En su afán de crecimiento y desarrollo de nuevos productos adecuados a la industria 5.0, el grupo Della Toffola ha lanzado un sistema de prensado inteligente denominado Ampelos, tomando como base el know-how del prensado horizontal con membrana central y añadiendo la tecnología de inteligencia artificial, que ha recibido recientemente uno de los premios del concurso de novedades técnicas convocado por Enomaq, Oleomaq y Ebeer 2023.
La compañía ha señalado que la nueva línea Ampelos «solventa las deficiencias que hasta ahora tenían las prensas actuales». Se trata de un sistema desarrollado mediante inteligencia artificial que «es capaz de monitorizar y gestionar de forma automática cada una de las fases del proceso de prensado, desde su llenado hasta su vaciado y limpieza. El operador, el enólogo o el técnico ya no tiene que interpretar la respuesta del producto durante el ciclo de prensado».
Asimismo, «permite trabajar de forma continua, además de realizar todos los ciclos de forma automática, convirtiéndose en un sistema de prensado continuo neumático automático».
En la fase de llenado de la prensa, gracias a una serie de sensores instalados en la máquina y conectados a un algoritmo de inteligencia artificial, se puede tener un control automático de la relación entre el mosto y la cantidad de uva cargada en la prensa en tiempo real, además de un control de la velocidad de llenado, para mantener una relación óptima de extracción de mosto. Los algoritmos se adaptan al tipo de uva realizando un mayor o menor desmenuzamiento de la pasta, y también se adaptan a las necesidades del bodeguero (velocidad de llenado, capacidad de llenado y calidad absoluta del producto).
En la fase de prensado, el sistema de Inteligencia implantado, «intenta extraer la máxima cantidad de mosto en el menor tiempo posible con total autonomía y adaptándose perfectamente a la dificultad de las uvas». Los aumentos de presión son graduales en función del flujo drenado evitando presionar más de lo necesario. Los tiempos de agotamiento de la pasta se controlan optimizando la relación tiempo de extracción/eficacia. Como complemento hay el colorímetro, un novedoso sistema implantado en las prensas que permite una selección y separación de calidad de los mostos en función del color y su intensidad.
La fase de descarga también es automática, ya que la prensa entiende que ya ha terminado el ciclo de prensado e inicia esta fase con la gestión del tambor y los sinfines de descarga. Una vez que la prensa está vacía, el ciclo de vaciado se detiene automáticamente para evitar la pérdida de tiempo, y comenzar inmediatamente con el ciclo de limpieza.
La fase de lavado, tambien se realiza de forma automátizada y no requiere de la presencia de un operador. Un brazo de lavado robotizado, se introduce por una de las puertas y mediante agua a presion lava la mitad de la prensa. Las celulas de carga instaladas detectan la cantidad de agua utilizada y controlan el tiempo de lavado; posteriormente se realiza la misma operación girando 180 grados la prensa, gracias a las dos puertas opuestas que tiene.
Las prensas automáticas están equipadas de serie con un sistema de recuperación del agua de lavado. Por lo general, se utiliza agua limpia al principio del lavado, un agua que se recupera para posteriores lavados. Los enjuagues que vacían la mayor parte de restos de hollejos de la prensa, se realizan con agua reciclada que posteriormente se desecha. Todas las aguas residuales se dirigen al sistema de recuperación, donde los restos de orujo se separan y se desechan y el agua se almacena de nuevo para ser utilizada en un ciclo de lavado posterior.
En resumen, el Grupo Della Toffola, cuya filial en nuestro país está ubicada en la Rioja, ha señalado que entre las ventajas del sistema de prensado inteligente destaca que son ciclos de prensado más cortos con lo que se consigue menor oxidación; prensado más suave; menor turbidez y menor generación de heces o lías. Asimismo, hay una mejora en el rendimiento (hasta el 87%), una adaptación del programa de prensado al tipo de uva usando algoritmos de inteligencia artificial; el proceso se convierte en totalmente automático, por lo que la ausencia del operador humano evita los fallos, una mejora de la prevención de riesgos y una mayor sostenibilidad, ya que permite recuperar el agua de lavado.
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