Una investigación aborda de forma sostenible el mosquito verde de la vid
La fuerte sequía durante el otoño–invierno y las intensas olas de calor en verano, no solo auguran un duro trabajo en bodega para mantener la calidad de los vinos premium de muchas bodegas, sino que, además, junto con estos episodios climáticos extremos, una nueva amenaza cobra relevancia en el viñedo valenciano: el mosquito verde de la vid. Se trata de un pequeño insecto que se alimenta directamente de la hoja picándola y succionando sus tejidos, causando primero su debilitamiento y poco a poco la muerte de la hoja. Cuando las poblaciones son muy intensas, «puede llegar a producirse la defoliación prematura del viñedo, haciendo imposible la maduración de la uva y comprometiendo la brotación de la viña en primavera».
AVA-ASAJA ha indicado que Enguera y Turís son dos de las bodegas valencianas que más sufren esta problemática, y desde el año pasado trabajan junto con el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y la Sociedad de Agricultura Ecológica y de Montaña de la Comunidad Valenciana (SAEM) en un Proyecto de Cooperación para sentar las bases de la gestión sostenible del mosquito verde de la vid, iniciativa que cuenta con la financiación del PDR 2014–2020 de la consellería de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana. Su objetivo es «conocer las especies del mosquito verde presentes en nuestro territorio y estudiar su comportamiento en el viñedo». Este trabajo es «esencial para abordar en el futuro acciones específicas para el control de la plaga que sean respetuosas con sus enemigos naturales, ya que en la actualidad la aplicación de insecticidas de amplio espectro es la solución más eficaz».
Durante esta campaña, el equipo de I+D+i de Bodegas Enguera ha llevado a cabo muestreos en 9 viñedos de la Comunidad Valenciana gracias a la colaboración de Bodegas Flors, Bodegas Hispanosuizas, Casa Lo Alto, Vegamar, Bocopa y Les Freses. Las muestras fueron enviadas al IRTA y la Universitat de València quienes «llevaron a cabo mediante técnicas moleculares la identificación de las especies de mosquito verde presentes en nuestros viñedos».
AVA-ASAJA ha apuntado que «los resultados no han podido ser más sorprendentes», ya que tradicionalmente se creía que Empoasca vitis, era la especie asociada a la plaga del mosquito verde y así lo confirman las numerosas investigaciones publicadas sobre ensayos realizados en Francia o Estados Unidos. Sin embargo, «una especie casi idéntica a la anterior, ‘Jacobiasca’lybica', es la más abundante en nuestra viticultura». «Todavía es pronto para afirmarlo, pero todo apunta a que las altas temperaturas que hemos experimentado este verano, tienen mucho que ver con la expansión de esta plaga», ha comentado Juan Martínez Barberá, técnico coordinador del proyecto y responsable de I+D+i de Bodegas Enguera. De nuevo el cambio climático podría estar detrás de la expansión «de lo que hasta ahora era un problema minoritario en la Comunidad Valenciana».