vendimia

La vendimia de 2020 será de esas que recordaremos toda la vida según los representantes de la D.O. Binissalem. Complicada por la situación creada por la Covid–19, con las bodegas llenas de vino por la bajada de ventas, mucha incertidumbre a medio plazo, con ayudas a la vendimia en verde y al almacenamiento y una meteorología que, en algunas viñas y zonas, no ha sido del todo benévola con la sanidad de la uva. Ahora iniciamos el mes de agosto, caluroso y húmedo, y la cuenta atrás para el inicio de la campaña de vendimia 2020.

Pero como ya es conocido, las nuevas situaciones provocan cambios, por eso el C.R.D.O. Binissalem, para esta campaña, ha puesto en marcha un programa para gestionar la vendimia. Con este sistema digital, tanto bodegas como viticultores de la D.O. Binissalem dispondrán de un usuario personal para introducir las entradas de uva en las bodegas de la D.O. Binissalem y, también, las entregas que hagan los viticultores a otras bodegas o particulares.

El sistema permite controlar el rendimiento máximo por hectárea de forma automática y generar las declaraciones de vendimia del viticultor, y de entrada de uva de la bodega, evitando duplicar registros y facilitar las comprobaciones al Consejo Regulador.

Varias son las razones que han motivado la ejecución de este proyecto:
Evitar desplazamientos innecesarios de todos los viticultores a la oficina del Consejo Regulador.
Reducir registros, evitando duplicidades.
Optimizar el control de la producción.
Mejorar la gestión de las estadísticas del registro de viticultores, de viñedos y de la producción.

Esta es una iniciativa propia del C.R.D.O. Binissalem, pero un primer paso hacia un registro único, reclamado por las dos DD. OO. y por la I.G.P. VTM a la Consejería de Agricultura, para controlar el registro de viñedos y la producción de manera global.

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Aunque es pronto para hacer una estimación exacta, la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) Cariñena ha anunciado que prevé que la vendimia de este año sea buena, tanto en cantidad como en calidad. Según los primeros estudios técnicos, podrían recogerse unos 89 millones de kilos de uva, es decir un 7,9% por encima de la media de los últimos 10 años.

En los campos de esta Denominación se ha producido ya el cierre de los racimos y desde este mes de julio ha comenzado el envero en zonas por debajo de 500 metros de altura y en las variedades más tempranas como ‘Merlot’, ‘Tempranillo’ o ‘Syrah’. «La sanidad de la uva y el estado de los viñedos es bueno», según han apuntado desde la D.O.P.

Además, la evolución de la climatología ha ayudado al buen desarrollo. Así, «las lluvias acompañaron el comienzo de la brotación, a mediados de marzo. El crecimiento de los pámpanos fue rápido, debido a las temperaturas cálidas de abril y mayo y a la abundante pluviometría. Y lo mismo ocurrió con el cuajado final, en junio».

Actualmente, la D.O.P. Cariñena abarca una superficie de 14.183,25 hectáreas, repartidas por 14 municipios, y la previsión es que la vendimia comience de forma general a mediados del mes de septiembre. En los últimos años, se han fomentado los cultivos en espaldera dentro de la Denominación, lo que permite una recogida fácil y rápida con máquinas vendimiadoras. De esta manera, «un 75% de las uvas serán recogidas de esta forma y solo en una cuarta parte se hará de manera manual». 

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Cinco expertos de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Chile y Argentina han debatido sobre la difícil situación que ha afrontado el sector vitivinícola en los últimos tres meses en el seminario web ‘¿Qué nos enseña la gestión de la vendimia en el hemisferio sur durante la crisis de la Covid–19?, organizado por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). Moderado por el portugués Antonio Graça, secretario del Grupo de expertos ‘Desarrollo Sostenible y Cambio Climático’ de la OIV, ha contado con la participación de 518 asistentes de 46 países.

Los ponentes en este seminario online han sido Tony Battaglene, director ejecutivo de Australian Grape and Wine Incorporated (AGW); Jeffrey Clarke, director general de Asuntos Jurídicos de New Zealand Winegrowers; Yvette Van Der Merwe, directora ejecutiva de South Africa Wine Industry Information and Systems (SAWIS); Aurelio Montes, presidente de Vinos de Chile, y Daniel Rada, director del Observatorio Vitivinícola Argentino. Todos ellos han expuesto planteamientos y experiencias muy reveladores para las personas que tengan que vendimiar dentro de unos meses en el hemisferio norte.
 

Respuesta de los gobiernos
En Nueva Zelanda, el sector vitivinícola y el gobierno han colaborado estrechamente. Según ha explicado Jeffrey Clarke, el gobierno neozelandés «ha respondido de forma muy eficaz y ha demostrado confianza en el sector», lo que ha permitido concluir la campaña con éxito. En palabras de Clarke, vendimiar y vinificar bajo las estrictas medidas que imponía el confinamiento para evitar la transmisión de la Covid–19 ha sido «muy difícil, pero posible». Pese al evidente éxito de la gestión, se ha observado «cierta reducción en el volumen de la cosecha en los casos en los que no fue posible la vendimia manual», así como «un aumento considerable de los costes y el estrés».

En Australia ha sido fundamental «contar con una única fuente oficial de información». Tony Battaglene ha señalado que AGW ha actuado como interlocutor ante los medios y el gobierno en relación con las medidas tomadas. En su opinión, «sin dichas medidas, no habría sido posible mantener las empresas abiertas y terminar la vendimia».

Según Battaglene, el flujo de mano de obra, mercancías y suministros del sector vitivinícola australiano se ha mantenido durante la crisis de la Covid–19 gracias a la adopción de varias medidas, en particular, planes de gestión de riesgos; protocolos de limpieza, higiene y adecuada disponibilidad de productos desinfectantes; distanciamiento social y trabajo por turnos y aplicación de protocolos de trazabilidad.

Asimismo, ha subrayado la importancia de las herramientas digitales, que han permitido la celebración de catas virtuales, eventos vitivinícolas en la red y visitas enoturísticas en realidad virtual. A pesar de ello, ha mostrado su preocupación por el futuro. Al respecto ha señalado que «las verdaderas consecuencias económicas están por llegar. En muchas pequeñas empresas, todavía no han pasado lo peor. Con la recesión, las cifras del empleo tardarán en volver a los valores anteriores a la pandemia, y la confianza de empresas y consumidores tardará mucho en recuperarse».

En Sudáfrica, desde el inicio de la pandemia y hasta el 23 de marzo, la vitivinicultura no estuvo incluida entre las actividades agrícolas esenciales. Este hecho, unido a la prohibición de vender bebidas alcohólicas, ha complicado la situación del sector en el país. El 26 de marzo, «las actividades de cosecha y conservación se incluyeron entre las actividades esenciales para evitar pérdidas de productos agrícolas primarios», ha subrayado Yvette van der Merwe.
 

La previsión es fundamental
Daniel Rada ha analizado cómo ha afrontado el sector vitivinícola argentino la crisis de la Covid–19 y ha enumerado las medidas aplicadas. Al principio de su intervención, Rada ha alertado al hemisferio norte sobre la importancia de la previsión. Entre las medidas adoptadas durante la crisis, ha destacado la utilización de herramientas digitales como elemento clave para mantener la actividad; aumento de la proporción de uso de la tecnología disponible; difusión de información entre todos los integrantes de la cadena industrial; concesión de préstamos gubernamentales para sufragar los gastos laborales de las bodegas, y mantener las tasas de empleo, formación y enseñanza.

Por su parte, Aurelio Montes ha comentado que, en febrero, cuando comenzó la crisis sanitaria, en Chile ya se estaba recogiendo uva blanca. En marzo, ante la gravedad de la pandemia, se aceleró el proceso. Ante la posibilidad de que se empezaran a tomar medidas, la asociación Vinos de Chile celebró varias reuniones con autoridades chilenas para exponer la importancia de garantizar la movilidad de los trabajadores durante el período de vendimia. Según Montes, era primordial evitar que se detuviera la actividad en los viñedos. «Las autoridades se mostraron receptivas y entendieron que obstaculizar en exceso la movilidad de los trabajadores tendría graves repercusiones. Seguimos trabajando, pero aplicamos medidas para garantizar la seguridad de los trabajadores: distanciamiento social, mascarillas, guantes, lavado de manos, turnos de trabajo, etc.», ha destacado el experto.

Montes ha señalado que «la vendimia terminó la tercera semana de abril, cuando el número de casos en Chile era muy pequeño». Por lo que se refiere a las consecuencias de la crisis, el problema estaba más en la parte comercial, con el descenso de las ventas del canal Horeca. Aurelio Montes cree que «las ventas online compensaron un poco la escasez de ventas en Horeca, que representan un 75% del total de nuestras ventas. Por suerte, la situación va mejorando en el hemisferio norte y en China, un mercado importante para nosotros».
 

La transparencia, la planificación y la coordinación son claves
El moderador, Antonio Graça, ha abierto el apartado de conclusiones subrayando la importancia de la transparencia en la gestión de la crisis de la Covid–19, uno de los argumentos del ponente neozelandés, Jeffrey Clarke, para añadir que «la transparencia en todos los procesos, no solo durante esta crisis, sino también en previsión de cualquier otra, infunde confianza a todos los agentes y partes interesadas de la cadena de valor». En este sentido, Graça ha recordado una de las claves apuntadas por la sudafricana Yvette van Der Merwe, la coordinación, «además de una buena planificación, es esencial la coordinación de todos los agentes. De ella puede depender el éxito o el fracaso de cualquier intento de solución».

En el seminario se ha puesto de relieve que la coordinación de todos los agentes del sector es muy importante. Se necesitan mecanismos y herramientas de comunicación claros para transmitir el mensaje de que el sector vitivinícola es esencial y desempeña un papel relevante en la vida de las zonas rurales, desde el punto de vista del empleo, la actividad económica, el paisaje, etc. Por ello es necesario coordinarse con los gobiernos para garantizar, por un lado, la continuidad de las operaciones durante la crisis y, por otro, el apoyo financiero e institucional posterior a esta, para que las empresas puedan recuperarse de sus consecuencias.

En este punto, se ha comentado que la OIV debe seguir siendo un socio estratégico de los gobiernos. La Covid–19 ha puesto de manifiesto que esta entidad tiene los medios para desempeñar un papel clave para gestionar la crisis. En primer lugar, se debe reforzar y difundir el mensaje de que el sector vitivinícola desempeña un papel fundamental. En segundo, el intercambio de experiencias e información ante crisis o cambios tecnológicos puede facilitar la adaptación de los gobiernos y los agentes del sector a las nuevas circunstancias.
 

Impulso para la digitalización
Sobre la digitalización el moderador del seminario ha indicado que «teníamos un montón de herramientas digitales a nuestra disposición, pero nos faltaba un buen motivo para empezar a usarlas. Ahora que en el hemisferio sur han dado el paso por la crisis, se seguirán utilizando». Y ha añadido que «es muy importante que en el hemisferio norte nos demos cuenta de que existen alternativas que no empleamos, no porque no sean buenas o carezcan de valor, sino porque estamos acostumbrados a hacer las cosas siempre de la misma manera y tendemos a resistirnos al cambio. Un esfuerzo coordinado para vencer esta inercia es un punto a favor para salir de la crisis en buenas condiciones».

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El Servicio de Certificación de la Denominación de Origen Utiel–Requena ha presentado el informe anual de la cosecha 2019, en el cual se indica que se han recolectado 212 millones de kg de uva en esta D.O., lo que supone un descenso en torno al 5% con respecto a la vendimia 2018. En resumen, ha habido mermas en todas las variedades, salvo en la variedad ‘Bobal’, que ha tenido un incremento del 2% con respecto a la campaña anterior.

En el análisis de la climatología, «ha sido un año ligeramente más lluvioso que la media, con 433 l/m2 (la media son 390 l/m2)». Han destacado por encima del resto los meses de octubre de 2018 y abril de 2019, que fueron muy lluviosos.

En cuanto al ciclo vegetativo, «la brotación fue algo más retrasada de lo normal debido a que el mes de abril fue lluvioso y fresco». Esta comenzó a principios de mayo y de manera homogénea y con buen desarrollo, sin heladas primaverales. El envero se retrasó un poco respecto del año anterior, aunque dentro de lo normal (primeros–mediados de agosto). La maduración fue lenta, alargándose hasta mediados-finales de septiembre.

El verano, algo seco al principio y no excesivamente caluroso, provocó un retraso de la maduración. La vendimia de variedades blancas para vino tranquilo comenzó en la zona más cálida a mediados de septiembre, y las bodegas, en general, esperaron para vendimiar las uvas tintas a la tercera y última semanas de septiembre. La vendimia se alargó hasta mediados o finales de octubre, ya en la zona más alta. En cuanto a la sanidad de la uva, la cosecha entró en bodega en buen estado fitosanitario. El presidente de la D.O. Utiel–Requena, José Miguel Medina, ha manifestado que «con estos datos y gracias a la labor de viticultores, enólogos y bodegueros, conseguiremos unos excelentes vinos en esta cosecha».

 

Buena calidad en Somontano
Por su parte, la vendimia de la D.O.P. Somontano se ha caracterizado por la calidad con la que han llegado las quince variedades de uva a las bodegas de la zona. La vendimia comenzó el pasado 22 de agosto con la recogida de los primeros kilos de la uva blanca ‘Chardonnay’ y concluyó a finales de octubre con la recogida de los últimos kilos de la uva tinta ‘Moristel’. La campaña se ha cerrado con 21.041.993 kilos de uva, un 12% más que la recogida en 2018.

Por variedades, en el caso de las blancas, ‘Chardonnay’ ha sido la de la que más cantidad se ha recogido con 3.939.908 kilos. Tras ella, ‘Gewürztraminer’, con 1.248.160; ‘Sauvignon Blanc’, con 466.190; ‘Macabeo’, con 331.310; ‘Garnacha Blanca’, con 243.820; ‘Riesling’, con 195.180 y ‘Alcañón’, con 6.565. En tintas, ‘Cabernet Sauvignon’ sigue siendo la mayoritaria con 5.028.186 kilos recogidos. Le siguen ‘Merlot’, con 4.440.138; ‘Tempranillo’, con 1.981.139; ‘Syrah’, con 1.527.202 kg; Garnacha Tinta, con 1.242.010; ‘Moristel’, con 220.540 kg, ‘Parraleta’, con 98.185 y ‘Pinot Noir’, con 73.460 kilos.

La campaña de vendimia se ha desarrollado sin incidencias destacables lo que ha conllevado que la uva haya llegado a las bodegas en un excelente estado sanitario.

A modo de balance, la presidenta de la D.O.P., Raquel Latre, ha señalado estar «muy satisfechos este año: por cómo ha ido la vendimia y por cómo ha transcurrido todo el año en el viñedo que es, al final, lo que marca el resultado. La uva que hemos recogido tiene el equilibrio idóneo para elaborar los grandes vinos que esperamos tenga esta añada 2019».

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La comarca barcelonesa del Alt Penedès y la localidad valenciana de Requena acogieron el 5 de septiembre las movilizaciones de los viticultores contra los bajos precios percibidos por la uva y el vino base para la elaboración de vino y de cava.

Así, unos 500 viticultores y unos 300 tractores participaron en la jornada de paro de la vendimia y de movilización convocada por Unió de Pagesos (UP), Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) y la Asociación de Viticultores del Penedès (AVP) en el Alt Penedès. Estas tres entidades hicieron un llamamiento para detener la vendimia y no entregar uva a las bodegas, ante el anuncio de las bodegas más grandes de recortar un 28% los precios en origen, volviendo a cotizaciones de dos décadas atrás, en concreto de 1998.

La movilización, bajo el lema ‘Precios justos para la uva y el vino base para vino y cava. Para la agricultura y el territorio’, comenzó con una concentración a las 9 h junto al Cementerio de Sant Sadurní d’Anoia, para iniciar la marcha hacia las sedes de empresas elaboradoras e instituciones (Cavas Codorníu, Cavas Freixenet y Ayuntamiento de Sant Sadurní d'Anoia). Posteriormente, se desplazaron a la localidad vecina de Vilafranca del Penedès, donde se dirigieron a la bodega Segura Viudas, al Ayuntamiento de la localidad, al Consejo Regulador del Cava, a Bodegas Torres y a la Bodega García Carrión.

Los representantes de UP, JARC y AVP leyeron un manifiesto conjunto en el que recordaron los problemas que sufre el sector, ligados al dominio de las compañías elaboradoras que mueven más volumen, que determinan el precio y los parámetros de producción sin ningún compromiso con los productores y el territorio, y pensando solo en la rentabilidad económica inmediata. Asimismo, los convocantes de la han destacado que el vino y el cava son productos ligados al territorio y han pedido la implicación de todos para no correr «un grave peligro de deslocalización». Además, han reclamado a las empresas que «apuesten inequívocamente por la calidad para no caer en la banalización del producto».

En el manifiesto, las tres entidades han hecho hincapié en que «unos precios tan bajos hunden el prestigio de las denominaciones de origen, dado que no hay prestigio sin un precio digno y justo para todos», y han exigido el compromiso de todos los operadores para contribuir a prestigiar el producto de las denominaciones de origen catalanas. En este sentido, han exigido a las administraciones, incluida la local, que garanticen el equilibrio territorial y intercedan ante las empresas; el Ministerio de Agricultura, que limite la inscripción de nuevas hectáreas de viñedo en la D.O.P. Cava, y el Departamento de Agricultura, que contribuya a plantear medidas para lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda. Por lo que se refiere a las grandes empresas compradoras, los manifestantes reclamaban que den un valor adecuado al trabajo de los viticultores y el producto que les ofrecen, ya que su margen comercial no se puede incrementar poniendo en riesgo la viabilidad de las explotaciones que les ofrecen una materia prima de calidad para elaborar el producto final.

 

El sector valenciano también sale a la calle
Por su parte, doscientos tractores y cerca de un millar de personas vinculadas directa o indirectamente al sector vitivinícola valenciano salieron a las calles de Requena para reclamar unos precios dignos de la uva destinada a la elaboración tanto de vinos como de cavas. Las principales organizaciones agrarias y cooperativas del colectivo –la Coordinadora Campesina del País Valenciano–COAG, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA–ASAJA) y La Unió de Llauradors i Ramaders, con el apoyo de la Federació de Cooperatives Agro–alimentàries de la Comunitat Valenciana– unieron sus fuerzas a la hora de convocar esta manifestación y tractorada durante la cual alertaron de que, si se confirman los precios a la baja que a día de hoy están ofreciendo las grandes bodegas, los productores valencianos sufrirán unas pérdidas económicas superiores a los 28 millones de euros, de los cuales cerca de 7,5 millones corresponden al sector del cava de Requena.

Entre las reivindicaciones del colectivo cabe destacar la solicitud a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), órgano dependiente del Ministerio de Agricultura (MAPA), y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que ponga en marcha una campaña especial de investigación sobre las grandes bodegas a fin de sancionar posibles acuerdos de precios; el cumplimiento estricto de la ley de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria; agilizar los protocolos de exportación a nuevos mercados; mejorar el control de entradas de plagas y enfermedades de las plantas de vivero; reivindicar y poner en valor la singularidad de la D.O.P. Utiel–Requena, D.O.P. Alicante y D.O.P. Valencia.

El sector vitivinícola valenciano también exige el establecimiento de unas tarifas eléctricas para el riego de apoyo y las bodegas en las que se les facture por la energía utilizada, se permita realizar dos modificaciones al año de la potencia contratada y establezca un IVA reducido al regadío. Igualmente, pide un gasoil adaptado a las necesidades del sector agrario y ganadero; evitar las pérdidas de fondos comunitarios del Plan de Apoyo al Sector Vitivinícola de España (PASVE) y el desarrollo y composición de los Planes de Desarrollo Rural de la nueva PAC que apoyen realmente al medio rural y sus habitantes; incrementar el presupuesto para la investigación con el objeto de erradicar las enfermedades de la madera en la viña; potenciar la promoción del consumo de vinos y cavas; controlar la superpoblación de fauna salvaje y flexibilizar las normas del seguro agrario para facilitar indemnizaciones por este tipo de daños; y exigir al MAPA que haga su labor para fortalecer y cohesionar Agroseguro a través del control de las subidas indiscriminadas de las primas.

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Teresa Jordà, consellera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Catalunya, acompañada del director general del Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI), Salvador Puig, se ha reunido, en la sede de esta última entidad en Vilafranca del Penedès, con representantes de Unió de Pagesos (UP), JARC y la Asociación de Viticultores del Penedès (AVP), de la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC), el Instituto del Cava, así como de las principales empresas elaboradoras, para encontrar una salida a la crisis provocada por el bajo precio que las grandes bodegas pretenden pagar por la uva de esta temporada.

Al final y pese a la voluntad de todas las partes, la situación sigue encallada y UP, JARC y la Asociación de Viticultores del Penedés, ante la falta de una solución en firme, han decidido mantener la convocatoria de huelga para el próximo 5 de septiembre, en la que no cosecharán ni entregarán uva a las bodegas en protesta por los bajos precios a los productores.

A pesar de no lograr ninguna solución en firme para la presente campaña, los representantes de los productores celebran el apoyo mostrado por la consellera Jordà y su compromiso con el fin de estudiar medidas para lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda, flexibilizar los compromisos que dependan del Departamento y que emanen de situaciones de desequilibrio y para hacer cumplir las medidas propuestas ara las DD. OO. que dependan del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Por su parte, la consellera se ha mostrado muy satisfecha del encuentro, que según ha manifestado ha permitido «conjurarnos productores y elaboradores a trabajar juntos por el mundo del cava y por el país» y ha mostrado la voluntad del Departamento y de todas las partes de poner todos los medios al alcance para evitar que se vuelva a dar la actual situación. Asimismo, cabe señalar que Teresa Jordà ya ha solicitado una reunión con representantes del MAPA, como corresponsable de esta situación, para pedirles la limitación de nueva superficie, y otras medidas que podrían contribuir a mejorar la situación del sector del cava.

Finalmente, los participantes en la cumbre de Vilafranca del Penedès se han emplazado a una nueva reunión que se celebrará el próximo mes de noviembre, una vez finalizada la vendimia, y cuando ya se dispongan de todos los datos derivados la misma.

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La bodega Juvé & Camps ha comenzado la quinta vendimia de sus 271 hectáreas de viña ecológica en propiedad con la recolección de la variedad chardonnay, que augura una muy buena campaña por el excelente estado sanitario de la uva, a la que ha seguido pinot noir, y posteriormente seguirán macabeo, xarel·lo y parellada, que se recolectarán a partir del mes de septiembre. De la misma forma que la chardonnay, todas estas variedades vaticinan una excelente vendimia.

Pep Jiménez, director de viticultura de la compañía, ha señalado que «una maduración más lenta de la uva, respecto al año anterior, ha propiciado un inicio más tardío de la cosecha y ha ayudado a obtener un muy buen equilibrio entre la graduación y la acidez de esta variedad. En un año vitícola prácticamente seco, dos lluvias oportunas registradas a principios de julio y de agosto, con 40 y 20 litros/m2, respectivamente, pronostican una cosecha excepcional». La producción está siendo equilibrada en volumen, con un ligero incremento respecto a 2018.

Por segundo año consecutivo, la bodega está aplicando viticultura de precisión, la última tecnología en teledetección realizada con drones que permite conocer al detalle el estado sanitario de cada parcela de viña.

Juvé & Camps ha indicado en un comunicado que, igual que en la campaña anterior, el precio de compra se sitúa entre los 0,60€ y 0,75€ por kilo de uva ecológica y recogida a mano, uno de los más altos del sector. Esta uva, adquirida para garantizar el suministro de cava de la compañía, sigue los mismos controles rigurosos y criterios de calidad que la cultivada y vendimiada en las fincas de la propiedad.

La bodega ha comentado que consolida su proyecto ecológico, «gracias a una producción sostenible que respeta el medio ambiente en todos sus procesos, protegiendo y cuidando cada una de las variedades para garantizar su máxima expresión».

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La vendimia de este año en nuestro país puede rondar entre los 39 y los 40 millones de hectolitros, según los datos facilitados tanto por Cooperativas Agro–alimentarias de España como por la Unión de Uniones, cifra que puede suponer un descenso de algo más del 20% en relación a la campaña anterior.

Cooperativas Agro–alimentarias ha señalado en un comunicado que la práctica totalidad de las Comunidades Autónomas obtendrán un descenso, más acentuado en el centro y el sur peninsular que en el Levante y el tercio norte, estas regiones menos afectadas por la sequía; aunque esta cifra estará muy condicionada por la principal Comunidad Autónoma productora que es Castilla–La Mancha, donde se prevé una cosecha de 21 millones de hectolitros, frente a los 29,08 millones de hl de vino y mosto del año anterior (–27,3%).

Los otros dos principales países de la UE tampoco presentan buenas producciones, según ha indicado la Unión de Uniones. El caso de Francia estaría en torno a los 43 millones de hl, una cantidad inferior a su media de los últimos años si se descuenta la excepcionalmente mala del 2017. También Italia volvería a sus niveles medios de alrededor de 49–50 millones de hl y, en definitiva, todo ello dejaría la cosecha europea en valores de unos 165 millones de hl, un –11% menos que la campaña pasada que se rozó el récord de este siglo con 189,1 millones de hl de vino y mosto.

Unión de Uniones considera que la campaña 2019/20 no debe ser especialmente problemática, «salvo que artificialmente se busque crear problemas». En este sentido a la sectorial vitivinícola de Unión de Uniones le llama poderosamente la atención los anuncios que, incluso desde algunas organizaciones agrarias, se han hecho de «ruinosas» caídas del precio de la uva o de que se va a llegar a unos «precios hundidos» y considera que no juegan en favor de los intereses de los viticultores, sino todo lo contrario.

«Es innegable que en el vino sin indicación geográfica tenemos desequilibrios del mercado», apuntan desde la organización, «pero no se debe andar jugando a culpabilizar de ello y penalizar a los viticultores que se han visto empujados a intentar hacer sus explotaciones más competitivas, mientras no se erradiquen prácticas irregulares que pesan sobre el mercado y se meta mano de verdad al mal funcionamiento de la cadena alimentaria».

Por otro lado, ante determinadas tramas de fraude en el sector del alcohol puestas en evidencia en los medios de comunicación, Unión de Uniones reclama de las Administraciones «todo el rigor» en la aplicación del protocolo del Plan Coordinado de Control Oficial de Alcohol y Destilados de Origen Vínico impulsado por el Ministerio de Agricultura y que tendrán que poner en marcha por primera vez en esta campaña las Comunidades Autónomas. «Se está intentando inventar la pólvora para regular el mercado, cuando lo primero que hay que hacer es limpiar la suciedad de debajo de la alfombra», han declarado desde esta organización.

 

Producción similar a la media en Cataluña
El Institut Català de la Vinya i el Vi (INCAVI) de la Generalitat de Catalunya ha informado que la vendimia de este año se prevé, de manera general y en todas las denominaciones de origen catalanas, de cantidad igual o un poco superior a la media, excepto en las zonas que han sufrido graves daños por la ola de calor del pasado mes de junio. De hecho, del 25 al 30 de junio, las altas temperaturas afectaron parcelas vitícolas situadas en las comarcas del Priorat, Ribera d'Ebre, Alt Empordà y Terra Alta y en casos puntuales del Bages. Las pérdidas de producción más importantes han sido en viñedos jóvenes de estas zonas, de menos de 15 años y con poca retención hídrica en el suelo, siendo Cariñena la variedad más afectada.

En cuanto la calidad sanitaria de la uva, el INCAVI ha comentado que esta es óptima. Las condiciones meteorológicas han hecho que las afectaciones de mildiu, oídio y polilla del racimo hayan sido muy bajas, casi inexistentes en todas las DD. OO.

En esta comunidad autónoma, Unió de Pagesos (UP), Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) y la Asociación de Viticultores del Penedès (AVP) han convocado una huelga contra los bajos precios de la uva después de que se acordara en una asamblea celebrada en Vilafranca del Penedés con la participación de 300 viticultores y 150 tractores. En esta asamblea, posterior a la concentración, los viticultores han decidido hacer una huelga el 5 de septiembre en la que no cosecharán ni entregarán uva a las bodegas en protesta por los bajos precios que las bodegas más grandes quieren pagar durante esta campaña.

En este sentido, han explicado que «hay que tener en cuenta que la bajada de precios de la uva es del 28%, y que hace retornar a las valoraciones de 1998». Además, las 3 entidades consideran que «no son justificables, no permiten la viabilidad de las explotaciones, y los recortes de compra a última hora vierten en la misma situación lamentable». Para los convocantes de la huelga, estos precios «hunden el prestigio de las denominaciones de origen, y entienden que no hay prestigio sin un precio digno».

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El aumento de temperaturas a causa del cambio climático puede provocar un adelanto de hasta 16 días en la maduración de la uva en la Denominación de Origen Calificada (D.O.Ca.) Rioja en el año 2050 y de unos 31 días en el 2070. Así, queda reflejado en un estudio realizado por investigadores de la Universidad de la Rioja y de la Universidad de Lleida (UdL), que se ha presentado en el 21º congreso internacional GiESCO (Group of international Expertos for Cooperation donde Vitivinicultural Systems), celebrado en Tesalónica (Grecia). El estudio, titulado ‘Impacts of the projected changes in temperature under scenarios of climate change donde vine phenology of three red varieties cultivated in Rioja (Spain)’, analiza el efecto potencial del cambio climático sobre la fenología y la composición de la uva de las variedades Tempranillo, Garnacha y Cariñena cultivadas en la D.O.Ca. Rioja. 

La catedrática de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria (ETSEA) de la UdL, Concepción Ramos, y el catedrático de la Universidad de La Rioja, Fernando Martínez de Toda, han efectuado una proyección del aumento de temperaturas bajo dos de los escenarios de emisión de gases de efecto invernadero establecidos por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC): el RCP4.5 (escenario de estabilización de emisiones) y el RCP8.5 (escenario con un nivel muy alto de emisiones).

En un escenario de estabilización de las emisiones, los análisis que se han llevado a cabo prevén un adelanto de 8 y 12 días en la maduración del Tempranillo para el 2050, dependiendo de la zona en la que se localice la viña. Por su parte, las proyecciones para 2070 hablan de entre 11 y 17 días de adelanto. Si las emisiones no se estabilizan y el nivel llega a ser muy alto, la maduración de la uva puede adelantarse entre 13 y 16 días para 2050 y alcanzar los 20 a 31 días de adelanto en 2070. Así, por ejemplo, en el caso de la variedad Tempranillo la maduración se completaría entre finales de agosto y principios de septiembre.

 

Adelanto de la floración y envero
Además, el estudio predice un adelanto en las fechas de floración y envero (coloración) de la uva para las tres variedades estudiadas, siendo mayor el avance en las zonas cálidas que en las frías. La composición de la uva también sufriría cambios, consiguiendo antes el grado probable requerido, con un desacoplamiento entre los antocianos –pigmentos hidrosolubles– y los azúcares y con una menor acidez causada por el aumento de las temperaturas.

Ante estas previsiones, los investigadores consideran interesante «estudiar y desarrollar nuevas técnicas vitícolas de manejo de la vegetación con el objetivo de retrasar la maduración para que, bajo las condiciones climáticas futuras, las uvas maduren a temperaturas similares a las actuales», según han indicado. En este sentido, «proponen técnicas como la poda tardía, el severo recorte de los pámpanos y la poda mínima, que permiten retrasar la maduración de la uva entre 15 y 20 días». Al mismo tiempo, en el citado estudio se plantea el forzado de una nueva brotación de las yemas.

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Ya está en marcha la vendimia de este año y algunos productores ya han explorado opciones como las que ofrece la industria 4.0 que se traducen en la automatización de todos los procesos de las bodegas y el control al detalle de la trazabilidad de los productos.

«Gracias a la implementación de soluciones tecnológicas en las bodegas, se puede trasladar la experiencia contrastada de otros sectores agroalimentarios al del vino», han explicado desde Sothis, empresa líder en la implantación de la industria 4.0, y que acaba de cumplir su décimo aniversario. Según han indicado desde esta tecnológica «las bodegas pueden ahorrar costes, tiempo y reducir al mínimo el error humano gracias al control total de cada proceso, desde la recepción de la uva, al control de barricas, depósitos, embotellado y envío de palets».

La vendimia 4.0 supone contar con los beneficios de la hiperconectividad mediante internet, el análisis de datos y la automatización. Es decir, contar con el control avanzado de la explotación agraria, sabiendo en todo momento toda la información de la vendimia: kilos, parcelas, rendimientos, tratamientos de la uva, etc. Todo ello se podría consultar de forma eficaz y sencilla a través del Sistema de Planificación de Recursos Empresariales (ERP) y sus verticales para Bodegas, ha señalado el consultor de Sothis, Juan José Muñoz.

Algunas funcionalidades según ha comentado Muñoz «permiten gestionar los tipos de uva y sus variedades, conectar con la báscula de los camiones para obtener sin errores los kilos de cada camión, conectar con los analizadores de laboratorio para obtener y guardar en tiempo real y de forma automática las analíticas de cada camión o lote de uva, así como la gestión y control del almacén de depósitos y barricas y sus tratamientos durante todo el proceso de elaboración del vino, entre otras opciones».

A ello se suma que cuando llegan los camiones con la materia prima a la bodega, la instalación 4.0 alerta, si es necesario, para que se realicen controles específicos marcados por la ley y una vez en los depósitos se pueden controlar los destinos de los excesos de vino, la merma que se produce… Todo ello mediante órdenes personalizadas que el cliente estipula para sus procesos, pudiendo hacer una lectura de los datos desde cualquier punto del planeta.

Todos los datos que extrae el sistema se archivan en la ‘nube’, en un servidor seguro que facilita el acceso a la información desde cualquier lugar mediante dispositivos móviles. De esta manera, el gerente de una empresa puede observar las cifras de su bodega en cualquier momento, para poder tomar decisiones que afectan a toda la producción. Es decir, se posibilita el acceso inmediato a los datos, para prever posibles escenarios o evitar sobrecostes.

La parte de automatización y centralización de información no solo afecta a la elaboración del vino y su embotellado, sino que también incluye a los departamentos financieros, comerciales y de recursos humanos. El Sistema de Planificación de Recursos Empresariales simplifica todos los programas informáticos, logrando que todo el mundo trabaje en una única plataforma en la que se pueda gestionar facturación contabilidad de existencias, contacto con clientes, compras, ventas, trazabilidad, control de costes, calidad y cumplimiento de las normas ISO, entre otras muchas operaciones del día a día en una bodega.

En definitiva, desde Sothis han afirmado que «se trata de dar un salto en la eficiencia, ahorro de costes y reducción de posibles errores en una industria muy bien engrasada. Con la implementación de los procesos y la tecnología de la industria 4.0, las empresas del sector del vino pueden dar un salto en competitividad en un mercado global que ya se mueve por la lógica del análisis de datos y la agilidad de la hiperconectividad».

Cabe señalar que Sothis está especializada en el sector farmacéutico y químico, agroalimentario, construcción, distribución y automóvil, y cuenta con 115 clientes de más de 20 países. En la actualidad, dispone de un equipo de más de 620 personas, y está participada por la sociedad de inversión Angels, impulsada por el empresario valenciano Juan Roig.

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