Pulverización

 

El sistema SprayScan ePT de Teejet Technologies ha obtenido uno de los premios como novedad técnica en la categoría ‘Soluciones de gestión agronómica, software y digitalización’ en FIMA 2024. Se trata de un escáner para monitorizar automáticamente de manera general todos los parámetros que se involucran en la calidad de la pulverización.

Según ha explicado José María Alonso de Robador Lorente, Precision Farming Customer Support Engineer, de TeeJet® Technologies Spain «el sistema consta de un láser para determinar un área pulverizada. Ese haz de luz concentrada, que supone el láser, genera por reflexión en el líquido pulverizado una silueta luminosa que posteriormente se fotografía». Como paso final, la fotografía se carga en un programa de análisis desarrollado por Spraying Systems Co. (grupo del que TeeJet Technologies es marca comercial) y permite analizar parámetros tales como: patrón de pulverización (abanico, trapecio, cono, cono hueco, doble abanico…); distribución de la pulverización (que permitirá diagnosticar si la boquilla es nueva, usada, deteriorada…); ángulo de pulverización (y con ello determinar si el espaciado entre boquillas es correcto, si la altura de pulverización es suficiente o excesiva…); si existe deriva, y qué tamaño de gota se está produciendo y cómo se está distribuyendo, etc.

Herramienta para valorar la pulverización

Este ingeniero de precisión ha señalado que «creamos este producto para disponer de manera interna de una herramienta que nos permitiese, de manera 100% fiable y certera, determinar si la pulverización se estaba llevando a cabo de manera correcta. Hay ocasiones en que una aplicación fitosanitaria puede fallar por diversos motivos, entre ellos una incorrecta pulverización. Con el objetivo de discernir los motivos cuando se nos plantea una reclamación, decidimos dotarnos de una herramienta que evaluara, al menos, el componente físico de la aplicación». Además, con el mencionado sistema, «emitíamos un diagnóstico de recomendación al aplicador acerca del estado de uso y conservación de sus boquillas. Puesto que las máquinas de aplicación fitosanitaria deben superar de manera satisfactoria la ITEAF para seguir siendo útiles en el día a día, SprayScan ePT es el sistema más preciso y apropiado en la inspección; permite analizar todos los parámetros relativos a la pulverización incluso yendo más allá que los, hasta el momento, contemplados».

Por lo que se refiere a su comportamiento tanto en pulverizadores hidráulicos como en hidroneumáticos (pulverizadores) este es exactamente el mismo. Alonso de Robador ha apuntado que «es cierto que en un atomizador podría hacerse una lectura entre la boquilla y la ventilación (o con la ventilación detenida) y otra adicional, posterior al punto de propulsión del aire. Esta analítica comparativa permitiría de manera fiable conocer el efecto que provoca la aplicación de la ventilación en las características y comportamiento físico de la pulverización».

Hasta ahora, el principal usuario de esta tecnología eran los propios técnicos de TeeJet Technologies. Vista la buena acogida que ya iba encontrando antes de FIMA y, por supuesto, después del certamen gracias al eco que ha supuesto ser galardonada, muchas empresas de Inspección Técnica, institutos agrarios, instituciones educativas e investigadoras han mostrado interés. Por ello, SprayScan ePT «puede suponer un elemento diferenciador en su día a día, bien sea dando un valor añadido al servicio que ofrecen o a la calidad de la investigación que desarrollan».

www.teejet.com

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Entrevista a Alfonso Egea, director general de Maschio Gaspardo Iberica

‘Podemos innovar, pero al final nos ajustamos a las necesidades del cliente’

Maschio Gaspardo abarca todas las gamas de máquinas que cubren el ciclo del cultivo, desde el trabajo del suelo, la siembra, el abonado y la pulverización hasta la recolección. Apuestan por el uso de las nuevas tecnologías, estando muy centrados en el sistema de control digital Isotronic basado en el protocolo de comunicación Isobus, y también en la Agricultura 4.0. De ello hemos conversado con el director general de Maschio Gaspardo Ibérica, Alfonso Egea.

 

¿Qué productos ofrecen centrados en fruticultura y viticultura?

En frutales y viñedos tenemos una amplia gama pulverizadores atomizadores, todo con Isotronic e Isobus. En concreto, como siempre queremos dar un paso más que el resto, a finales de 2022 Maschio Gaspardo compró una Smart–up dedicada a la robótica y se diseñó un robot de última generación patentado para el tratamiento de viñedos con rayos ultravioletas (UVC), completamente autónomo, que pretende reducir el impacto ambiental hasta un 90% respecto a técnicas convencionales con productos químicos, y que también se está utilizando, en menor medida, en frutales.

Es una apuesta que todavía está en sus primeros estadios de investigación y de desarrollo, pero pensamos que aquí en la península ibérica, España y Portugal, puede tener mucha aceptación por parte de los viticultores debido a la gran cantidad de viñedo que hay.

¿Ya se está comercializando esta máquina?

Todavía no. De momento, hay una investigación científica detrás, y se está probando en muchas fincas con muy buenos resultados hasta ahora.

Y el viticultor, ¿qué imputs les está dando?

Lógicamente, con toda la política que existe de disminuir los tratamientos con productos fitosanitarios, están muy a favor de todas estas innovaciones tecnológicas. Lo ven con buenos ojos, pero sobre todo lo quieren ver trabajando en el campo. Pero hay que ir poco a poco. Se ha probado, funciona, ahora vendrá la pre-serie con clientes probándola durante más tiempo y, finalmente, implementaremos la fase tercera que es la de comercialización, seguramente en el 2025.

¿Dónde se comercializará?

Sobre todo, en la Península ibérica, Francia e Italia. Lógicamente, dependerá de la variedad y de las condiciones climáticas, ya que no se producen las mismas casuísticas en el norte de Francia que en el sur de España, por ejemplo. Por ello, el producto debe adaptarse a las condiciones de cada zona.

Además del mencionado, ¿qué proyectos tiene en marcha la empresa?

Seguimos en el desarrollo de nuestra línea de atomizadores, sobre todo en el tema de Isobus. En viticultura y fruticultura, estamos trabajando mucho los cultivos entre líneas, es decir las cubiertas vegetales, a través de nuestra sembradora directa entre cultivos. Este es un tema, el de las cubiertas vegetales, que la nueva Política Agraria Común (PAC) impone, aunque hay mucho viticultor que todavía no lo ve. Ofrece diversas ventajas, ya que además de fijar CO2, no hay escorrentía y absorbe el agua que el cultivo aprovecha.

En el caso de los productos fitosanitarios se va hacia una fruticultura–viticultura de precisión, ¿no?

Antes no había tanta limitación, se producía como se producía, se trataba como se trataba, pero ahora no, debemos ir hacia una fruticultura–viticultura precisión porque además los productos tienen un coste elevado. Podemos innovar, pero al final nos ajustamos a las necesidades del cliente, que está condicionado por aspectos como la sequía o las normativas de la PAC.

¿Qué previsiones tiene Maschio Gaspardo para este 2024?

En Aragón, Cataluña y la zona sur del país estamos muy afectados por la sequía. Necesitamos que llueva abundantemente, si no lo hace el agricultor invertirá menos. Yo soy optimista, a pesar de las protestas realizadas este principio de año por los agricultores; movilizaciones que apoyamos desde la empresa. Creemos que es insostenible la forma en la que han de trabajar y, por lo tanto, es una reivindicación muy justa. Al final sin la agricultura no hay alimentación. Además, la población en general ha estado mal acostumbrada al tener abundancia de alimentos a precios bajos. Pero en el momento que hay algún problema viene el desabastecimiento y, con este, el incremento de los precios. Por ello, está bien que de vez en cuando la agricultura alce la voz, no se puede producir a pérdidas.

¿Qué supone la participación en una feria como FIMA?

Es muy positiva. Un agricultor te transmite mejor sus necesidades cara a cara que a través de Internet, donde tiene toda la información. El contacto e intercambio directo no tiene precio y una feria te ofrece eso.

Isidre Font, Zaragoza.

 

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El concepto KFAST, Kubota Fede Autonomous Spraying Technology, ha sido premiado como Novedad Técnica en FIMA 2024, encuentro que se celebrará en Zaragoza del 13 al 17 de febrero de este año. Este concepto de tecnología, desarrollada conjuntamente por Fede y Kubota, «se distingue por ser un robot autónomo de pulverización para cultivos especiales preparado para cumplir con las regulaciones de la UE y los objetivos del Pacto Verde».

KFAST aplica tratamientos fitosanitarios de forma autónoma, pudiendo ser también guiado por control remoto. Su diseño y tracción 4x4 de nuevo desarrollo «facilitan un movimiento fluido, exactitud en el giro y posicionamiento en las calles más estrechas de los campos de cultivos especiales». Este atomizador autónomo de gran capacidad puede ser equipado con distintos grupos de aire para adaptarse a las necesidades de las plantaciones.

Los tratamientos en curso se supervisan visualizándolos en la Specialty Crops Platform (SCP), herramienta digital de gestión agronómica de Fede. Además, KFAST envía alertas en caso de incidencia o parámetro fuera de rango, incluyendo la detección de finalización del tanque de pulverización y depósito de gasoil para regresar de forma autónoma a la estación para su llenado. Una vez finalizado el tratamiento, todos los datos quedan registrados ofreciendo así trazabilidad real y la información necesaria para generar el cuaderno de campo digital.

KFAST aumentará significativamente la productividad y eficiencia del trabajo en el campo, ya que un solo operario puede gestionar cuatro equipos a la vez y habilita la ejecución nocturna de las tareas en las plantaciones. Así, «se presenta como una solución para la problemática de la falta de mano de obra agrícola, favoreciendo a su vez el relevo generacional en el sector agrícola». A ello, «se suman la mejora de la seguridad laboral al eliminar los riesgos de siniestro y reducir drásticamente la exposición ocupacional a los plaguicidas».

Recibida la orden de trabajo, el concepto de atomizador autónomo de Fede se desplaza a la calle indicada para iniciar el tratamiento. KFAST, con el sistema AIs incorporado, es capaz de realizar tratamientos de alta precisión a través de la captura de imágenes y su procesamiento con IA. El robot adapta la pulverización a tiempo real con un control individualizado de las boquillas para ajustar la aplicación árbol a árbol, manteniendo constante la presión y el flujo de aplicación con una distribución y deposición homogéneas del tratamiento.

El sistema registra un ahorro en el uso de pesticidas de hasta el 40%, según los ensayos de campo realizados en el marco del proyecto LIFE-AIs, aumentando el ahorro al ejecutar tratamientos basados en la prescripción de mapas de aplicación variable. A su vez, combate la compactación del suelo con el desplazamiento de 4 ruedas siguiendo siempre el mismo eje, la disminución de las toneladas soportadas por el suelo y la minimización de los trayectos.

Asimismo, los indicadores generados por la captura de imágenes de KFAST ofrecen datos actualizados sobre el estado de la plantación, información que puede ser utilizada por terceros para ofrecer sus servicios agronómicos. Finalmente, se distingue por «ser un sistema abierto que permite la integración de proveedores de servicios de detección de plagas, predicción de cosecha y farm management information systems, entre otros».

El concepto KFAST se presentará en primicia en FIMA 2024, en el C 26-36, pabellón 2.

https://kes.kubota-eu.com/

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El sistema AIs de Pulverizadores Fede, del Grupo Kubota, es una solución agronómica integral para cultivos especiales basada en el procesamiento de imágenes y en la Inteligencia Artificial (AI). AIs, instalado en el tractor, puede ‘ver’ el estado y vigor de los cultivos capturando imágenes con cámaras 3D con alto nivel de detalle y precisa resolución temporal, cuyo procesamiento ofrece valiosa información visual sobre la dimensión y condición de los cultivos.

La tecnología ha recibido el apoyo del programa LIFE de la Unión Europea para desarrollar el proyecto con acrónimo Life–AIs en un consorcio formado por Fede –líder del proyecto– y Agerpix como proveedores tecnológicos, y los productores Castillo de Canena (olivar) y Dominio Fournier D.O. Ribera de Duero (viña) de la Familia González Byass, y Agrosao, de los grupos Reyes Gutiérrez y Eurosemillas. Este consorcio demostrará la reducción de emisiones y ahorros en plantaciones de viñedo, olivar, cítricos, almendro y aguacates en España y Portugal.

Life–AIs (See & Save, en inglés, ver y ahorrar en español) facilita la adaptación de la pulverización árbol a árbol para aplicar tratamientos fitosanitarios de alta precisión. AIs captura y procesa las imágenes a tiempo real. El sistema envía la orden de apertura y cierre de boquillas individualizado al Smartomizer H3O de Pulverizadores Fede (Kubota) para ajustar la pulverización a las dimensiones del cultivo.

De este modo, el Smartomizer H3O conectado al sistema AIs «realiza una correcta apertura y cierre individualizado de las boquillas manteniendo constante la presión con una distribución y deposición homogéneas del tratamiento». Los resultados de los ensayos realizados en almendro y cítricos confirman que el AIs «consigue un ahorro de productos fitosanitarios de hasta el 43% con niveles óptimos de eficacia en el control de plagas y enfermedades».

Asimismo, «se distingue por ser un sistema abierto que permite que terceros ofrezcan sus servicios agronómicos. La precisa información visual e indicadores se encuentran disponibles para que dichos proveedores ofrezcan de forma integrada sus servicios de detección de plagas y enfermedades, predicción de cosecha, tareas de fertilización y riego, entre otros».

Se estima que, durante los 54 meses de duración del proyecto, Life–AIs «conseguirá una reducción de 604 toneladas de gases de efecto invernadero. Esta cifra se multiplicará alcanzando una disminución de 3.225 toneladas al año cuando la tecnología esté implementada en 97.437 hectáreas aproximadamente». Estas reducciones «se traducen en el ahorro de hasta un 43% en productos fitosanitarios, de hasta un 20% en fertilizantes, de hasta un 31% en combustible y de hasta un 13% en electricidad anualmente». Dichos logros medioambientales ponen de manifiesto la total correspondencia de Life–AIs con los objetivos marcados por la estrategia ‘Del campo a la mesa’ del Pacto Verde de la UE.

Este sistema se ha presentado a los Innovation Awards de SITEVI, habiendo conseguido una medalla de bronze.

https://kes.kubota-eu.com/agriculture/

www.fedepulverizadores.com

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El fundador de Pulverizadores Fede, Federico Pérez Español, falleció el lunes 1 de mayo a la edad de 84 años. Pérez Español es quien ideó e impulsó un proyecto personal de pulverizadores agrícolas que dio lugar a una empresa familiar que se ha convertido en referente tecnológico internacional en el sector de la protección de los cultivos especiales, y que actualmente forma parte del Grupo Kubota.

Nacido el 30 de marzo de 1939 en el pueblo valenciano de Chiva, aprendió el oficio de forma autodidacta a través de la experiencia durante su juventud como mecánico de vehículos, motocultores y remolques en diversos talleres. Posteriormente, ejerció como comercial de motocultores para marcas y talleres locales. En 1967, su convicción y espíritu emprendedor lo llevaron a asumir el riesgo de vender su vivienda para fundar Pulverizadores Fede. Dichos fondos le permitieron invertir en materiales y desarrollo de moldes para montar los primeros pulverizadores agrícolas bajo su propia marca. Durante los inicios, él mismo realizaba el montaje y la comercialización de las máquinas en los pueblos de la provincia de Valencia. Gracias a su esfuerzo, especialización y cercanía con los agricultores, Pérez Español asentó las bases de una empresa que experimentó un progresivo y extraordinario crecimiento internacional, siendo el director de la misma hasta 2007. Siempre se mostró al servicio de los agricultores y del equipo profesional de Pulverizadores Fede, al que transmitió su tenacidad a través de su filosofía: «que cada fracaso sea una victoria y no os rindáis nunca ante los problemas que la vida os ponga en vuestro camino».  

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Un equipo de investigación agronómica formado por Maria Teresa Martínez–Ferrer, Miquel Fibla y José Miguel Campos (IRTA–Amposta) y Santiago Planas (Centro de Investigación Agroalimentaria Agrotecnio) ha hecho públicos los resultados del ensayo ‘Dosis y deriva en citricultura’ sobre el uso sostenible de los fitosanitarios, el cual ha contado con el apoyo del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural.

Los ensayos, realizados en plantaciones de mandarina ‘Clemenules’ en Tarragona, demuestran cómo el Futur Smartomizer H3O de Fede consigue un ahorro del 22% de producto fitosanitario aplicado, manteniendo la eficacia de los tratamientos contra pulgón, araña roja y piojo rojo de California. A su vez, constatan que esta máquina realiza una distribución homogénea de la aplicación. Esta precisión, así como la correcta elección y calibración de las boquillas, «permite reducir las pérdidas en aire y suelo hasta en un 62%». Además, «genera un 71% más de aire con un 43% más de velocidad que el equipo convencional de referencia».

El ahorro del 22% en el uso de pesticidas y la reducción de pérdidas de pulverización hasta en un 62% «se traducen en una importante reducción del impacto medioambiental de los tratamientos fitosanitarios en cítricos, así como en significativos beneficios agronómicos y mayor rentabilidad para los agricultores».

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El grupo González Byass participa en el Programa Europeo Life AIs: See & Save, que llevará a cabo la aplicación de la tecnología innovadora AIs (visión e inteligencia artificial) en los viñedos de Dominio Fournier en la D.O. Ribera del Duero «para hacerlos más resilientes y sostenibles». En el proyecto también participan las empresas Pulverizadores Fede y Agerpix; esta última desarrolla algoritmos de predicción del rendimiento de cultivos.

A través de este proyecto se analizarán, durante varias cosechas con visión e inteligencia artificial, la evolución de los racimos y de las diversas plagas o enfermedades que puedan presentarse en la campaña vitícola. Este seguimiento «arrojará varios modelos predictivos que permitirán rediseñar y optimizar la gestión de cultivos, incrementando su eficiencia y disminuyendo su consumo de insumos, como fertilizantes, pesticidas, energía y agua».

La plataforma AIs, que también desarrollará el estudio en cultivos de aguacate y aceitunas, «será un facilitador en la transición a una agricultura neta cero que es la que proporciona, de una forma sostenible, la seguridad alimentaria a la población mundial».

Además del proyecto Life AIs: See & Save, González Byass ha participado en otros dos programas europeos similares desarrollados en Viñas del Vero (D.O. Somontano). El primero, Life Rewind, promovió en 2014 el uso eficiente de las energías renovables y demostró su sostenibilidad desde el punto de vista técnico, medioambiental y económico en el sector vitivinícola. El segundo, Life F3 estudió en 2018 la disminución en el uso de fitosanitarios aplicando técnicas de teledetección y geoposicionamiento.

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Conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios reduciendo sus riesgos y efectos para la salud humana y el medio ambiente, y la promoción de la Gestión Integrada de Plagas y los métodos y técnicas alternativas, como los medios de control no químicos, marcan la hoja de ruta de la Comisión Europea (y también del Gobierno español, a nivel nacional), que en el año 2020 se comprometió a reducir en un 50% el empleo y el riesgo de plaguicidas químicos en la estrategia ‘De la granja a la mesa’, un elemento clave del Pacto Verde Europeo.

En este sentido, los equipos de aplicación de productos fitosanitarios juegan un papel muy importante, aunque estos han sufrido una evolución constante y considerable con el paso de los años. Al respecto, Ferran Camp Feria–Carot, ingeniero agrónomo y profesor de la Escuela Agraria de las Borges Blanques (Lleida) del Departamento de Acción Climática de la Generalitat de Catalunya, ha manifestado que «las aplicaciones de productos fitosanitarios, en general, cuando se realizan con maquinaria agrícola no responden a una receta única. Es decir, cuando efectúas una aplicación de fitosanitarios te enfrentas a distintas condiciones y la forma de actuar, la estrategia a adoptar es, en cada caso, diferente, y eso supone dificultades. Por ello, el reto de las máquinas de cara al futuro es superar estas».

Ferran Camp Feria–Carot: ‘La idea es que las máquinas pulverizadoras actúen en función de lo que tienen delante’

Según Camp, «a grandes rasgos, las máquinas actuales son de muy baja resolución». Así, en una parcela que puede ser de una, cinco o diez hectáreas (ha), «antes de iniciar el tratamiento, la máquina se regula igual para cualquiera de esas superficies por lo que tratará de la misma forma del primer al último árbol, cuando sabemos que no todos son iguales».

Otra dificultad es que su regulación es un proceso «laborioso o complejo. Esta complejidad provoca que la puesta a punto de la máquina sea una tarea a menudo pesada y poco atractiva, a la que tradicionalmente los agricultores no han dedicado el tiempo necesario».

También limita que «prácticamente el 90%, por no decir el 100%, de los tratamientos que se realizan, a nivel global, se hacen por pulverización, es decir que el producto se aplica en forma de gotas muy finas mediante unas boquillas, las cuales tienen un rango de utilización limitado». El ingeniero agrónomo ha indicado que «el hecho que desde hace años trabajemos con estas boquillas implica limitaciones pues cambiar las dosis de aplicación es complejo, y su ajuste puede afectar a cómo serán las gotas y la calidad del tratamiento realizado».

Sobre la evolución de estas máquinas, el experto ha explicado que primero funcionaban con dispositivos hidráulicos con grifos mecánicos; hace 20 o 30 años, estas válvulas o grifos ya no eran de accionamiento manual sino eléctrico. Y 10 o 15 años más tarde, se empezaron a introducir los ordenadores en los equipos de pulverización, «aunque estos no decidían, sino que simplemente actuaban sobre aquello que se quería hacer. Así, podías indicar al ordenador que aplicase 500 o 600 litros por hectárea y, si la máquina estaba bien configurada, lo hacía. Ahora estamos en un ‘impasse’». Según el experto, «en algunos cultivos como los extensivos, la tecnología con tabletas y pantallas, que ofrecen más información visual y gráfica, ya ha entrado y existe una oferta amplia y accesible. Pero en frutales o cultivos especiales, el cambio se está dando ahora».

Toma de decisiones

¿Hacia dónde se va? Ferran Camp Feria–Carot ha señalado que hay fabricantes que ya disponen de algún prototipo que toma decisiones. «La idea es que las máquinas pulverizadoras actúen en función de lo que tienen delante. Y aquí entraríamos en el concepto de agricultura de precisión. Es decir, delante de mí tengo un cultivo que tiene una gran variabilidad y en función de esta actúo en consecuencia. Así, si tengo un árbol que es grande aplico una mayor cantidad de producto y si es pequeño, menos», ha declarado.

Lo paradigmático para este ingeniero agrónomo es que cada vez se utilizan más sensores y más tecnología para que las máquinas den mayor información, tomen decisiones, «pero todavía todo se fundamenta en el método clásico de aplicar fitosanitarios mediante gotas. Al final del circuito, hay una boquilla. En este sentido, también hay una evolución, que sobre todo se está desarrollando en cultivos extensivos, y consiste en hacer dispositivos de pulverización que permitan trabajar con caudales diferentes sin modificar la medida de las gotas». Y ha subrayado que «se trata de buscar un sistema que permita grandes variaciones de caudal y de dosis sin tener que modificar nada, o que eso se pueda hacer de forma automática».

Sobre otras tecnologías que pueden utilizarse, Camp ha hablado de los drones, aunque «actualmente su aplicación en el ámbito de fitosanitarios es principalmente para adquirir información de las parcelas que permita tomar las mejores decisiones, pero no para ejecutar tratamientos. El uso de drones se considera una aplicación aérea, como si fuese una avioneta, y está muy restringido y regulado». Los tratamientos aéreos con drones actualmente se plantean como un método alternativo, en zonas de difícil acceso para la maquinaria con el propósito de hacer intervenciones localizadas, «podríamos decir de forma quirúrgica». «La idea del dron para la realización de tratamientos generales o masivos es más futurista, pues requeriría de drones de altísima capacidad o ser realizada mediante una flota de drones pequeños que puedan actuar de forma coordinada», ha indicado. En el caso de los frutales «una de las aplicaciones con drones sería para el pulgón, que muchas veces se distribuye en rodales». De todas formas, «el problema del dron es su bajo nivel de autonomía, tanto en capacidad como en tiempo de vuelo».

Por último, ha comentado que «la aplicación de fitosanitarios es un poco controvertida, cada vez hay menos productos registrados e incluso se habla de que el futuro de los fitosanitarios pasa porque desaparezcan. Actualmente, los productos fitosanitarios todavía se consideran necesarios pero su viabilidad está sujeta a un buen uso desde el punto de vista de la maquinaria». Así, para que no caigan de la lista hay que lograr mediante la maquinaria que «su impacto sea menor. De esta manera, se pondrá más valor al beneficio que al perjuicio. Eso puede permitir que el producto tenga una vida más larga».

Entre el 15 y el 30% de ahorro

También hemos contactado con Emilio Gil, catedrático del Departamento de Ingeniería Agroalimentaria y Biotecnología de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y, asimismo, presidente del jurado del Concurso de Novedades Técnicas de la FIMA de Zaragoza, quien ha explicado que los equipos de pulverización han cambiado mucho, «y la tecnología y la digitalización van entrando, poco a poco, también en este sector». Pero, «una cuestión importante y clave, además del equipo en sí, es quién lo usa y cómo lo usa».

Gil ha manifestado que el marco de todo ello es Europa, el Green Deal y la estrategia ‘Del Campo a la Mesa’. Así, ha señalado que «Bruselas dice que hay que reducir el 50% el uso de productos fitosanitarios; no es una tarea fácil, pero se puede conseguir. Empezando por la base, en que el usuario dedique un tiempo a su equipo y en calibrarlo. Por ese motivo, las inspecciones son fundamentales».

Otro aspecto importante es la digitalización y la variabilidad intraparcelaria. Al respecto, ha indicado que «estamos trabajando en varios proyectos en marcha en Bodegas Torres, Viñas del Vero, Martín Codax, Codorníu o Viñas las Copas, que han usado lo que nosotros proponemos; es decir, ¿somos capaces de ver la diferencia que existe en una parcela de viña, en una zona donde hay más vegetación que en otra donde hay menos, y aplicar en consecuencia? La respuesta es sí, en colaboración con empresas que han desarrollado ‘hardware’, que ya está en el mercado, y con nuestro conocimiento, el de los agrónomos puesto que las máquinas no son inteligentes, hemos obtenido valores entre el 15 y el 30% de ahorro de producto, en línea con la estrategia europea marcada».

Emilio Gil: ‘Una cuestión importante y clave, además del equipo en sí, es quién lo usa y cómo lo usa’

Para conseguir este ahorro «se ha precisado tecnología, transferencia y formación». Y todo ello gracias a la apuesta de las empresas por la sostenibilidad. A este respecto, Gil ha valorado la apuesta de estas «por arriesgarse, porque siempre es un riesgo y hay que poner dinero, a probar algo que unos ‘locos’ de la universidad hacen. Cuando funciona, el objetivo es que toda esta información se pueda trasladar al sector de una manera más amplia».

En este sentido, ha apuntado que el 67% de la agricultura europea depende de pequeñas y medianas explotaciones. Por ello, «hemos de ser capaces que los pequeños y medianos agricultores adopten las nuevas tecnologías, pero hacen falta dos cosas: que los precios sean competitivos y la formación del usuario y el relevo generacional. Es difícil que mi generación, la de los años sesenta, se ponga a bajar de Internet una imagen de un satélite, de un dron, etc. Por eso hemos de poder convencer a una persona de 25 años que este sector tiene el mismo potencial que otro y, además, garantizarle que tendrá los mismos recursos, esta es la vía».

Centrándose en la pulverización, el catedrático universitario ha subrayado que, desde el punto de vista comercial, la oferta de boquillas es amplia. «El problema, sobre todo, está en la expresión de la dosis». Por ejemplo, «cuando en la etiqueta de un producto fitosanitario me indica que aplique dos litros por hectárea en una viña, mi primera pregunta es ¿una hectárea dónde? En la Borgoña, en la Mancha o en el Somontano, porque mi objetivo no son los 10.000 m2 de superficie sino la vegetación, y esta es totalmente distinta dependiendo de la zona. Ese es el principal problema». También influye, según él, el precio de la boquilla. «Una normal vale 5 o 6 euros por lo que el agricultor es reacio a cambiarla, pero un simple cambio de boquilla que sea adecuada a cada situación permite un ahorro de un 10% de producto. Lo de las boquillas es un tema especialmente curioso». Aunque eso se debe «a una falta de formación, pero sobre todo de información. No culpo al agricultor porque he dado miles de cursos y cuando le dices hazlo como tú lo haces, pero ahora permíteme que pongo estas boquillas para ver cómo funcionan, no hay problema. Por ello, la figura del asesor es fundamental».

Sobre los equipos de pulverización Emilio Gil ha explicado que han cambiado mucho en los últimos 20–30 años, pero también lo ha hecho la agricultura, sobre todo la fruticultura y la viticultura. «Y ha variado a mejor. El primer responsable y, a la vez, el primer preocupado por la sostenibilidad y el medio ambiente es el agricultor, aunque a veces cargamos las tintas contra él. Es un Talibán en la preservación de su medio de vida y el de las generaciones posteriores».

Coincidiendo con Ferran Camp Feria–Carot, Gil ha señalado que se va hacia una pulverización de precisión en viticultura y fruticultura, «tratar una hectárea de cebada es un juego de niños, pero hacerlo en manzano o viña es más complejo, aunque ha ido mejorando».

«Ahora tenemos la tecnología que nos permite identificar, en las diferentes zonas de la parcela, el distinto vigor, y los sensores que van embarcados en la máquina para hacer una aplicación».

Otra alternativa es el uso de los satélites. Emilio Gil lo tiene claro, «todo el mundo habla de satélites, pero vamos a utilizarlos de una vez. Bajemos la información, trabajémosla y demos recomendaciones a los agricultores. Tenemos que hacer que eso sea popular, que mi amigo agricultor sea capaz de entrar en una determinada página web y le dé a un botón, baje la imagen y sepa qué hacer con ella. Todavía falta, pero hemos dado pasos importantes».

En relación a la reducción/eliminación de productos fitosanitarios, por parte de la Unión Europea, ha señalado que «como dijo una europarlamentaria en la presentación del proyecto Innoseta en Bruselas, lo de la estrategia ‘Del campo a la mesa’ está bien, pero al agricultor hay que darle ayudas y no me refiero solo a las económicas. Si se tiene que reducir un 50% el uso de fitosanitarios, igual con un sistema de formación adecuado y unas garantías de que esos productos se van a respetar comercialmente hablando, puede bastar».

En definitiva, «un mal uso lleva a producir mucha deriva. La idea no es quitarle a la planta lo que requiere, sino aportarle lo que necesita».

Aplicación eficiente con drones

Como ha quedado claro, la aplicación de productos fitosanitarios de una manera eficiente y que minimice su impacto ambiental es una de las principales preocupaciones de todos los agentes implicados. Por ello, se han puesto en marcha diversos proyectos y grupos operativos para contribuir a cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo. Uno de estos, es el PhytoDron (https://gophytodron.es/), iniciado en marzo del 2021 y que finalizará en marzo del 2023, con el que se quieren generar datos y conocimiento sobre el uso de los drones como una herramienta segura para aplicar productos fitosanitarios en viña, olivo y en el ámbito agroforestal, y avanzar en el marco que regula su uso, en el cual participa el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).

Según Luis Asín, jefe del programa de Fruticultura del IRTA, «se ha demostrado que los drones son más adecuados que otros medios para aplicar productos químicos en parcelas pequeñas, zonas de difícil acceso para algunos vehículos o terrenos montañosos». A pesar de ello, para efectuar un buen tratamiento, hace falta «conocer mejor su efectividad, estudiar los diferentes métodos de aplicación, los efectos del viento y la velocidad del vehículo, así como evaluar la deriva asociada». Con este fin, en el marco del proyecto, se ha llevado a cabo un estudio de aplicaciones en dron en unos campos ubicados en Raimat (Lleida) con el que se espera, entre otros, «generar suficiente conocimiento para que la aplicación de estos productos con tecnología dron pueda dejar de considerarse un tratamiento aéreo y pase a ser considerada como un tratamiento terrestre».

La tecnología dron puede ser una buena herramienta para aplicar de forma eficiente los productos fitosanitarios

En PhytoDron participan, además del IRTA, otros dos centros de investigación, Neiker y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA–CSIC); tres empresas –BASF, Syngenta y Corteva Agriscience–; dos universidades –la de Sevilla y la Politécnica de Madrid–; tres asociaciones de agricultores –DeCoop, Baskegur y la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV)–, una asociación empresarial –la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA)–, el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos del Centro y Canarias y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST).

Sistema de teledetección para controlar enfermedades

Por su parte, AINIA ha desarrollado dentro del proyecto CERES, impulsado por IVACE, un sistema de teledetección compacto para controlar enfermedades de cultivos en explotaciones agrícolas. Esta tecnología permite, en tiempo real, detectar, evaluar y diagnosticar enfermedades, plagas y daños en los árboles, para una mejor gestión de los cultivos. Este dispositivo está compuesto por tecnologías fotónicas e Inteligencia Artificial (IA) que permiten la caracterización de los cultivos mediante la combinación de robótica móvil (drones y AGV), fotónica (cámaras hiperespectrales, termografía y LIDAR) y software de análisis basado en IA.

El técnico del departamento de Tecnologías de automatización de procesos y sensores Espectrales de AINIA, Edgar Llop, ha indicado que «las tecnologías hiperespectrales captan información química de los cultivos que nos permiten hacer diagnósticos sobre la salud de las plantas y sus necesidades de nutrientes o la detección de plagas y enfermedades; y con la tecnología LIDAR (tecnología láser) obtenemos imágenes 3D para segmentar los árboles y calcular su distribución volumétrica para, por ejemplo, la correcta aplicación de fitosanitarios. La información obtenida se procesa a través de algoritmos de inteligencia artificial para extraer conclusiones que ayudan a tomar las decisiones más acertadas para la gestión de los cultivos».

La unidad desarrollada puede instalarse en la maquinaria agrícola, lo que permite el diagnóstico en tiempo real. Al respecto, Llop ha resaltado que «podemos integrar esta tecnología, por ejemplo, en un tractor, desde donde este dispositivo capta la información tanto física como química de los cultivos, la procesamos mediante algoritmos de inteligencia artificial, y le da la orden al equipo de aplicación de cuál es la dosis justa de fitosanitario que debe aplicar a cada uno de los árboles».

Marco de gestión integral de plagas

El proyecto europeo OPTIMA (https://optima–h2020.eu/es/16219–2/) ha desarrollado un marco de gestión integral de plagas (GIP) que incluye modelos de predicción y detección precoz de plagas y enfermedades, técnicas de pulverización de precisión, así como el uso de nuevos bio–plaguicidas. Esta localización y cuantificación de la infección permite determinar tanto el volumen de caldo óptimo como el momento idóneo para la aplicación.

Liderado por la Universidad de Agricultura de Atenas (Grecia), ha reunido a centros de investigación agronómica como la Unidad de Mecanización Agraria de la Universitat Politècnica de Catalunya, así como otros institutos científicos y universidades de diversos países europeos como la Universidad de Coimbra (Portugal), el Instituto Nacional de Investigación de Ciencias y Tecnologías para el Medioambiente y la Agricultura (Francia), Universidad de Turín (Italia) y el Centro de Investigación de Wageningen (Países Bajos), entre otros, además de empresas como Pulverizadores Fede.

Según han indicado sus promotores, OPTIMA ha desarrollado un modelo de predicción de patologías en viña y manzanos basado en un sistema de detección temprana el cual, tras la captura y análisis de imágenes, procesa la información. La facilidad de integración de esta tecnología de detección temprana con la gama de productos y servicios de Pulverizadores Fede permite la descarga de la información de plagas y enfermedades en el OPTIMA Smart Sprayer. Esta descarga se realiza en forma de mapas de aplicación variables a través de la Specialty Crops Platform (https://fede.specialtycropsplatform.com/). Los mapas de aplicación se traducen en órdenes de trabajo que se ejecutan directamente en el OPTIMA Smart Sprayer, «el cual realiza el tratamiento de precisión en las zonas delimitadas».

Los ensayos se realizaron en plantaciones de manzanos en Épila (Zaragoza), que concentra el 11% de la producción de manzana a nivel nacional. Durante las pruebas «se confirmó que el OPTIMA Smart Sprayer es capaz de realizar un tratamiento variable de forma automática, con apertura y cierre de boquillas y adaptación de la aplicación en función al grado de afectación y la masa vegetal del cultivo, deteniendo la pulverización en zonas que no están afectadas».

Pulverización inteligente

Otro de los proyectos es el PIVOS (Pulverización inteligente para un viñedo y olivar sostenibles) que tiene como objetivo general «demostrar los beneficios de la aplicación ‘inteligente’ de productos fitosanitarios en viña y olivo, manteniendo la eficacia biológica y reduciendo los costes económicos y medioambientales». Los resultados promoverán la implementación de las buenas prácticas a través del uso de nuevas tecnologías para la adquisición, procesado y comunicación de datos. Su periodo de ejecución abarca del 1/06/2020 hasta el 31/05/2023.

Los objetivos específicos son: establecimiento de un procedimiento más adecuado para la caracterización de la vegetación de manera inteligente (sensores terrestres y aéreos) en los cultivos de viña y olivo; desarrollo de protocolos estándar para la obtención de mapas de prescripción de volumen de aplicación y de volumen de aire; ajuste automático de los pulverizadores teniendo en cuenta estos mapas; validación en campo de los sistemas ‘inteligentes’ de aplicación variable de fitosanitarios, y valoración de los beneficios agronómicos, económicos y medioambientales del uso de los sistemas de aplicación variable.

El consorcio para la ejecución del proyecto está compuesto por cuatro de las universidades españolas que más destacan en el ámbito de la aplicación de fitosanitarios: Unidad de Mecanización Agraria (UMA) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), que coordina el proyecto; el Grupo de Investigación Mecanización y Tecnología Rural de la E.T.S.I. Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba (UCO); el grupo de investigación Mecanización y Tecnología Agraria (MTA) de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) y, finalmente, el Laboratorio de Maquinaria Agrícola de la Universidad de Zaragoza.

Emilio Gil ha explicado que «presentamos las cuentas de mitad de proyecto hace unos meses y estamos en línea con los objetivos marcados por lo que esperamos llegar al final del proyecto teniendo una plataforma global en la que el olivicultor o el viticultor, en función de su equipo, pueda hacer una aplicación variable y disponga de datos de cómo utilizarlo desde el punto de vista del aire para reducir la deriva. Pero es un proyecto de investigación y después será necesaria una importante labor de transferencia».

Por su parte, Gregorio Blanco Roldán, profesor titular en la Universidad de Córdoba (UCO), ha manifestado que «una parte era la obtención de mapas de volumen de árboles, que se están procesando y obteniendo, y después dos atomizadores, uno para viña y otro para olivar, que interpretarán esos mapas para hacer tratamientos variables en función de los mismos».

Oferta a la carta

En la última edición de FIMA, hemos coincidió con Saher, empresa que lleva más de 50 años especializada en maquinaria agrícola y pulverización. La responsable de Exportación y Marketing, Maribel Ferrer, ha comentado que «hemos realizado una fuerte inversión, el desarrollo de dos depósitos nuevos, para cubrir las necesidades que nuestros clientes nos exigen: uno de 2.000 litros para cultivos bajos (espaldera, cítricos, etc.) que necesitan una altura máxima de 1,40 m. Y otro de capacidad intermedia de unos 2.500 litros para el agricultor que necesita algo más de 2.000, pero que no se atreve con una de 3.000, ya que estamos hablando de grandes dimensiones y un requerimiento más grande de tractor».

Eso en cuanto a inversión de desarrollo de depósitos. Además, «hemos sido premiados como innovación con un atomizador muy específico para el mercado francés con doble ventilador con aspiración inversa y un grupo alto para cubrir frutales, sobre todo. Y un pulverizador remolcado con enganche a coche de 800 litros de capacidad y, finalmente, nuestra estrella que es un nebulizador con paneles recuperadores de producto, que estamos desarrollando, ya que es un prototipo que no está acabado todavía», ha apuntado Ferrer.

Sobre este último nebulizador nos ha explicado más detalles Salvador Galimany, responsable de la oficina técnica de Saher. Al respecto, ha señalado que «esta máquina busca reducir la deriva, que todo el producto que pulverizamos y que no queda en la propia planta se recupere mediante una bomba independiente que lo devuelve al tanque principal debidamente filtrado, y se pueda reutilizar para volver a pulverizar. Con todo esto se persigue, básicamente, que el agricultor reduzca costes, y mejorar el tema medioambiental».

Galimany ha indicado que «de la misma forma que está cambiando el agricultor medio, está surgiendo gente más joven, con más voluntad de avanzar en las nuevas tecnologías y hemos de adaptar nuestra maquinaria para este nuevo cliente manteniendo nuestros estándares». Se trata de máquinas que «llevan unos ordenadores que permiten controlar exactamente el producto que se está pulverizando en cada momento; llevar un control en cada punto del campo, lo que se ha aplicado ese día, a qué hora, quién lo ha hecho, etc. En definitiva, tener una trazabilidad completa».

Tradicionalmente, para reducir la deriva se han adquirido máquinas o grupos de aire adecuados al cultivo a tratar. «Para viña en espaldera se utilizan grupos como el Vortex Viña, para árboles como manzanos el Géminis; y para llevarlo al extremo además de adaptar el flujo de aire a la planta para que no haya pérdidas le ponemos unos paneles recuperadores para que el líquido que inevitablemente traspasa el árbol o la cepa no se pierda», ha comentado el responsable de la oficina técnica de la compañía.

Por último, ha puntualizado que el «mundo de la pulverización ha evolucionado mucho. El agricultor pide cosas diferentes, las directivas y normativas exigen mejorar en muchos aspectos, especialmente de ecología, y nuestra obligación es satisfacer todos estos puntos».

Tecnología H3O

El responsable de Marketing de Pulverizadores Fede, Iván López, ha explicado que disponen de pulverizadores tradicionales para cultivos especiales o de alto valor (fruta dulce y de pepita, olivar, viña, almendro, cítricos, etc.) con los que han trabajado para un tratamiento eficaz y sostenible, que incluye la reducción de consumo de gasoil y de emisiones de CO2. Pero, López ha querido destacar por encima del resto que la empresa se ha centrado en la I+D+i desarrollando la tecnología H3O en el proyecto europeo H2020, que ha dado lugar al Smartomizer Futur, «un atomizador inteligente y conectado a Internet. Así, desde su ordenador, el técnico puede enviar las órdenes de trabajo directamente al atomizador. El equipo se regula con los parámetros indicados y el operario puede visualizar el tratamiento a tiempo real en una interfaz, recibiendo avisos en caso de error para poder solucionarlo en el momento. Una vez finalizado el tratamiento, todos los datos quedan registrados y digitalizados». Para añadir que «H3O ofrece trazabilidad precisa de los tratamientos, lo que ha impulsado los estándares de la seguridad alimentaria. Asimismo, gracias a la información detallada permite a las empresas agrícolas tomar mejores decisiones agronómicas y empresariales».

En definitiva, según ha expuesto el responsable de Marketing de Pulverizadores Fede, «se consigue producir más con menos recursos en la línea que marca la Comisión Europea».

Una ventaja que tiene la tecnología H3O «es que ya está en el mercado». Se está aplicando en España y también se hará en otras partes del mundo mediante pulverizadores de Kubota, marca que adquirió Pulverizadores Fede el año pasado. «En el apartado de cultivos especiales a las empresas pequeñas nos hace falta músculo para poder aplicar tecnologías como esta. Y la integración en Kubota nos da ese músculo», ha afirmado López. Asimismo, «en la tecnología H3O el atomizador tiene un sistema para regularizar el aire que transporta las gotas de fitosanitario al árbol. Unas hélices regulan este aire, con lo que se reduce la cantidad de deriva. Disponemos de datos del IVIA y de la UMA–UPC en los que se pone de relieve que esta reducción de la deriva es del 50% y la disminución del uso de pesticidas es de un 25%». Además, el Smartomizer Futur H3O reduce en 4 l/h el consumo de combustible.

Otro proyecto que está desarrollando la compañía es el LIFE–F3 (LIFE Farm, Fresh Fruit ENV/ES/000349), con el que se demuestra la reducción del impacto medioambiental de los tratamientos fitosanitarios realizados con la tecnología H3O. Al mismo tiempo, se efectua una importante transferencia de la información para capacitar a los profesionales del campo en el uso de sus máquinas y las diferentes herramientas digitales de gestión agronómica.

Redacción.

Publicado en Revista de Fruticultura nº88

 

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Una cosechadora única que realiza, mediante sacudida y vibración del tronco, la recolección integral del olivar intensivo; un atomizador inteligente que aplica tratamientos de forma variable según las necesidades del olivo; un formulado de hongos entomopatógenos para acabar con la mosca del olivo de manera sostenible o unos elementos modulares para construir diques de retención de sedimentos en cárcavas para evitar la erosión. Estos son solo algunos de los productos desarrollados en el proyecto Innolivar que se han presentado en el Rectorado de la Universidad de Córdoba (UCO). Se trata de una iniciativa de Compra Pública Precomercial financiado con 13,1 millones de euros por parte de fondos FEDER del Ministerio de Ciencia e Innovación (en un 80%) y la UCO con la aportación de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español (OIAOE) y la Interprofesional de la Aceituna de Mesa (INTERACEITUNA), que ha trabajado, bajo la dirección científica del catedrático de Ingeniería Agroforestal de la universidad cordobesa, Jesús Gil Ribes, durante algo más de cuatro años.

El acto de presentación de resultados ha contado con la presencia del rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos; el representante del Ministerio de Ciencia e Innovación, Adolfo Barrios Ruano (de manera virtual); el representante de la Interprofesional del Aceite, Rafael Sánchez de Puerta, y el director científico del proyecto, Jesús Gil Ribes.

«Con este proyecto se cierra el círculo virtuoso de la innovación», ha resaltado Gómez Villamandos, quien ha recordado «que la universidad no está de espaldas al sector». Un sector que «es referente en el aceite de oliva y que debe seguir siéndolo a futuro», ha recordado Sánchez de Puerta, para quien «la innovación ha sido una prioridad de la Interprofesional».

Innolivar ha dado a conocer «resultados innovadores para la mejora integral de un sector determinante mediante la innovación y la colaboración del sector público y privado», como ha resaltado Barrios Ruano. Se trata de un ejemplo de esta colaboración de vanguardia en la que han participado 10 grupos de investigación de la UCO y más de 40 investigadores.

 

Doce líneas de trabajo
Las doce líneas en las que se ha trabajado en Innolivar, con la colaboración de 24 empresas del sector, se han dividido en cinco bloques temáticos: mecanización y recolección; medidas ambientales, prácticas sostenibles y cambio climático; industria, calidad y trazabilidad; biotecnología y recolección y logística y en aceituna de mesa.

En el ámbito de la mecanización se han desarrollado cosechadoras autopropulsadas para la recolección integral del olivar intensivo, un vehículo polivalente para el trabajo en olivar en pendiente y de difícil mecanización. Para aumentar la sostenibilidad del sector se ha diseñado un atomizador de precisión para ajustar la pulverización de tratamientos, maquinaria para el agrupado, hilerado y triturado de los restos de poda y el diseño de elementos modulares de fácil uso por los agricultores para hacer frente a la erosión por cárcavas. En cuanto a innovaciones para industria, calidad y trazabilidad se ha llevado a cabo el prototipado y automatización de los principales procesos de almazara para clasificación o filtrado en almazara e instrumentos de cata química con resultados muy rápidos y alta eficacia. 

En el campo de la biotecnología se ha desarrollado productos para el control sostenible de la mosca del olivo a partir de hongos entomopatógenos y otros destinados al control de la verticilosis del olivo a partir de microorganismos antagonistas. Además, se han evaluado nuevas variedades de olivo adaptadas al olivar en seto. Por último, se ha trabajado en la mecanización de la aceituna de mesa, que tiene una recolección complicada, desarrollando un sistema de recolección integral de la aceituna de mesa y un sistema integrado de trazabilidad en tiempo real que permite seguir el camino de la aceituna desde el árbol a la mesa.

Los productos desarrollados dentro de las líneas 3 y 5, el equipo de aplicación para pulverización a copa de olivar tradicional e intensivo y los elementos modulares para la construcción de diques en cárcavas están ya en el mercado.

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Kubota Holdings Europe BV, una subsidiaria de Kubota Corporation, que supervisa su negocio de maquinaria agrícola e industrial en Europa, ha decidido adquirir el 100% de las acciones de Pulverizadores Fede S.L., fabricante y distribuidor de implementos para tractores y convertir la empresa en una filial en total propiedad, según ha anunciado en un comunicado.

En Europa, el mercado de cultivos especiales es un sector comercial floreciente que Kubota considera un mercado importante para su negocio de tractores, con el cual vende tractores estrechos adecuados para trabajar en cultivos especiales.

Pulverizadores Fede, que opera principalmente en España y Portugal, es un fabricante especializado de implementos de pulverización de productos fitosanitarios denominados “atomizadores” que se utilizan para el control de plagas y enfermedades en el mercado de cultivos especiales. Su fuerza está en tecnologías de alta gama patentadas que ya están en uso práctico, incluido un atomizador inteligente y conectado que controla el volumen de químico y el flujo de aire en tiempo real empleando un sensor para medir la altura de los árboles que se van a tratar con precisión, y un sistema que gestiona la información sobre el mapa, como el área a pulverizar y las cantidades de productos químicos.

En el mercado de cultivos especiales, la mecanización y la precisión no están tan avanzadas como en el campo de la agricultura de extensivo para cereales y otros cultivos, por lo que las expectativas son particularmente altas en el uso de tecnologías agrícolas inteligentes en operaciones de control de plagas, en las que regulaciones ambientales más estrictas exigen una reducción del uso de productos químicos.

Al incorporar Pulverizadores Fede como subsidiaria, el Grupo Kubota ampliará su línea de implementos para el mercado de cultivos especiales y fortalecerá la compatibilidad entre tractores e implementos, contribuyendo así a la reducción del impacto ambiental y el consumo de combustible a través de una pulverización eficiente que utiliza menos productos químicos y agua.

Pulverizadores Fede mantendrá su marca, la ubicación de su sede y su gestión se mantendrá como es actualmente. El personal de KHE/KvG y Pulverizadores Fede trabajará en estrecha colaboración utilizando la organización actual de ambos para lograr sus objetivos comerciales y de desarrollo de negocio.

De cara al futuro, Kubota acelerará la expansión de su negocio en el mercado de cultivos especiales con miras a colaborar con las start up en las que el grupo participa.

Kubota, con sede mundial en Osaka (Japón), es una empresa líder en fabricación de equipos agrícolas, de construcción, equipos cortacésped y motores industriales, desde 1890.
www.kubota-eu.com

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