Los expositores, por su parte, reclaman una mayor profesionalización para seguir apostando por la feria
La 63ª edición de la Feria Agraria de Sant Miquel (Salón nacional de la maquinaria agrícola) y la 32ª edición de Eurofruit (Feria profesional de proveedores de la industria frutícola) han recibido un total de 120.000 visitantes. Además, según Fira de Lleida, organizadora de estos certámenes, el balance de los expositores es positivo, dado que se han abierto muchos contactos comerciales entre el público profesional y las empresas expositoras.
En el trascurso del acto de clausura, el alcalde de Lleida y presidente del Patronato de la Fundación la Fira de Lleida, Àngel Ros, hizo una valoración muy positiva de las sesenta jornadas técnicas que se han celebrado; del aumento de representantes internacionales; de la recuperación de la Plaza del Aceite, con la presencia de la D.O.P. Les Garrigues y las 20 cooperativas que la integran; de la consolidación de empresas dedicadas al sector del riego y la celebración de jornadas en torno a esta temática, y del crecimiento de expositores del sector del viverismo.
Durante la clausura se entregó el 21º Premio a la innovación tecnológica y seguridad en el diseño de las máquinas agrícolas y de los equipos de la industria agroalimentaria, que ha correspondido al sistema de seguridad CPS de la tijera eléctrica de poda ARVIPO PS110 que previene que el usuario pueda cortarse durante el trabajo, presentado por la empresa Arvipotecnic, SL, de Moià (primer premio); un sistema de gestión de salas de cargas de baterías, que ahorra tiempo, espacio y dinero a las empresas usuarias de carretillas elevadoras eléctricas, de la firma Tallers Antoni Miquel, SL (segundo premio), y una tijera de poda eléctrica de la Marca Electrocoup modelo F3015, que incorpora la programación y la regulación del corte en la propia empuñadura del utensilio mejorando la ergonomía, de Osvald Ferretería, SL (tercer premio).
El jurado de estos premios estaba integrado por miembros del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña; Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Lleida; departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP) de la Generalitat de Catalunya; Instituto de Investigación y Tecnologías Agroalimentarias (IRTA); departamento de Ingeniería Agroforestal de la Universidad de Lleida; departamento de Ingeniería Agroalimentaria y Biotecnología de la Universidad Politécnica de Cataluña; departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias; ANSEMAT; FEMEL, y el Centro de Mecanización Agraria del DARP.
El sector opina
Adriana Triviño, HEMAV: «siempre es una satisfacción poder participar en esta feria. Nos sentimos como punta de lanza en nuestro campo, y por ello tenemos la obligación de ofrecer nuestro conocimiento en cuanto a drones, empezando por la agricultura de precisión. En esta feria hay muchas empresas del sector agrario y, en cambio, pocas del sector de los drones, que está en una fase de constante crecimiento y abierto a cualquier vertiente. La utilización de drones permite que al agricultor se le pueda entregar una radiografía del campo, con la que puede aumentar su productividad, ya que se le dice dónde puede abonar más y dónde regar mejor; es una combinación de nuevas tecnologías que funciona muy bien para el agricultor».
Carlos Arenas, gerente de Control de Heladas: «Es una feria que, aunque se hace todos los años, un año viene maquinaria agrícola y otro va a Mollerussa, y este ha tocado Mollerussa. Hemos notado un bajón del año pasado a este a nivel de expositores, algo que ya habíamos notado antes. Además, el público que viene es cada vez más general y menos profesional. Así, no se justifica tener un stand, con lo que cuesta. Es una feria profesional en la que venimos a ganarnos la vida. No vamos a mejor sino a peor, si lo que quieren es que sea para el gran público ningún problema, pero ya no será una feria profesional. Además, esta situación se suma a la crisis del sector frutícola. Al final la organización ha de decidir en qué liga jugamos, si en la champions o en una liga inferior, y entonces decidiremos si vale la pena venir o no en próximas ediciones».
Giorgia Bortolatto, comercial de Vivers Qualityplant: «La feria ha ido bastante bien, ha habido bastante movimiento, aunque este año con la festividad de Sant Miquel en medio se han reducido los días para los profesionales, con lo que vienen más familias. Vengo a la feria desde el 2008, y se ha ido perdiendo el espacio para los profesionales; por ello pedimos a la organización que tenga en cuenta este hecho, ya que seguidamente se celebran ferias como el Fruit Attraction de Madrid que son totalmente para profesionales del sector. Muchos expositores del sector ya se han ido, aunque nosotros al ser de aquí estamos presentes en Eurofruit, para que nos vean muchos de nuestros clientes».
Joan Maria Pareta, gerente de Novafrut y Vivers DLP: «Represento a dos empresas, y las dos hemos estado exponiendo en esta feria durante más de diez años. Al principio había mucha presencia de gente del mundo de la fruticultura, que es en el que estamos trabajando, pero poco a poco la feria ha ido perdiendo muchos expositores de este sector, y nos hemos quedado muy pocos. Me hubiera gustado que fuese actualmente una feria más profesional, dedicada a la fruticultura, y que el certamen se llevase a cabo a mitad de semana, el martes, el miércoles y el jueves, completamente desligada de lo que son las fiestas de Sant Miquel y mucho más profesional. Este año hay nuevas aportaciones con cosas más tecnológicas como los drones, espacio en el que nosotros hemos participado haciendo la cobertura con redes, pero vamos a ver qué pasa. Pienso que hay que apostar y dar un empujón muy fuerte para salvar la feria y que sea lo que todos queremos: de y para los profesionales del sector».
Osvaldo Esteve, distribuidor oficial de Electrocoup en Lleida: «Para nosotros es una feria muy importante, porque coincide con el inicio de la campaña de poda en el Bajo Ebro, que es uno de los sectores frutícolas más importantes de Cataluña. Todos nuestros clientes pasan por esta feria, a vernos, a mirar las novedades que les podemos ofrecer, nos piden lo que necesitan, y estamos a su servicio para ayudarlos a preparar la campaña de poda. Al venir un año sí y otro no los tractores, la feria pierde un poco el esplendor que había tenido hasta ahora. A pesar de ello el certamen sigue siendo un referente para la fruticultura, en general, de la zona. Podría mejorar, pero la crisis es para todo el mundo, el que viene a exponer, a comprar, todos estamos involucrados en este tema. Supongo que cuando vuelva a despuntar la fruticultura, como tal, arrastrará hacia arriba todo el conjunto».
Sisco Palau, Serviplant: «hay que profesionalizar más la feria. Me gustaría que continuase, pero más profesionalizada, ya que ha de estar a la altura del sector que es muy exigente. En este replanteamiento destacaría que las jornadas técnicas han de tener unas charlas interesantes que vuelvan a atraer a los profesionales del sector».