Ya está en marcha la vendimia de este año y algunos productores ya han explorado opciones como las que ofrece la industria 4.0 que se traducen en la automatización de todos los procesos de las bodegas y el control al detalle de la trazabilidad de los productos.
«Gracias a la implementación de soluciones tecnológicas en las bodegas, se puede trasladar la experiencia contrastada de otros sectores agroalimentarios al del vino», han explicado desde Sothis, empresa líder en la implantación de la industria 4.0, y que acaba de cumplir su décimo aniversario. Según han indicado desde esta tecnológica «las bodegas pueden ahorrar costes, tiempo y reducir al mínimo el error humano gracias al control total de cada proceso, desde la recepción de la uva, al control de barricas, depósitos, embotellado y envío de palets».
La vendimia 4.0 supone contar con los beneficios de la hiperconectividad mediante internet, el análisis de datos y la automatización. Es decir, contar con el control avanzado de la explotación agraria, sabiendo en todo momento toda la información de la vendimia: kilos, parcelas, rendimientos, tratamientos de la uva, etc. Todo ello se podría consultar de forma eficaz y sencilla a través del Sistema de Planificación de Recursos Empresariales (ERP) y sus verticales para Bodegas, ha señalado el consultor de Sothis, Juan José Muñoz.
Algunas funcionalidades según ha comentado Muñoz «permiten gestionar los tipos de uva y sus variedades, conectar con la báscula de los camiones para obtener sin errores los kilos de cada camión, conectar con los analizadores de laboratorio para obtener y guardar en tiempo real y de forma automática las analíticas de cada camión o lote de uva, así como la gestión y control del almacén de depósitos y barricas y sus tratamientos durante todo el proceso de elaboración del vino, entre otras opciones».
A ello se suma que cuando llegan los camiones con la materia prima a la bodega, la instalación 4.0 alerta, si es necesario, para que se realicen controles específicos marcados por la ley y una vez en los depósitos se pueden controlar los destinos de los excesos de vino, la merma que se produce… Todo ello mediante órdenes personalizadas que el cliente estipula para sus procesos, pudiendo hacer una lectura de los datos desde cualquier punto del planeta.
Todos los datos que extrae el sistema se archivan en la ‘nube’, en un servidor seguro que facilita el acceso a la información desde cualquier lugar mediante dispositivos móviles. De esta manera, el gerente de una empresa puede observar las cifras de su bodega en cualquier momento, para poder tomar decisiones que afectan a toda la producción. Es decir, se posibilita el acceso inmediato a los datos, para prever posibles escenarios o evitar sobrecostes.
La parte de automatización y centralización de información no solo afecta a la elaboración del vino y su embotellado, sino que también incluye a los departamentos financieros, comerciales y de recursos humanos. El Sistema de Planificación de Recursos Empresariales simplifica todos los programas informáticos, logrando que todo el mundo trabaje en una única plataforma en la que se pueda gestionar facturación contabilidad de existencias, contacto con clientes, compras, ventas, trazabilidad, control de costes, calidad y cumplimiento de las normas ISO, entre otras muchas operaciones del día a día en una bodega.
En definitiva, desde Sothis han afirmado que «se trata de dar un salto en la eficiencia, ahorro de costes y reducción de posibles errores en una industria muy bien engrasada. Con la implementación de los procesos y la tecnología de la industria 4.0, las empresas del sector del vino pueden dar un salto en competitividad en un mercado global que ya se mueve por la lógica del análisis de datos y la agilidad de la hiperconectividad».
Cabe señalar que Sothis está especializada en el sector farmacéutico y químico, agroalimentario, construcción, distribución y automóvil, y cuenta con 115 clientes de más de 20 países. En la actualidad, dispone de un equipo de más de 620 personas, y está participada por la sociedad de inversión Angels, impulsada por el empresario valenciano Juan Roig.