Agroseguro ha abonado 148.000 euros en indemnizaciones a los productores de uva de vino de islas Canarias por los siniestros registrados en la última campaña.

Destaca la especial incidencia de los daños por ola de calor e incendio en la isla de La Palma, donde casi el 100% de los viticultores con póliza en vigor durante la última campaña registraron siniestro y recibieron la indemnización correspondiente. En concreto, «los viticultores palmeros recibieron 98.703€ euros por daños en 40 hectáreas siniestradas, repartidas en alrededor de 900 parcelas». El resto de las indemnizaciones abonadas tras la última vendimia se reparten entre explotaciones de viña del sur de Tenerife y El Hierro, así como algún siniestro aislado en Gran Canaria, Lanzarote o La Gomera.

Según Agroseguro los datos son especialmente llamativos «si tenemos en cuenta que la línea de uva de vino aún guarda un amplio margen de crecimiento desde el 22% actual de aseguramiento en el archipiélago». En el caso concreto de La Palma, la implantación del seguro se sitúa actualmente en el 15% de la superficie.

Asimismo, el capital asegurado de viñedo en islas Canarias «se ha incrementado paulatinamente en los últimos años y ya se sitúa por encima de los 4 millones de euros en la última campaña, un 17% más que en 2017». El impulso de la contratación de seguros se debe a «la realidad climática actual, muy perjudicial para el viñedo por las temperaturas cada vez más elevadas y los muy frecuentes golpes de calor y viento, o la bonificación del POSEI para aquellos productores con seguro en vigor».

Los productores de uva de vino canarios también han vivido campañas con muy elevada siniestralidad, como 2016 o 2022, con indemnizaciones anuales por encima de los 400.000 euros, o los ejercicios de 2021 o 2023, con unos 150.000 euros en cada uno de ellos.

El sistema español de Seguros Agrarios Combinados cuenta con una línea de seguro específica para el viñedo de las islas Canarias. El primer periodo de suscripción, que incluye los módulos de aseguramiento más completos y los riesgos más habituales (daños por viento, bruma o golpe de calor) se cierra el próximo 20 de diciembre.

https://agroseguro.es/

El Salón de los Mejores Vinos de España, organizado por Peñín, llega a su vigésimo tercera edición siendo el único encuentro profesional de vino de nuestro país que cuenta con una convocatoria segmentada exclusivamente por nivel de calidad. Así, incluye los vinos que han obtenido una calificación de 90 o más puntos en la Guía Peñín de Vinos de España 2024.

El lunes 13 y el martes 14 de noviembre, en el Pabellón 12 de Ifema Madrid, los profesionales asistentes podrán conocer, de la mano de sus elaboradores, más de 2.000 vinos de 400 bodegas de 75 zonas productoras en un completo recorrido por variedades, tipologías y elaboraciones. Como ya es habitual, las bodegas del podio se expondrán en dos espacios destacados del Pabellón, donde se darán a conocer los cuatro vinos que han hecho historia al alcanzar los 100 puntos, la máxima calificación que otorga la Guía Peñín, así como el ganador y los nominados a Vino Revelación de este año y 200 calificados entre los 95 y los 99 puntos.

En su apuesta por la internacionalización, Peñín ofrecerá un espacio a bodegas de Portugal, Francia, Hungría, Chile, Argentina y Estados Unidos. Una oportunidad única para descubrir y catar algunas de las mejores elaboraciones de importantes países productores.

El salón se completará con catas y masterclasses para los profesionales asistentes donde podrán descubrir algunas de las DD.OO., variedades de uva y elaboraciones más representativas de España de la mano de destacados sumilleres y enólogos. El programa de esta edición contará con nueve actividades compuestas en exclusiva por vinos calificados con 90 o más puntos en la Guía Peñín 2024 y los protagonistas serán los consejos reguladores de Campo de Borja, Cava, El Hierro, Rioja, Somontano y Valencia, las bodegas Pere Ventura y Osborne, y el proyecto Spanish Wine Academy, de Bodegas Ramón Bilbao.

Además, debido al éxito de ediciones anteriores, se han diseñado cuatro rutas temáticas: grandes vinos con edad, vinos ecológicos, vinos por descubrir y ruta de contrastes.

Cabe resaltar que el evento, cuya copa oficial será de la marca Riedel, se dirige en exclusiva a los profesionales del sector, prensa y prescriptores, que pueden solicitar sus acreditaciones en https://guiapenin.wine/xxiii-salon-de-los-mejores-vinos-deespana.

Del 28 al 30 de noviembre se celebra en Montpellier (Francia) la 31ª edición de SITEVI (Salón Internacional de los sectores Vitícola, Vinícola, Frutícola y Oleícola), cita en la que se espera contar con la participación de 1.000 expositores (240 nuevos), un 24% de los cuales internacionales de 18 países y la presencia de 55.000 visitantes profesionales de 61 países, destacando detrás de Francia, los procedentes de España, Italia, Suiza y Portugal.

Damien Dubruelle, presidente de Axema, coorganizadora del certamen, ha señalado que «el número y la diversidad de las empresas participantes en SITEVI ofrecen grandes posibilidades de encontrar la solución a las preguntas planteadas por los viticultores y los olivareros». Pero ante todo «supone el reencuentro de la tradición vitivinícola con la modernidad». 

El evento, que ofrecerá 50 conferencias y talleres, tiene una vez más en los Innovation Awards como uno de sus puntales. El 28 de noviembre se darán a conocer los premiados de este galardón en el que se inscribieron 106 productos de 76 empresas, y que finalmente han quedado en 37 nominados. Christophe Riou, director general del Instituto Francés de la Viña y el Vino (IFV) y presidente del jurado, ha señalado este año se pueden identificar tres tendencias: la primera se refiere también este año a la tecnología digital y sus aplicaciones; la segunda se centra en mejorar la productividad, pero garantizando al mismo tiempo el apoyo conducción, el confort y, sobre todo, la seguridad; la última tendencia, que está adquiriendo cada vez más más importancia, se refiere a la reducción de la huella ambiental de las actividades agrícolas y, en particular, la descarbonización de agricultura.
www.sitevi.com

El sector del vino vive un momento muy complicado. Ahora que concluye la vendimia de este año, la Sectorial Vitivinícola de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha hecho balance de la campaña, con resultados que consideran «desoladores». Al respecto, ha señalado que la rentabilidad de los viticultores «se ha hundido hasta el punto de poner en peligro su supervivencia en prácticamente todas las regiones españolas».

Días después de que viticultores franceses organizasen una acción violenta en la frontera de los Pirineos contra diversos productos españoles, entre los cuales vinos y cavas, los productores de uva españoles lamentan un ataque que «califican de vandalismo». El ataque francés ha sido calificado por UPA de «ilógico e injusto», pues el contexto en España es más complejo que en Francia, ya que «la producción este año ha bajado un 15% respecto a 2022, que ya estuvo por debajo de la media, hasta situarse en 34,24 millones de hectolitros de vino y mosto». A pesar de esa escasa producción se están dando «bajos precios en origen y altos costes».

Además, el cambio climático está golpeando duramente al sector del vino, «provocando un bajo rendimiento y una escasa producción por la sequía, las olas de calor y las lluvias a destiempo. A ello se suma el incremento de los costes de producción en partidas como los combustibles, los abonos o la maquinaria».

Medidas insuficientes

A pesar de las medidas de contención de la oferta puestas en marcha este año, como la cosecha en verde –regulada en once comunidades autónomas– o las destilaciones de crisis en La Rioja, Cataluña, Extremadura y País Vasco, UPA afirma que «no han sido suficientes para amortiguar el descenso de precios y fomentar un mercado ya de por sí muy debilitado».

Asimismo, el consumo de vino sigue bajando en el mercado interior, con un volumen de 9,6 millones de hectolitros (un descenso del 6,4% en el interanual), muy lejos de los más de 11 millones de hectolitros que se alcanzaron en los meses previos a la pandemia. Las exportaciones, a pesar de haberse incrementado en valor, han descendido en volumen, marcando una tendencia «muy preocupante» para un país que es el primer exportador mundial de vino en volumen. 

«Estamos ante un problema de mercado», han asegurado desde UPA, generado por la falta de consumo interior y exterior. También se constata «una tendencia del precio a la baja, tanto en precios de uva, como de vino y consumo en la categoría de los tintos, mientras que hay un crecimiento en la demanda de vinos blancos».

Los viticultores consideran que es imprescindible reforzar la Ley de la Cadena Alimentaria para proteger la supervivencia del sector productor en el futuro. Además, la intervención sectorial vitivinícola (ISV), que sustituye en la nueva PAC al PASVE, «debe modificarse para adoptar mecanismos de gestión acordes con la oferta». También la cosecha en verde supone para UPA «una opción que hay que mantener en determinadas campañas para poder controlar la producción y evitar posibles destilaciones de crisis que además son cuestionables desde el punto de vista de la sostenibilidad».

UPA seguirá insistiendo en introducir una medida de ayudas a inversiones en explotaciones vitícolas, porque está incluida en las opciones dentro de la normativa comunitaria, y que «ya fue reclamada desde la organización a pesar de que el Ministerio de Agricultura no consideró conveniente su inclusión en el conjunto de medidas de la ISV».

Por otra parte, la organización agraria ha calificado de «instrumento vital para el sector» el Plan Estratégico elaborado en el seno de la Interprofesional del Vino de España (OIVE), con diversos ejes, medidas y acciones, sobre la que actualmente se está trabajando y en la cual apuesta por medidas como la futura norma de comercialización para una autorregulación del sector.

Finalmente, UPA se ha referido a los ecorregímenes, señalando la necesidad de fomentar estas medidas en el sector, pero también modificando sus condiciones y requisitos para que puedan ser aplicables de una manera más óptima y rentable para las explotaciones vitícolas.