El seguro agrario ha sido el centro de todas las miradas y reflexiones en la jornada organizada por el Consejo General de Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas en la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en Madrid, el 11 de abril, bajo el título ‘El papel del perito en los seguros agrarios combinados: pieza clave en la protección del sector agropecuario’. Ha sido observado con lupa para detectar sus fortalezas, fisuras y las posibles curas ante la alta siniestralidad a la que está haciendo frente, especialmente desde el año 2020, a causa de la imprevisibilidad climatológica y, además, se ha puesto en valor el trabajo de los peritos, pieza fundamental para el buen desarrollo de la maquinaria y el pago de indemnizaciones.
Félix Novoa, director del área técnica de Agroseguro, ha sido el encargado de proporcionar a los asistentes algunas de las cifras de mayor. Así, la sequía (496 millones de euros –M€– en indemnizaciones), el pedrisco (375 M€ en indemnizaciones) y las heladas (61 M€ en indemnizaciones) convirtieron 2023 en el año de mayor siniestralidad de la historia del seguro agrario, con un total de 1.241 M€. De hecho, «la sequía de 2023 es la más grave en los 45 años del seguro agrario». Todo ello ha llevado a que la ratio de siniestralidad se haya situado en el último ejercicio en un 169%; la principal consecuencia ha sido que la reserva del consorcio de compensación de seguros ha caído en más de la mitad en solo tres años, situándose en 353 M€. La diferencia entre las primas pagadas y las indemnizaciones recibidas ha sido de 712 M€.
En la jornada se ha insistido en que el seguro agrario es una herramienta imprescindible que continúa siendo solvente, algo que propicia que la confianza de los asegurados, así como la contratación, sigan creciendo ejercicio tras ejercicio. Asimismo, todos los ponentes han coincidido en que las reglas del juego han cambiado y es necesario adaptarse a ellas.
Para Miguel Pérez Cimas, director de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), «es necesario que el seguro agrario se adapte a la nueva realidad bajo una doble exigencia, por una parte, que haya garantías de la viabilidad futura del sistema y, por otra, que siga siendo una herramienta útil para el sector». Y ha reiterado que «el riesgo que transfiere el asegurado a cambio de la prima que paga no es infinito, y las explotaciones con riesgo creciente tendrán que tomar medidas para que el riesgo transferido a las aseguradoras sea asumible».
Verificación con objetividad de los daños
Los peritos agrícolas son unas figuras sin los que, como han recordado todos los ponentes, «sería imposible que la maquinaria aseguradora complete su labor». Una labor que se revela no solo económica, sino también social, porque el seguro complementa la renta del agricultor cuando hay un siniestro. Para dar voz a estos profesionales en la jornada se ha contado con José Antonio Gómez, coordinador de peritaciones de Agroseguro y con Alberto Conde, ingeniero técnico agrícola especializado en el peritaje y tasación de seguros agrarios.
Ambos han detallado las fases de trabajo de los peritos a pie de campo que, según han comentado, también incluyen empatizar con el agricultor que acaba de sufrir un siniestro, y todo ello de manera independiente y ágil. Según datos de Agroseguro, solo en 2023 los peritos del seguro agrario auditaron de media al día entre 40 y 50.000 hectáreas, un gran volumen que ha posibilitado que la recepción de las indemnizaciones haya sido de 27 días de media.
Sobre la labor de estos peritos se ha hablado ampliamente en la mesa redonda, en la que han participado todos los ponentes y Carlos Gutiérrez, presidente del Consejo de Ingenieros Agrícolas. En general, se ha lamentado que en la universidad no se aporte la formación necesaria en peritaje, algo que tienen que completar los colegios profesionales con cursos específicos. En este sentido, Novoa ha anunciado que desde Agroseguro van a impulsar la creación de un máster específico de seguros agrarios.
En la jornada también se ha destacado la necesidad de que los profesionales del peritaje estén colegiados, algo que viene marcado por ley, y que incide en la seguridad que se aporta al asegurado y al propio sistema asegurador. Al mismo tiempo, se ha recordado que los únicos profesionales que pueden ser peritos tasadores de seguros agrarios son Ingenieros Técnicos Agrícolas, Ingenieros Agrónomos y Graduados en Ingeniería Agronómica.
La jornada, inaugurada por el subsecretario de Agricultura, Pesca y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Ernesto Abati García–Manso, ha sido clausurada por el presidente del Consejo General de Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas.
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