Olivo

STIHL, especializada en vareadores de gasolina, ha lanzado el nuevo Spa 130, «más eficaz y sostenible». La compañía ha explicado que el modelo SPA 130 es un vareador ligero, con tan solo 2,6 kg de peso y un diseño ergonómico, tiene 2,20 metros de largo y «está pensado para pequeñas y medianas extensiones de olivo». Además, se adapta a cualquier variedad de olivo ya que puede trabajar acompañado de otros vareadores de gancho como el SP 452 o el 482.

Asimismo, gracias a su batería AP, «su autonomía le permite cosechar hasta la última aceituna durante una jornada de trabajo, y su fácil manejo no evita que sea una máquina robusta y resistente avalada por las mejores tiendas especialistas».

STIHL ha señalado que la cosecha de este año estará marcada «por las condiciones climáticas tan adversas que hemos vivido este verano. El calor y la sequía están complicando la situación y la nueva subida de precios es ya una realidad». Según datos de Infaoliva, Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva, el precio del aceite en las últimas semanas ha alcanzado máximos históricos; situando el virgen extra a 8,1 €/Kg y el virgen a 7,2 €/Kg.

Estas subidas, que han supuesto un aumento de más de un 15% desde julio, «han llevado a los supermercados a tomar medidas de seguridad como poner alarma a los envases de aceite para prevenir los robos del ‘oro líquido’». De igual forma, «varias cooperativas andaluzas han comenzado a vigilar sus olivos con drones ante el aumento de hurtos nocturnos en sus fincas».

STIHL es consciente de los retos que afronta el sector y por este motivo le brinda «estas nuevas herramientas para apoyar la compleja cosecha de este año, haciéndola más ágil y eficiente». Por ello, a pesar de las nuevas características optimizadas en sus vareadores de batería, la compañía «propone un precio competitivo y accesible para los trabajadores olivareros».

www.stihl.es

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ICL ha desarrollado la nueva gama de suspensiones Agrimobi, que gracias a un proceso especial de micromolienda y al uso de agentes tensoactivos, «consigue maximizar la concentración de nutrientes en un fertilizante líquido».

La compañía ha señalado que tiene en su ADN empresarial la innovación y, por tanto, sus programas de I+D+i «son la clave para ofrecer soluciones cada vez más eficientes en busca de una agricultura sostenible y rentable». Si a principios de 2023 lanzó la tecnología de encapsulado eqo.x, para sus gamas de fertilizantes de liberación controlada (CRF), ahora lo ha hecho con Agrimobi, fertilizantes líquidos con elevadas concentraciones de nutrientes.

La empresa ha indicado que los productos de las gamas Agrimobi «presentan muy altas concentraciones de nutrientes, consiguiendo su estabilización gracias a un exclusivo proceso de micromolienda de las partículas sólidas, así como a la adición de toda una serie de agentes tensoactivos y adyuvantes que impiden su aglutinación y sedimentación, ofreciendo así un formulado de alta estabilidad».

Con todo ello, el nuevo producto de ICL «ofrece una combinación de las ventajas de los fertilizantes foliares líquidos con los fertilizantes sólidos: alta concentración de nutrientes; fácil dosificación (es más sencillo dosificar por volumen que por peso); mejor logística en la manipulación y almacenamiento del producto; no se genera polvo; cuenta con un pH neutro, ideal para favorecer la absorción foliar; y una alta capacidad de rehumectación».

Una gama específica para el olivar

La compañía cuenta con una gama específica para las necesidades del olivar, Agrimobi Olive, que ya va a poder ser aplicada a partir de este otoño de 2023. Está diseñada específicamente «para las necesidades de este cultivo, para cada fase donde la demanda de nutrientes es alta y las carencias pueden suponer una merma importante de la producción». Dentro de esta gama específica, ICL recomienda la aplicación de Agrimobi Olive-K (5-5-39).

Esta última es una suspensión concentrada NPK con alto contenido en potasio, diseñada para el cultivo del olivar «para prevenir y corregir estados carenciales especialmente de potasio en la fase formación de hueso, engorde y de maduración del fruto».

El potasio es crucial para una serie de procesos fisiológicos de vital importancia para el crecimiento, rendimiento, calidad y resistencia al estrés. Aplicado mediante pulverización foliar Agrimobi Olive-K «optimiza la absorción en las hojas y la penetración en la cutícula, hasta activar a las células metabólicas que consiguen translocar los nutrientes hasta los órganos diana». Asimismo, «contribuye al engorde del fruto, induce su cambio de color y favorece la síntesis y acumulación de aceites». Además, en situaciones de estrés hídrico se recomienda su aplicación para mejorar la hidratación y mantener la turgencia de las hojas y frutos.

Debido a su elevada concentración y pureza sólo se requieren pequeñas cantidades en la aplicación AGRIMOBI Olive-K. Así, «se recomienda una dosis general de 300-450 ml/hl, que deberá ser ajustada atendiendo a las condiciones específicas de cada parcela y en función del programa completo de abonado. Se repetirán las aplicaciones en función del estado nutritivo del árbol y de la cosecha esperada».

Se recomienda mantener el tanque en agitación. La aplicación debe efectuarse a última hora de la tarde o primera de la mañana, cuando la temperatura es baja y la humedad atmosférica alta. No debe aplicarse en horas de alta insolación. Los productos de Agrimobi son fáciles de usar y se pueden mezclar en el tanque con numerosos fungicidas e insecticidas.

Esta gama cuenta con más soluciones adaptadas a diferentes fases críticas del cultivo, como

Agrimobi Olive-N, diseñado específicamente para prevenir y corregir estados carenciales especialmente de nitrógeno en la fase de crecimiento vegetativo y Agrimobi Olive Total, con alto contenido en nitrógeno, fósforo, potasio y microelementos, «con el objetivo de prevenir y corregir estados carenciales durante las fases del cultivo en que las demandas nutricionales son altas, especialmente entre la prefloracion y postcuajado de frutos».

https://icl-growingsolutions.com/es-es/

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La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha reafirmado el apoyo de la Junta de Andalucía al sector olivarero andaluz, al que espera que se destine «gran parte» de los 81 millones de euros de la reserva de crisis de la Política Agraria Común (PAC) anunciados para España por el impacto de la sequía en el campo. «Esos recursos, que ha solicitado Andalucía, son de nuestros agricultores», ha declarado Crespo, quien ha señalado «el olivar y los cítricos como sectores prioritarios para beneficiarse de unos fondos europeos que persiguen paliar las dificultades que están enfrentando los profesionales».

En respuesta a una pregunta parlamentaria sobre las medidas de la Junta para respaldar la producción olivarera, la consejera ha reafirmado su apuesta por la modernización del olivar a través de la Estrategia Andaluza para el Sector del Olivar 2023-2027. La previsión es que «el borrador de esta nueva planificación, en el que han colaborado con el Gobierno andaluz las universidades de Córdoba y Jaén, esté terminado para el próximo septiembre».

Asimismo, ha señalado que «desde la Junta se respalda a los olivareros, entre otras cuestiones, en las inversiones que realizan para mejorar la comercialización de los productos o para impulsar iniciativas de economía circular dirigidas a aprovechar el alperujo».

Durante su intervención, Crespo ha comentado que el sector olivarero de Andalucía está atravesando una «situación muy complicada» a causa de la sequía, «pero es posible aprovechar mejor las posibilidades hídricas en la cuenca del Guadalquivir». Al respecto, ha explicado que alrededor del 84% del olivar andaluz se encuentra en territorio de esta demarcación hidrográfica de competencia estatal, donde este cultivo concentra casi el 50% de la superficie regada de esta cuenca, y donde, desde su punto de vista, «es preciso hacer uso de las aguas regeneradas» para el riego de los cultivos como fuente hídrica adicional que permitirá hacer frente a la escasez de precipitaciones con mayores garantías. Por ello, «el Guadalquivir no se puede quedar al margen de las aguas regeneradas en Andalucía». La consejera ha recordado que, a pesar de que la Junta no tiene competencias en esta cuenca, «el Gobierno andaluz ha ofrecido a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) su colaboración para poner en marcha los tratamientos terciarios de las depuradoras que podrían ofrecer aguas regeneradas para cubrir los 20 hm³ contemplados en la planificación de esta demarcación y que solo tienen concesiones en precario». Para ello, es necesario que el Gobierno de España «otorgue a las comunidades de regantes las concesiones de agua definitivas correspondientes».

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La almazara mallorquina Aubocassa, ubicada en la posesión Albocàsser, en Manacor, se ha convertido en el epicentro del Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) de España, como anfitriona de la asociación Grandes Pagos de Olivar, de la que es miembro y socia fundadora en 2005.

En el encuentro, se ha puesto de manifiesto como ha señalado Agustín Santolaya, responsable de Aubocassa, que «los suelos y el clima de Mallorca componen un ecosistema excelente para el olivo, produciendo Aceites de Oliva Vírgenes Extra de excelente calidad; pero al mismo tiempo se enfrenta a grandes retos para combatir problemas de tanta importancia como el repilo, una enfermedad endémica de la Isla que compromete su producción». En cuanto a la reunión, Santolaya ha destacado que «ha sido un honor para Aubocassa y para el olivar mallorquín recibir a los integrantes de Grandes Pagos de Olivar en la isla y poder demostrar in situ las prácticas empleadas en el olivar, en la almazara y en la comercialización».

Por su parte, Francisco Vañó, presidente de la asociación, ha explicado que «todos los miembros de Grandes Pagos de Olivar estamos involucrados con la trasparencia, el intercambio de conocimiento y experiencias colaborativas y en la firme voluntad de dar a conocer y potenciar el consumo de los AOVEs producidos en todas las regiones olivareras españolas».

Siete productores pertenecen actualmente a Grandes Pagos, fundada en 2005 por Carlos Falcó, Marqués de Griñón, Alfredo Barral y Agustín Santolaya: Hacienda Queiles (Navarra), Aubocassa, (Mallorca), Marqués de Griñón (Toledo), Marqués de Valdueza (Badajoz), Castillo de Canena (Jaén), Casas de Hualdo (Toledo), y Masía El Altet (Alicante). Son productores procedentes de diferentes zonas olivareras que comparten un rasgo común: los AOVES producidos en un Pago, un terruño delimitado que aporta singularidad al aceite, donde los olivos están sometidos a un control cercano y estricto.

Para formar parte de este selecto club, el Pago es el punto de partida, condición sine qua non, pero no la única. Sus integrantes respetan y practican una filosofía común en la producción de AOVE basada en la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente, junto a la innovación y el uso de la tecnología más avanzada y el intercambio de conocimiento. El aspirante «deberá superar un minucioso proceso de selección por parte de todos los socios en el que se evaluarán, por lo tanto, las propias fincas, las almazaras, las buenas prácticas en la olivicultura y los procesos de extracción, la calidad de los aceites, el reconocimiento nacional e internacional, la filosofía empresarial y el compromiso absoluto con la calidad y el respeto al medio ambiente».

La entidad reivindica además temas como la defensa del medio ambiente, la apuesta por la sostenibilidad, o la acción de efecto sumidero de CO2 que poseen los olivares de sus socios. Tras más de tres lustros de trayectoria, las marcas que componen Grandes Pagos de Olivar están presentes en más de 60 mercados internacionales.

www.grandespagosdeolivar.com

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La Coordinadora de Organizaciones Agrarias -COAG- en Andalucía, ha lamentado que desde la industria y comercialización del aceite «se mantenga permanentemente una falta de empatía con los olivareros» y no entiende «cómo se pueden hacer llamamientos alarmistas basados en reducción de márgenes comerciales, cuando el sector productor está vendiendo a pérdidas, y no solo este año, debido a la constante presión a la baja de los precios».

Este año se ha producido una drástica reducción de producción de aceituna, lo que sucede cada cierto tiempo en el cultivo de olivar caracterizado por su vecería, a lo que hay que sumar el aumento del coste de la energía, fitosanitarios, abonos y la recolección, que «ha disparado el coste de producción de un kilo de aceite de oliva virgen extra a 8 euros».

El sector productor pide que el aceite de oliva alcance ese precio para cubrir costes, «sino que se tenga en cuenta desde las administraciones la situación límite que viven los olivareros».

Ahora el precio sobre pasa en origen los cinco euros en el caso del kilo de virgen extra, «pero parece que se ha olvidado que durante años no alcanzaba ni siquiera los 2,50 euros en origen».

Los olivareros no hablan de márgenes comerciales, lo que se plantean «es cubrir los costes y sacar adelante sus explotaciones, con las que además se mantiene la población en muchos pueblos de Andalucía». «Los olivareros no sabemos lo que son los márgenes, unas veces por reducción de cosecha y otras porque al haber más la distribución presiona constantemente con precios a la baja», ha asegurado Juan Luis Ávila, responsable de Olivar en COAG -Andalucía.

Para añadir que «desde COAG tendemos la mano para que se resuelva el problema de la cadena de distribución, ya que se trata de unos problemas que tienen fácil solución, tal y como se viene poniendo encima de la mesa desde hace años por parte del sector productor»

Esta organización agraria ha reclamado que «necesitamos medidas como la aprobada recientemente por el Ministerio de Agricultura, y por la que el sector ha luchado durante años, de la autorregulación, de forma que los años con mayores producciones se pueda reservar aceite para las siguientes, eliminando los llamados dientes de sierra en el precio del aceite»

Pero para que todo ello «funcione hay que dejar fuera la especulación permanente de precios a la baja, que generan márgenes muy altos a la comercialización, con la exportación anual de más de un millón de toneladas de aceite».

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La Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM) realizan el séptimo curso de experto en olivicultura, que tiene como finalidad ofrecer a todas aquellas personas relacionadas con el sector una herramienta eficaz de actualización de sus conocimientos y a la vez un foro que permita el intercambio de experiencias entre los participantes.

Los contenidos de esta actividad formativa, que se desarrollará entre abril y noviembre de este año, se encuentran distribuidos en cuatro módulos diferentes (olivo, técnicas de cultivo, riesgos del cultivo y procesado industrial de la aceituna).

El curso semipresencial se estructura en 26 sesiones, las cuales tendrán un enfoque práctico y contemplarán las novedades incorporadas en los últimos años en el sector olivarero.

Los alumnos dispondrán de material específico para el trabajo personal. La sede central se situará dentro del Campus de la Ciudad Universitaria, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, (ETSIAAB) – Edificio Agrícolas, de la UPM.

El equipo de profesores está formado por un amplio conjunto de expertos en los distintos aspectos considerados. El grupo incluye especialistas ligados a diversas Universidades, Organismos de Investigación y Entidades Profesionales.

La evaluación del alumno incluirá la asistencia a las sesiones de aula virtual y sesiones presenciales (más del 80%) y la exposición pública del trabajo fin de curso. Los alumnos que superen el procedimiento de evaluación del curso recibirán un Diploma de Experto en Olivicultura por la UPM, previo abono de las tasas correspondientes, y otro Certificado de asistencia y participación expedido por el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM–UPM).

Aquí tienes el formulario de inscripción.

 

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La Federación de Cooperativas Agrarias de Catalunya (FCAC) ha alertado que la campaña del aceite de oliva 2022/23 podría caer hasta las 16.000 toneladas (t). Esta sería la peor campaña de los últimos 15 años, incluso por debajo de la previsión de 19.000 t realizada en septiembre y casi un 25% inferior a las 20.600 t de la campaña 2018/19, la siguiente más baja. La producción media de aceite en Cataluña es de unas 31.000 toneladas.

Antoni Galceran, responsable de aceite de oliva de la FCAC, ha señalado que «la sequía que arrastramos después de dos años consecutivos con déficit de pluviometría, agravada por las oleadas de calor que se sucedieron desde el mes de mayo y las fuertes heladas de abril, han provocado una caída histórica de la cosecha de aceite de oliva, de un 50% inferior a la media de Cataluña que ha afectado gravemente a las zonas de secano». Las expectativas no son buenas y la FCAC ya ha solicitado «una reunión urgente con el Departamento de Acción Climática de la Generalitat de Catalunya porque es necesario que se fijen medidas para hacer frente a la situación que sufren las cooperativas del sector del aceite de oliva con el objetivo de evitar que nos veamos abocados a un aumento sustancial en el precio del aceite al consumidor».

Por zonas productoras, en el Baix Ebre y Montsià la caída podría suponer más del 80% respecto a la media y se situaría en 4.500 t. En Lleida (Garrigues y Segrià) la reducción sería en torno al 50% (6.000 t) y en el resto de zonas productoras de Tarragona, la situación es variable dependiendo de la producción obtenida la campaña anterior. En las provincias de Barcelona y Girona se obtendrían unas 1.000 toneladas, un 33% menos. 

A nivel europeo se prevé una caída del 35% de la producción, que se situaría en 1.470.000 t, lo que supone una reducción de la disponibilidad de aceite en el mercado internacional de casi 800.000 t.

Asimismo, el bajón de la producción se ve agravado por el incremento del precio de los inputs y de la energía, que se han cuadruplicado en un año. Aparte, la invasión rusa de Ucrania disparó el precio del aceite de girasol –del que este país tenía casi la mitad de la producción mundial– provocando que el resto de aceites vegetales también incrementaran el precio para que, en algunos casos, puedan utilizarse como productos sustitutivos.

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El equipo comercial de la Institución Ferial de Jaén (IFEJA) sigue trabajando para cerrar espacios de expositores de la edición anterior y atendiendo las demandas de ampliación o cambios de espacios solicitados para la XXI Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, Expoliva, que tendrá lugar en Jaén del 10 al 13 de mayo de este año.

«El resultado comercial ha sido magnífico ya que sin haber puesto a la venta la feria entre los nuevos clientes interesados, podemos afirmar que tenemos un 80% de espacio reservado en el total de los pabellones y un importante número de solicitudes pendientes de formalizar su participación si les interesa el espacio ofrecido», ha manifestado África Colomo, presidenta del Consejo de Administración de Ferias Jaén.

Para añadir al respecto que «una vez finalizado el plazo de reserva de expositores de la edición anterior, se ha abierto la convocatoria para que toda empresa del sector del aceite de oliva e industrias afines que quiera participar, pueda formalizar su reserva de plaza a la mayor brevedad, ya que como en cada edición, la adjudicación y reserva de nuevos espacios expositivos se asignará por riguroso orden de llegada de las solicitudes».

Los interesados en participar como expositores en Expoliva pueden hacerlo solicitando un espacio con las características que necesite la empresa, indicando las preferencias y las necesidades de pabellón para que la organización, una vez que se definan los espacios libres tras la reserva de los expositores de la pasada edición, pueda ofrecer una ubicación atendiendo a sus necesidades. Podrán ser expositores de la feria o evento, «aquellas empresas relacionadas con el sector y aceptadas por la organización como posibles participantes de cualquier nacionalidad».

Durante cuatro jornadas, Expoliva se convierte en epicentro mundial del sector del olivar y el aceite de oliva e industrias afines con oferta de maquinaria oleícola, cooperativas y almazaras industriales, abonos y fertilizantes, envasadoras y distribuidoras, tecnología, etc. Desde la organización pretenden «consolidar el equilibrio entre las empresas tradicionales, que nos han acompañado casi desde los inicios, y las nuevas empresas interesadas en participar, más vinculadas con la tecnología, la innovación y los sistemas inteligentes». www.expoliva.info

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El presidente del sector aceite de oliva de Cooperativas Agro–alimentarias de España, Rafael Sánchez de Puerta, ha trasladado en el Parlamento Europeo «la necesidad de establecer un sistema de etiquetado armonizado europeo que evite la proliferación de distintos sistemas nacionales». Al respecto, ha señalado que «el sistema debe estar basado en los conocimientos científicos disponibles y fomentar los alimentos que se han demostrado beneficiosos para la salud, como el aceite de oliva, básico en la Dieta Mediterránea, por su aporte de ácidos grasos mono y poliinsaturados, rico en antioxidantes, polifenoles y vitamina E, y avalado por numerosos estudios científicos que reconocen su importante papel en la dieta para prevenir y reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, hipertensión, colesterol, diabetes y cáncer y que dispone de 4 alegaciones nutricionales aprobadas por la Unión Europea (UE)».

Asimismo, ha expresado su rechazo a Nutriscore y a cualquier otro sistema de etiquetado frontal nutricional que «penalice este producto frente a otras grasas menos saludables y que califique mejor a productos altamente transformados con peor composición nutricional».

Cooperativas Agro–alimentarias de España considera que el sistema que proponga la Comisión Europea (CE) «debe de ser público e igual para todos los operadores en el mercado comunitario». «No podemos aceptar otros sistemas de índole privado o de Estado que favorecen intereses económicos o nacionales, y que no tengan en cuenta las evidencias científicas contrastadas y los estudios de la EFSA. El sistema que se adopte finalmente tiene que valorar también de forma efectiva todos los micronutrientes beneficiosos que tiene un alimento, la porción en la que se recomienda su consumo y su aportación a una dieta saludable», ha apuntado Sánchez de Puerta.

El evento organizado en el Parlamento Europeo por varias regiones europeas y auspiciado por el europarlamentario, Paolo de Castro, ha servido para debatir sobre el etiquetado frontal nutricional de los alimentos. Además de Rafael Sánchez de Puerta por Cooperativas Agro–alimentarias de España, han participado representantes de Andalucía y Cataluña, y de otros países como Italia, Grecia y Finlandia junto con representantes de la CE y del COPA–COGECA.

Una de las actuaciones que la Estrategia de la Granja a la Mesa propone establecer es un etiquetado frontal de los alimentos a nivel de la UE con el objetivo de dar herramientas a los consumidores para que puedan elegir mejor los alimentos que compran y fomentar así una dieta saludable y reducir la obesidad.
 

Modelo ‘semáforo’

En la actualidad, diversos Estados Miembro, como Bélgica y Francia, han adoptado distintas iniciativas basadas en un modelo ‘semáforo’ como el Nutriscore, que «da una mejor calificación a ciertos alimentos altamente transformados en detrimento de alimentos esenciales en la Dieta mediterránea aumentando así la confusión al consumidor». Además, la proliferación de sistemas de etiquetado en los Estados miembro «está provocando una disrupción del mercado interior y un tratamiento distinto de los consumidores en función de su lugar de residencia».

La CE está elaborando un estudio de impacto que evaluará las implicaciones de las distintas opciones de sistemas de etiquetado. Por el momento, la CE ha afirmado que «no tiene un sistema decidido para una propuesta legislativa y defendió la necesidad de tener un sistema armonizado en la UE que fomente una dieta saludable y tenga en cuenta las aportaciones de todos los eslabones de la cadena alimentaria». www.agro-alimentarias.coop

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El comienzo de la recogida de la aceituna ha puesto de manifiesto que la producción de aceite será aún peor de las previsiones realizadas, tanto en el aforo oficial como las de los propios olivareros. Los datos recogidos por COAG Jaén ponen en duda que esta provincia llegue a superar este año a la peor cosecha de este siglo registrada en 2012/13.

La situación que se están encontrando los olivareros de Jaén es un «auténtico desastre». En la zona de Jimena o Las Escuelas en olivos donde de media recogen entre 60/70 kilos por árbol, pensaban que este año tendrían un 50% menos, entre 30/35 kilos, y sin embargo se han encontrado que tienen entre 8/10 kilos de aceituna, solo un 13% de la cosecha media.

En Mancha Real, en cosechas medias de 5.000 kilos por hectárea hay unos 1.000 kilos. En Torreperogil, en olivos de la comarca de La Loma de regadío, que suelen tener una cosecha media de 6.000 kilos por hectárea, se están recogiendo unos 1.000 kilos.

En Fuerte del Rey, se había descartado tener cosecha en los olivos de secano, pero en los de riego esperaba tener este año una cosecha media, sin embargo, al recogerlos se ha comprobado que hay un 30% menos de aceituna. De hecho, en esa localidad, las dos cooperativas que este año se han unido en una, esperan molturar alrededor de dos millones de kilos de aceituna, cuando lo normal sería entre 9 y 10 millones de kilos.

También en zona de campiña, en Mengíbar, se ha constatado como olivos que producen una media de 80 kilos, y en los que esperaban recoger a causa de la sequía unos 35 kilos, solo están cogiendo una media de 20 kilos.

De igual forma ocurre en Porcuna, de los 3.800 kilos de media que se recogen por hectárea, apenas si recogen un 13%, unos 500 kilos hectárea.

A todo esto, se añade, según ha explicado Juan Carlos Hervás, técnico de COAG Jaén, que los olivos, debido al estrés hídrico que sufren, después de recogerlos se quedan «muy mal, se dañan las ramas porque sufren las raíces y se descorteza el tronco, por lo que se están utilizando las varas en lugar de maquinaria».

Las previsiones, según los datos oficiales del aforo realizado por la Junta de Andalucía, estimaban, dependiendo de la climatología, una producción de 587.000 toneladas de aceite en Andalucía, un 49,1% menos que la cosecha anterior, y un 47,5 % menos que la media de las últimas cinco campañas. En Jaén, principal provincia productora a nivel mundial, las previsiones eran aún peores, con una reducción del 60% de la cosecha, 200.000 toneladas. Ello supondría ser la segunda peor cosecha desde que se registran datos. La peor, como se ha mencionado al principio, fue la de 2012/13 cuando se produjeron 142.849 toneladas de aceite. También fueron malas campañas las de 2014/15 con 221.540 toneladas de aceite y la de 1999/2000, con 221.551 toneladas.

La falta de precipitación en octubre y noviembre ha sido inusual y ha limitado la previsión de cosecha, modificando a la baja los cálculos realizados, que pueden llevar incluso a una cosecha por debajo de las más bajas registradas en la historia de 140.000 t de aceite

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