes temáticos: la sostenibilidad y la transformación digital. Junto a ellos, se analizarán tendencias como los nuevos hábitos en el retail, la preocupación por una alimentación saludable, el boom de la proteína alternativa o el auge del producto Halal.

El espacio en su conjunto estará ubicado en el pabellón 5 del recinto Gran Vía de Fira de Barcelona y ocupará 3.000 m2 de la totalidad de superficie del certamen.

En The Alimentaria Hub, la FIAB (Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas) organizará una jornada centrada en la sostenibilidad en el sector, mientras que la consultora Innova Market Insights anunciará las Top 10 tendencias para 2022, lideradas por la preocupación por el impacto ambiental y social.

Otra tendencia que se ha acelerado por la pandemia es la digitalización, que también será protagonista. AECOC analizará la digitalización del consumidor fuera del hogar y el centro AINIA presentará casos de éxito en la aplicación de Inteligencia Artificial, Big Data y otras tecnologías en la cadena alimentaria. La economía digital también centrará un ciclo de sesiones en las que se podrán descubrir las últimas novedades en aplicaciones móviles, comercio electrónico y marketing digital aplicados a la industria alimentaria.

Por su parte, la consultora Mintel analizará la preocupación por una alimentación saludable y las oportunidades para los productores de alimentos, bebidas y suplementos asociados a dietas respetuosas con la salud y el medio ambiente. En esta línea, Lantern pondrá el foco en el crecimiento del movimiento plant–based, que define patrones alimenticios basados en dietas de origen vegetal, y Being Foods presentará el helado probiótico alto en proteínas.

 

300 productos innovadores
Una de las áreas más destacadas de The Alimentaria Hub será la exposición Innoval, que mostrará alrededor de 300 productos innovadores, muchos de los cuales se podrán probar ‘in situ’. Un jurado formado por representantes de entidades del sector elegirá de entre ellos a los 16 ganadores de los Premios Innoval, que distinguirán los mejores lanzamientos en el canal retail y Horeca; la innovación internacional más significativa y los productos más disruptivos en las diversas categorías productivas, así como en sostenibilidad, salud, conveniencia y placer.

Junto a los Innoval, también se entregarán los premios Ecotrophelia –organizados por FIAB–, que pretenden potenciar la creación de productos alimentarios ecológicos, y se reconocerán las startups del sector foodtech más innovadoras y de mayor proyección. Optarán a los galardones una quincena de empesas llamadas a tener un papel activo y mostrarán sus soluciones en el Food & Hospitality Startup Revolution del Pabellón 7, en Hostelco.

The Alimentaria Hub cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaición (MAPA), y con la colaboración de empresas y entidades de referencia como CaixaBank, principal impulsor del espacio, la Asociación de Fabricantes y Distribuidores de España (AECOC), Nestlé, Eurecat, Ainia, Ceva Logistics, Innova Market Insights y Mintel.
www.alimentaria.com

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El sector agroalimentario portugués celebrará entre los días 20 y 23 de enero una acción pionera: el Digital Agrifood Summit Portugal, una clara apuesta para hacer frente a los retos de la situación actual 

 

Las asociaciones PortugalFoods, Portugal Fresh, Inovcluster y Agrocluster do Ribatejo, que unidas conforman el Portuguese Agrofood Cluster, promueven la I edición del Digital Agrifood Summit Portugal, que se celebrará del 20 al 23 de enero. El evento está organizado con el apoyo de la Secretaría de Estado de Internacionalización y el Ministerio de Agricultura de Portugal, de AICEP (Aicep Portugal Global–Portuguese Trade & Investment Agency) y FIPA (Federación de las Industrias Portuguesas Agro–Alimentarias). Esta clara apuesta para hacer frente a los retos de la situación actual busca impulsar las exportaciones agroalimentarias portuguesas en todo el mundo. 

En este sentido, el presidente de PortugalFoods y máximo responsable de Portuguese Agrofood Cluster, Amandio Santos, ha manifestado que «nuestros principales destinos siguen siendo la Unión Europea y países como Brasil y Angola, con quienes nos une una relación histórica. Sin embargo, estamos observando crecimientos muy interesantes en países como China, Japón, Corea del Sur, EE. UU., Canadá, México, Colombia, Perú, Chile, Argelia o Marruecos». Para añadir que «nuestro objetivo con este primer encuentro internacional es seguir consolidando nuestra posición en todos ellos, ya sean destinos tradicionales o nuevos mercados».

El evento digital, que ha tenido una gran acogida entre el sector agroalimentario portugués, contando con 74 empresas expositoras para esta primera edición, se presenta como un encuentro global que incluirá un ‘showroom’ virtual de productos de calidad en una plataforma en la que estas empresas expositoras mantendrán reuniones de negocio con compradores de más de veinte países de todo el mundo. Productos que representan toda la geografía portuguesa y la gran variedad de su oferta agroalimentaria: vinos, aceites de oliva, confitería fina, quesos y embutidos, carnes y pescados, frutas y verduras, así como un sinfín de alimentos elaborados. Empresas que producen aunando tradición e innovación en su amplio catálogo de productos.

En paralelo, existirán workshops temáticos y un espacio para las tendencias actuales.

Portugal continúa de este modo avanzando hacia la economía digital. El país prevé que a finales de 2021 las empresas portuguesas aumenten hasta 16 puntos porcentuales su inversión en la industria 4.0. Además, el 50% de las compañías tiene una previsión de crecimiento de sus exportaciones y de su volumen de negocio de entre el 5 y el 15%.

Aquellos compradores interesados en ampliar su catálogo con productos portugueses todavía están a tiempo de participar. Tan solo es necesario registrarse, de manera rápida y gratuita, en el siguiente enlace https://bit.ly/DASP2021. El mismo, generará un código de acceso con el que los compradores podrán acceder a la plataforma a partir del 20 de enero, pudiendo visitar los stands virtuales y reunirse con las empresas expositoras. Todo un mundo de sabor por descubrir, ahora al alcance de la mano y a golpe de clic.

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COPA-COGECA, que representa a los agricultores y las cooperativas agrarias en la Unión Europea (UE), y el CELCAA, la asociación que representa a nivel europeo a más de 35.000 empresas dedicadas  el comercio agroalimentario, han señalado en un comunicado conjunto que los actores de la cadena europea de suministro alimentario “trabajarán mano a mano para garantizar que todo el mundo en Europa siga teniendo acceso a productos alimentarios y bebidas, de calidad y a precios asequibles, durante la pandemia del COVID-19.

Asimismo, han indicado que como consecuencia de las medidas de emergencia “importantes y necesarias” adoptadas por la UE, “nuestros miembros están experimentando dificultades crecientes en sus actividades empresariales. De hecho, se observan retrasos y perturbaciones en las fronteras que están afectando el suministro de ciertos productos agrícolas y manufacturados, así como de materiales de embalaje”. También constituye una preocupación, “la circulación de trabajadores, especialmente en vista del cierre de algunas fronteras y las restricciones de los desplazamientos, así como de la posible escasez de mano de obra debido a las restricciones de circulación aplicadas a nivel nacional para aplacar la crisis”.

Por todo lo expuesto, COPA-COGECA y CELCAA consideran clave:

Preservar el mercado único es la mejor opción para asegurar la estabilidad e inocuidad de la cadena de suministro de alimentos, así como el abastecimiento alimentario para toda la ciudadanía en Europa y el resto del mundo.

Instamos a la Comisión Europea a trabajar con los Estados miembros para explorar las vías de apoyo para el sector agroalimentario. En concreto, la instamos a tener presentes a los 11 millones de agricultores, a los 4,7 millones de trabajadores de la industria manufacturera, a las 294.000 empresas de alimentación y bebidas (incluidas las 22.000 cooperativas agrarias) y a las 35.000 empresas de Europa.

Instamos a la Comisión a trabajar con los Estados miembros para seguir de cerca la posible escasez de trabajadores (incluidos los temporeros) y el posible bloqueo de la producción, y consecuentemente, a preparar planes de contingencia. En todos los Estados se debería considerar a la cadena de suministro alimentario un sector fundamental.

Instamos a la Comisión a monitorear el precio de las materias primas y la situación del transporte y a no perder de vista las prácticas comerciales desleales.

Instamos a la Comisión a asegurarse de que todas las medidas están basadas en la ciencia. Además, debería informar acerca del dictamen de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, según el cual actualmente no existe evidencia alguna de que los alimentos sean una posible fuente o vía de transmisión del virus.

Por consiguiente, y a pesar de la pandemia de COVID-19, todo el sector agroalimentario mantiene su compromiso “de suministrar a todos los ciudadanos de la UE alimentos seguros, nutritivos, de alta calidad y a precios asequibles.

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Artículo de opinión de Miguel Blanco
Secretario General de COAG

 

Muchos se han preguntado, cuáles son las causas por las que los hombres y mujeres del campo han protagonizado un proceso de movilizaciones sin precedentes en la etapa democrática. Desde el 18 de enero, y durante siete semanas, se han ido sucediendo movilizaciones masivas con tractoradas inéditas en los últimos cuarenta y tres años, llenando las calles y carreteras de este país. 

En el recuerdo histórico quedan para siempre, las incomparables tractoradas de febrero y marzo de 1977. Se extendieron a lo largo de quince días para exigir, además de las propias reivindicaciones agrarias, dignificación, libertades y en definitiva democracia en un país que salía a duras penas de una larga y cruel dictadura.

Pero en la actualidad el sector agrario no ha pretendido hacer historia, aunque también la ha hecho. Ha escenificado una extraordinaria demostración de fuerza, de determinación y de razón. Aunque vivimos en un contexto de democracia consolidada, los hombres y mujeres del campo han desplegado un profundo sentido de identidad, que tiene mucho que ver con la reivindicación recurrente del respeto a la dignidad y al valor del trabajo en el campo. Y ese respeto pasa por el reconocimiento del carácter estratégico y vital de la actividad agraria, como productores de alimentos y preservadores del medio natural y rural. Agentes de primera línea en la garantía y seguridad alimentarias, en la lucha contra el cambio climático y frente al declive de la España que otros vacían. 

Muchos se han preguntado por las causas de semejante efervescencia movilizadora. Son múltiples, pero en esencia, la falta de reconocimiento a toda esa labor, la invisibilidad a la que se pretende someter a la gente del campo, el progresivo desmantelamiento de los servicios básicos esenciales en el medio rural e incluso, el menosprecio y la criminalización por parte de algunos colectivos extremistas. Y esto se traduce, a nivel práctico, en el hundimiento de los precios y las rentas agrarias, afectando en particular a la agricultura social y profesional, aún mayoritaria. Las políticas económicas vigentes prefieren los mercados desregulados del “sálvese quien pueda” y toleran el abuso de posición de dominio en la cadena alimentaria. Además, miran para otro lado ante el avance de los monopolios en la cadena de insumos que disparan los costes de producción agraria. Y por añadidura pretenden compensar con unas ayudas menguantes y desequilibradas, vinculadas a múltiples  exigencias y que a la postre engordan otros bolsillos.

Este es el escenario de una crisis acumulada hasta el hartazgo, generando una enorme indignación en el sector, que ve comprometido gravemente su futuro. Y como consecuencia se produce el estallido social del campo, pacífico y ordenado, pero contundente. Una respuesta histórica en la que ha tenido mucho que ver la unidad de acción de las tres organizaciones agrarias. Es cierto que la unidad ha hecho la fuerza para defender la razón. 

Esta movilización extraordinaria ya ha tenido consecuencias positivas. Aunque con resultados insuficientes, el gobierno ha tenido que aprobar algunas medidas que se venían reivindicando. No hay que renunciar a nada. Las cuatro mesas de negociación abiertas con el gobierno deben dar resultados palpables, de lo contrario volverán a ponerse en marcha los tractores. En todo caso, el sector ha conseguido algo tan determinante como el reconocimiento y respaldo de la ciudadanía. Nunca se había logrado un consenso tan amplio a favor. Y nunca antes se había alcanzado semejante cobertura mediática, informando como primera noticia sobre los problemas y reivindicaciones del campo. 

Ahora la gravísima pandemia del covid-19 ha dejado atrás todas las demás preocupaciones. Una grave crisis sanitaria que generará una nueva crisis económica. En este preocupante e inesperado contexto, se pone especialmente en valor el carácter estratégico de la actividad agraria. La seguridad y la soberanía alimentarias son una garantía para los ciudadanos y ciudadanas

La realidad nos ha puesto los pies en la tierra. Sin hombres y mujeres trabajando en el campo, no hay alimentos. Sin alimentación, no hay futuro. 

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Ante la gran afluencia de clientes que se han registrado en algunos puntos de venta del país especialmente en las zonas en las que los avances del COVID–19 han obligado a tomar medidas especiales de contención, AECOC desea recordar que:

No es necesario hacer acopio de productos básicos ya que los comercios españoles están preparados para garantizar el servicio de distribución de productos de alimentación, tanto en situaciones de normalidad como en situaciones extraordinarias como la que estamos actualmente viviendo.

• Nuestro país cuenta con una de las distribuciones alimentarias más eficientes de Europa y, gracias a un modelo de distribución de proximidad -con cerca de 400 plataformas logísticas repartidas por todo el país- puede abastecer eficazmente a más de 24.300 tiendas.

• Las empresas tienen capacidad de hacer llegar los productos desde las plataformas a las tiendas en menos de 24h por lo que los establecimientos están reponiendo con mayor frecuencia de lo habitual los productos más demandados para que no falten existencias.

Las empresas del sector están haciendo todos los esfuerzos y trabajando a pleno rendimiento para que no falte ningún producto en los puntos de venta.

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El presidente de Cajamar Caja Rural, Eduardo Baamonde, acompañado por Francesc Reguant, presidente de la Comisión de Economía Agroalimentaria del Col·legi d'Economistes de Catalunya; Joaquín Maudos, director adjunto de investigación del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València, y Roberto García Torrente, director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, presentarán mañana jueves, 28 de noviembre, el segundo número del 'Observatorio del sector agroalimentario español en el contexto europeo. Informe 2018'.

La presentación tendrá lugar a las 12 horas en el Col·legi d'Economistes de Catalunya (Pl. Gal·la Placídia, 32 – Barcelona).

 

El informe –único de estas características en nuestro país– se apoya en un observatorio que analiza el comportamiento del sector agroalimentario español en comparación con el de los países de la Unión Europea.

Entre otros aspectos destacables, cuantifica de forma conjunta las distintas ramas productivas que definen el sector agroalimentario (tanto las del sector primario como la industria agroalimentaria), poniendo el foco en el sector español y su contexto europeo. Incluye un amplio número de indicadores que permiten analizar el sector agroalimentario en diferentes aspectos económicos como su dimensión en términos de valor añadido y empleo, su ritmo de crecimiento, su productividad y competitividad, su importancia en el sector exterior de la economía, y su esfuerzo inversor en I+D. El Informe, a su vez, aborda y desgrana los principales retos y oportunidades del sector, entre los que destaca la sostenibilidad, la innovación y las tendencias de consumo, entre otros.

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