
La Comisión Europea presentó, el pasado 28 de marzo, una serie de medidas destinadas a asegurar que el sector vitivinícola europeo mantenga su competitividad, resiliencia y relevancia económica en las próximas décadas. Estas iniciativas buscan enfrentar desafíos como los cambios en las tendencias de consumo, el cambio climático y las incertidumbres del mercado.
La propuesta de la Comisión introduce medidas específicas para ayudar al sector a gestionar su potencial productivo, adaptarse a la evolución de las preferencias de los consumidores y aprovechar nuevas oportunidades de mercado. Estas medidas también contribuirán a mantener la vitalidad de muchas zonas rurales que dependen de los puestos de trabajo del sector vitivinícola.
Los principales cambios en el marco de la política vitivinícola son los siguientes:
• Prevención de excedentes: Los Estados miembros podrán implementar acciones como la eliminación de viñedos no deseados (arranque) y la vendimia en verde (eliminación de uvas inmaduras antes de la cosecha) para prevenir la sobreproducción, estabilizar el mercado y proteger a los productores de tensiones financieras.
• Flexibilidad en las plantaciones: Se otorgará a los productores una mayor flexibilidad en el régimen de autorizaciones de replantación, facilitando decisiones de inversión adaptadas al contexto actual. Además, los Estados miembros podrán ajustar mejor las autorizaciones de plantación según sus necesidades nacionales y regionales.
• Apoyo climático: Se fortalecerá el respaldo al sector para aumentar su resiliencia frente al cambio climático. Los Estados miembros podrán incrementar la asistencia financiera de la Unión hasta el 80% de los costos de inversión elegibles para proyectos orientados a la mitigación y adaptación al cambio climático (hasta ahora solo se podía hasta el 50%).
• Normas claras de comercialización: Se facilitará la comercialización de productos innovadores mediante reglas más claras y denominaciones comunes para productos vinícolas con menor contenido alcohólico en el mercado único.
• Etiquetado armonizado: Se adoptará un enfoque más uniforme en el etiquetado de vinos, reduciendo costos y simplificando el comercio transfronterizo dentro de la UE, al tiempo que se proporciona a los consumidores un acceso más fácil a la información. Será a través de códigos QR identificados mediante pictogramas que eviten traducciones innecesarias y puedan generar barreras al comercio.
• Impulso al enoturismo: Se brindará asistencia a los grupos de productores que gestionan vinos protegidos bajo indicaciones geográficas para desarrollar el turismo relacionado con el vino, contribuyendo al desarrollo económico de las zonas rurales.
• Promoción extendida: La duración de las campañas promocionales financiadas por la UE para la consolidación de mercados en terceros países se ampliará de 3 a 5 años, asegurando una mejor promoción de los vinos europeos.
Christophe Hansen, comisario de Agricultura y Alimentación, ha declarado: «La UE es líder mundial en la producción y exportación de vino. Más allá del peso económico del sector y de los conocimientos técnicos de nuestros viticultores, los viñedos forman parte integrante de nuestros paisajes y de nuestro patrimonio cultural. Esta es la razón por la que presento hoy este paquete de medidas, respondiendo directamente a las peticiones del sector y de los Estados miembros. Estoy convencido de que nuestras propuestas contribuirán a estabilizar el mercado y permitirán a los productores aprovechar nuevas oportunidades y responder a las expectativas cambiantes de los consumidores. Invito a los Estados miembros y al Parlamento Europeo a que actúen con rapidez para la adopción y aplicación definitivas de estas medidas para ayudar al sector».
Por su parte, el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, ha destacado que tanto la creación del Grupo de Alto Nivel como el proyecto presentado por la Comisión son una buena noticia en sí misma porque «demuestran la importancia de nuestro sector en Europa y en la balanza comercial comunitaria».
«Ante la situación de enorme incertidumbre e importantes desafíos a todos los niveles, es positivo que las instituciones europeas hayan actuado con agilidad y escuchando al sector y a las empresas», ha señalado Benítez, subrayando que se trata de «un buen primer paso» pero que dada la complejidad del contexto y de los retos que enfrenta el sector será necesario probablemente seguir trabajando y ser todavía más ambiciosos en el futuro en algunas cuestiones.
Contexto
El sector vitivinícola de la UE es fundamental en el tejido cultural y económico de Europa, representando el 60% de la producción mundial de vino y el 60% del valor de las exportaciones vinícolas globales. Este sector desempeña un papel vital en las economías rurales y está estrechamente vinculado a las tradiciones europeas, la gastronomía y el turismo. A pesar del éxito de la política vitivinícola de la UE en la protección y promoción de los vinos europeos, factores como cambios demográficos, patrones de consumo en evolución, desafíos climáticos e incertidumbres del mercado están poniendo a prueba al sector.
Para abordar estos desafíos, se creó el Grupo de Alto Nivel sobre Política Vitivinícola (HLG) con el fin de discutir las necesidades del sector y proponer soluciones junto con los Estados miembros. En la reunión del Comité de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo celebrada el 11 de febrero de 2025, el Comisario Christophe Hansen anunció una próxima propuesta sobre vino, concebida para traducir las recomendaciones del HLG en acciones legislativas concretas. La propuesta presentada el pasado viernes supone el cumplimiento de ese compromiso.
Una vez adoptado, el nuevo marco permitirá una acción rápida, asegurando más oportunidades para los productores y garantizando el futuro de un sector vitivinícola competitivo en toda la UE.