Unió de Pagesos (UP) ha advertido, en rueda de prensa, que la sequía y las dificultades de riego en la zona del pantano de Riudecanyes (Tarragona) hacen difícil una previsión de cosecha de avellana, pero que esta no p
asará de las 2.000 toneladas (t). Cataluña cuenta con 11.500 hectáreas (ha) de avellano (datos de 2022 del Departamento de Agricultura de la Generalitat de Catalunya), de las cuales cerca de 3.381 ha son de regadío y unas 1.500 están en la zona de Riudecanyes, este año también sin recursos para regar. Las demás hectáreas de regadío han visto mermado considerablemente el capital de las minas y pozos. En este sentido, «el precio de Lonja debería subir ya que la cosecha será corta». El sindicato ha criticado el hecho de que «las cotizaciones de la Lonja de Reus se sitúan en torno a los 2 euros la libra cuando debería cotizarse a 2,5 euros la libra, como mínimo, según la relación de la demanda y la oferta de avellana en el país».
Asimismo, ha indicado que si la lluvia no permite la recuperación de la zona de Riudecanyes, «el avellano quedará comprometido». Como ha reclamado UP, «es necesario construir la infraestructura que permita la reutilización de las aguas de la depuradora de Reus para uso agrícola en el Camp de Tarragona, y que estas aguas puedan utilizarse rebajando la salinidad a niveles aceptables para los cultivos».
Almendra y algarroba
En cuanto a la almendra, el sindicato estima una previsión de la cosecha a la baja, con unas 22.000 t, dado que en 2023 fue de 34.500 t. En 2022 la producción fue irrelevante por las heladas de abril, mientras que en 2021 fue de 26.508 t.
En las comarcas leridanas se ha salvado la campaña por el riego, y en las tarraconenses, las fincas de regadío han cumplido con dificultad las exigencias hídricas de los almendros con el uso de pozos propios y de pequeñas comunidades de regantes. En Cataluña existen unas 13.000 ha productivas de regadío (datos de 2022 del Departamento de Agricultura). En regadío, también comienzan a producir las plantaciones intensivas y superintensivas que se han ido plantado en los últimos meses, lo que aumenta considerablemente las producciones.
En las fincas en secano (unas 25.909 ha con datos de 2022), las producciones según el sindicato han sido muy bajas, con un calibre muy pequeño y la aparición de la plaga de la avispa, y en algunas zonas no han podido ni cosechar. Hay árboles que pueden morir a causa de la sequía extrema y por la aparición de plagas como los escolítidos.
Por otro lado, la llegada de almendra americana, proveniente mayoritariamente de California, ha hecho bajar los precios entre un 11% y un 22% en Cataluña y en el conjunto del país, según la variedad, entre julio de 2023 y julio de 2024, según ha señalado la Lonja de Reus. El precio de variedades comunes el 24 de julio de 2023 era de 3,2 euros/kg grano, y el 9 de julio de 2024, de 2,85 euros/kg grano (11% menos). La ‘Larguilla’ ha pasado de 4,65 euros/kg grano en 2023 a 3,85 euros/kg grano en 2024 (17% menos), y la ‘Marcona’, de 6,25 euros/kg grano a 4,85 euros/kg grado (22,4% menos).
En cuanto a la cosecha de algarrobas, no ha empezado muy bien por la caída del precio. En septiembre de 2022 era de casi 1,5 euros/kg y dos años después se cotiza entre 40-41 céntimos el kg. Este año la cosecha será inferior (unas 4.000 t), porque el fruto es más delgado y, por lo tanto, con menos peso. Los árboles están agotados por la sequía.
Falta de transparencia
Por otra parte, UP ha denunciado la falta de transparencia de la Lonja de Reus, como ya sucedió también el año pasado. El sindicato ha señalado que esta lonja no puede registrar las operaciones mercantiles y que no quedan fijadas en ningún documento las operaciones de compraventa de avellana, almendra y algarroba. En este sentido, debería haber habilitado una figura legal que recogiera estas operaciones de forma interna para hacer las medias de las operaciones de compraventa y hacerlas públicas.
UP también ha criticado que muchas operaciones se realizan por vía telefónica y de forma totalmente opaca, ya que no hay constancia escrita y no queda ningún registro posterior. De esta forma es imposible saber la realidad de la compraventa para que quede reflejada en la hoja de cotizaciones que la Lonja emite cada semana. El sindicato recuerda que lleva años denunciando esta mala praxis. También ha alertado de la pasividad de las administraciones, que no han aplicado medidas frente a esta falta de transparencia.