Rentabilidad

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos –COAG– de Andalucía, denuncia que el olivar se ha quedado fuera de todas las ayudas de sequía, a pesar de que está atravesando una campaña de la que se espera menos del 40% de la media de producción.

Este sector, por segundo año consecutivo, no obtiene la rentabilidad adecuada acorde a la subida de costes. En el caso del secano, la producción se encuentra prácticamente a 0. En el regadío, con 400 m3/ha, los bajos rendimientos no compensan la renta.

Por un lado, el Ministerio de Agricultura ha obviado totalmente al olivar. Además de los recortes que están sufriendo los olivareros en las ayudas de la PAC y las dificultades que están teniendo para seguir adelante con una escasa cosecha, «nos encontramos con que se publican varios decretos de sequía y, en ninguno de ellos, se ha tenido en cuenta al olivar, cuando es un cultivo con dos cosechas consecutivas con pérdidas de entre 60 y el 70% de producción respecto una cosecha media», ha señalado la organización agraria.

Asimismo, las medidas que ha aprobado la Junta de Andalucía, también dejan fuera el olivar de una línea de ayudas específica. «Por lo que el sector se enfrenta ahora a un segundo año consecutivo con una reducción de cosecha sin precedentes, y que no suple la subida de precios del aceite, ya que multiplicar cualquier precio por cero, sigue dando cero».

Desde COAG también han alertado de la dramática situación que viven los agricultores regantes del Guadalquivir de otros cultivos, y que se han quedan fuera de las ayudas de sequía, mientras ven cómo sus explotaciones están al límite por la falta de lluvia, la reducción de las dotaciones de riego y los costes de producción.

La organización agraria no entiende cómo se ha definido la zonificación y qué criterios se han tomado para establecer como zonas más afectadas. De hecho, propuso al Ministerio que se atendiese tanto a secano como a regadío y para ello se tuvieran en cuenta las condiciones meteorológicas (para el secano) e hidráulicas (para el regadío), «única forma de determinar las necesidades reales de atención y de establecer las ayudas de forma justa».

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La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) acaba de publicar ‘Agromatrix Revolution, un completo análisis, «original y fresco», sobre el futuro del sector agrario español  en la nueva economía digital y verde.

Su autor, el director técnico de COAG, José Luis Miguel, toma como base el último informe del Ministerio de Agricultura sobre la estructura económica del sector para formular la Ley del Hardware y la Ley del Software de la agricultura moderna. Sobre esta segunda se desarrolla el concepto de ‘explotación agrodigital’ y el carácter estratégico de la misma para facilitar la rentabilidad de la actividad agraria y dar respuesta al mismo tiempo a las nuevas demandas ciudadanas y al marco regulatorio comunitario en materia medioambiental. Tras el tratamiento de los datos y el maridaje con ambas leyes, el autor de la publicación sostiene que, del millón de explotaciones agrarias existentes, «unas 310.000 están llamadas a convertirse durante la próxima década en la columna vertebral de nuestro tejido productivo».

En el tercer bloque de contenidos, José Luis Miguel ha desarrollado una teoría para garantizar la rentabilidad del modelo social y profesional agrario y caminar hacia ‘una agricultura con agricultores’ del siglo XXI. Antes, en el epígrafe ‘El Gran Reinicio del Foro de Davos o cómo conseguir que las pymes, autónomos y trabajadores paguen la factura de la transición hacia una economía digital y verde’,  ha alertado sobre los peligros de abrazar «sin matices» la propuesta de las élites económicas globales.

La parte final del estudio recoge 22 líneas de actuación para crear un marco político y económico favorable al modelo social y profesional de agricultura y a las pequeñas y medianas explotaciones.

http://www.coag.org/download-doc/355262

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Futureco Bioscience ha presentado Genomaat, un innovador servicio a medida para un rendimiento óptimo de los cultivos, que ofrece a los agricultores soluciones microbianas a medida basadas en la colección única de microorganismos de la compañía, o bien en la microflora nativa de la parcela analizada. Asimismo, utiliza una tecnología de «alto rendimiento» para desglosar la complejidad de la biodiversidad del ecosistema-suelo en parámetros biofuncionales útiles, revelando la relación entre la salud y la nutrición del suelo y el rendimiento general del cultivo.

El CEO y presidente de Futureco Bioscience, Rafael Juncosa, ha manifestado que «el lanzamiento de esta nueva herramienta, con un potencial tan grande, es uno de los muchos pasos que estamos dando como empresa para proporcionar a los agricultores soluciones capaces de combinar los beneficios de la sostenibilidad y el poder de la Naturaleza con las posibilidades de la tecnología actual». Para subrayar que «estamos comprometidos desde 1993 con el liderazgo y la innovación en la ingeniería microbiana aplicada a la producción de cultivos, ahora y en el futuro, gracias a nuestra amplia experiencia en el sector agrobiotecnológico y nuestro compromiso con la innovación».

Según ha señalado la empresa, Genomaat permite analizar la huella funcional única de la red alimentaria del suelo de los cultivos para:

– Mejorar las características biofuncionales y la red alimentaria del suelo, aumentando la biodiversidad y movilizando nutrientes.

– Destacar los desequilibrios funcionales en el ecosistema del suelo, anticipando las necesidades de los cultivos y permitiendo una optimización precisa de la aplicación de insumos.

– Predecir posibles amenazas de enfermedades y proporcionar recomendaciones de métodos de prevención específicos que eviten la dependencia de tratamientos posteriores.

– Evaluar tratamientos: las muestras de suelo pueden analizarse antes y después de un tratamiento biológico o convencional específico para evaluar el cambio en la dinámica del microbioma del suelo.

– Recuperar la biodiversidad y la salud de los suelos contaminados por metales pesados o pesticidas.

En conjunto, Genomaat «crea oportunidades tangibles para enfoques eficientes y ambientalmente regenerativos en la gestión de los cultivos». Además, se desarrolla en tres fases distintas: diagnóstico funcional inicial, ingeniería de la microbiota y cultivo de microorganismos específicos, y finalmente evaluación de la funcionalidad mejorada del suelo. La fase central de optimización de la microbiota del suelo se basa en la larga trayectoria de Futureco Bioscience en el campo de la agrobiotecnología y en la experiencia acumulada en el desarrollo de productos bioestimulantes.

www.futurecobioscience.com

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Los representantes de los agricultores y ganaderos, así como el resto de los agentes de la cadena alimentaria, han dado su opinión y realizado las aportaciones que han considerado oportunas en el marco de las comparecencias convocadas por la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Congreso de los Diputados con motivo del inicio de la tramitación del Proyecto de Ley por el que se modifica la Ley 12/2013, de 2 de agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la Cadena Alimentaria.

En representación de Cooperativas Agro–alimentarias de España, su director general, Agustín Herrero, ha señalado que esta normativa debe perseguir una retribución adecuada al esfuerzo y la aportación del sector productor, así como el resto de los eslabones de la cadena alimentaria, que le permita mantenerse, invertir, innovar y desarrollar proyectos empresariales viables. Asimismo, ha indicado que «las cooperativas no queremos vender a precios inferiores a los costes de producción, pero a veces, no hay compradores dispuestos a pagar determinados niveles de precios, y en esos casos, es peor no vender y perder la totalidad del valor de los productos». Para mejorar la rentabilidad y sostenibilidad del sector productor «no hay atajos ni medidas inmediatas», y desde Cooperativas Agro–alimentarias continuarán trabajando «para mejorar la organización económica del sector, pero es necesario contar con un sector organizado, con mecanismos de gestión de la oferta que permitan ajustar atenuar los efectos de una sobreoferta, con una reciprocidad efectiva en las exigencias a las importaciones, y con una cadena alimentaria transparente en todos sus eslabones».

FEPEX ha alertado que la Ley de la Cadena Alimentaria puede incentivar el crecimiento de la importación en el sector de frutas y hortalizas, destacando, además, la dificultad para concretar algunos puntos claves de esta norma, como determinar el coste efectivo de producción y en consecuencia el precio cierto que debe recoger el contrato entre el comprador y el vendedor. El director de esta organización, Jose María Pozancos ha explicado que comparte los objetivos de la Ley y de la Directiva sobre prácticas comerciales desleales, pero considera que la exigencia de que todas las producciones, independientemente de su competitividad o de la situación de los mercados tengan un precio igual a su coste de producción, provocará que una parte importante de la producción no pueda acceder al mercado, lo que favorece a la competencia de terceros países y comunitaria.

Pozancos ha explicado también que, en el sector español de frutas y hortalizas, la exportación representa el 65% de la facturación, por tanto, las condiciones de competencia en los mercados exteriores son decisivas y estas condiciones están llevando a un incremento continuo y constante de las importaciones.

Además, FEPEX ha planteado también la dificultad de concretar algunos puntos clave de la Ley como determinar el precio cierto que debe recoger el contrato entre el comprador y el vendedor. La volatilidad de los mercados provoca que la horquilla de precios, por ejemplo, de tomate redondo, llegue al 300% en una misma campaña.

 

Decálogo de mejoras
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha presentado 10 propuestas de mejora de la Ley de Cadena Alimentaria (entre las que se incluye la regulación de la ‘venta a pérdidas’ y la inclusión del canal Horeca en el ámbito regulatorio y la puesta en marcha de un Registro oficial electrónico de contratos) para reforzar la eficacia de la misma «y conseguir así un reparto justo y equitativo del valor de los productos agroalimentarios entre los distintos eslabones que operan entre el campo y la mesa».

Durante su comparecencia en la Comisión de Agricultura, el Secretario General de COAG, Miguel Blanco, ha defendido las modificaciones de dicha Ley que recoge el Real Decreto 5/2020 aprobado en febrero del pasado año al hilo de las históricas movilizaciones y tractoradas por toda España. En este sentido, ha valorado el articulado que establece que, para la fijación de los precios en los contratos, uno de los factores objetivos a emplear deberá ser el coste de producción, en base a «criterios imparciales y que tengan como referencia datos de consulta pública» y que, para evitar la destrucción de valor en la cadena, «cada operador deberá pagar al inmediatamente anterior un precio igual o superior al coste de producción del producto objeto de contrato».

«La pandemia ha puesto en valor el carácter esencial del sector agrario. Pero esto no se ha traducido en una mejor posición de los agricultores y ganaderos en los mercados. Los precios en origen siguen en una tendencia a la baja, al tiempo que se incrementan los costes de producción. Y en esta tendencia, la posición de abuso de posición dominante de las grandes cadenas de distribución tiene mucho que ver», ha subrayado Blanco.

Por su parte, el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luís Benítez, ha defendido una ley justa para todos los operadores de la cadena y que no cree problemas adicionales, poniendo énfasis en tres aspectos fundamentalmente: la inclusión de todos los operadores en la cadena con independencia de su forma jurídica; profundizar y aclarar el concepto del coste efectivo de producción para evitar inseguridad jurídica y que se creen índices de precios artificiales, así como mantener el control de las Denominaciones de Origen supraautonómicas en manos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA).

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Valencia ha acogido durante dos días el I Congreso de Jóvenes Cooperativistas, organizado por Cooperativas Agro–alimentarias de España y la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias de la Unión Europea (COGECA), en el que han participado más de 300 jóvenes de distintos países comunitarios.

El objetivo del encuentro era escuchar a jóvenes agricultores y ganaderos europeos que aporten ideas y expliquen sus necesidades con el fin de trabajar conjuntamente para fomentar el relevo generacional y conocer de primera mano qué pueden aportar las cooperativas a estos para que puedan permanecer en el sector agrario y en el medio rural. El reto del relevo generacional es una cuestión de vital importancia a nivel europeo y preocupante en España, donde solo el 8% de las explotaciones tiene al frente titulares menores de 40 años.

Las mesas redondas realizadas destacaron varias necesidades y problemática con las que se están encontrando los jóvenes que se han incorporado al sector y quieren vivir de él, así como a los que les gustaría hacerlo, pero no están encontrando los apoyos necesarios para tomar la decisión. La rentabilidad de las explotaciones, el apoyo financiero para comenzar con la actividad o menos dificultades para acceder a las tierras o la falta de servicios y limitaciones tecnológicas del propio medio rural, fueron algunos de los factores en los que los jóvenes insistieron que están encontrando más barreras. Además, explicaron que las ayudas de la PAC, basadas en apoyos a la tierra y bases históricas, no están favoreciendo el relevo generacional, sino todo lo contrario. Respecto a cómo las cooperativas pueden contribuir a fomentar la incorporación de jóvenes al sector agroalimentario, destacaron la estabilidad que proporciona el pertenecer a una cooperativa, el acceso a más servicios, el asesoramiento y la formación.

«Este Congreso va a suponer un antes y un después en nuestras cooperativas. Estamos definiendo un camino que tiene que ser vuestro, debéis ser protagonistas e implicaros. Os animo a que la ilusión que tenéis revolucione en positivo lo que tenemos ahora en nuestras cooperativas y a seguir avanzando», destacó el presidente de Cooperativas Agro–alimentarias de España, Ángel Villafranca, quien se comprometió a crear una Comisión de Jóvenes dentro de la organización y a poner todos los medios disponibles al servicio de este colectivo. En la misma línea, Thomas Magnusson, presidente de la COGECA, resaltó en la inauguración que «las cooperativas necesitan jóvenes que quieran formar parte de ellas. En este Congreso vamos a establecer unas pautas para definir el futuro de las cooperativas». Cirilo Arnandis, presidente de Cooperatives Agro–alimentàries de la Comunidad Valenciana, subrayó que «se debe aprovechar la gran implantación de las estructuras cooperativas por todo el territorio para favorecer la llegada de nuevos agricultores, facilitar el acceso a la tierra, incrementar la capacidad de concentración de la oferta y el peso de los productores en la cadena».

Por su parte, Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar, animó a los jóvenes a participar no sólo en las cooperativas, sino también en la construcción de Europa. Al respecto comentó que «la UE sigue construyéndose hoy y se trata de un proyecto en el que todos podemos participar, nunca antes Europa ha vivido un periodo de tanta estabilidad y progreso como ahora, un hito histórico que debe continuar desarrollándose».

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